♟️Juegos II♟️

Cap 32 💜

Jeon

Tumbados en el suelo seguíamos besándonos bajo un cuadro hermoso de nubes blancas que parecían algodones de azúcar, y recostados entre millares de flores que despedían un olor maravilloso. Tomé a mi esposo  de la cintura y le media vuelta quedando encima de él, comencé a aspirar su aroma que era aún más delicioso que el de las flores y sus labios eran sin duda alguna más dulces que los algodones de azúcar los rayos del sol se reflejaban en su cara y le daban un aspecto semejante a un ángel me encantaba.

aunque tambien amaba esa dualidad suya en la que muchas veces me dejaba boca abierta de lo atrevido y sexi que era,  jimin era todo lo que un dia imagine y mucho más. El se removía debajo de mi y nuestros cuerpos ejercían una vibración que pronto me dejo con el pene erecto y sabía perfectamente que él lo podía notar ya que echo una risita entre mis labios que me excito aun mas.

— eres un coqueto
— y usted muy rápido señor Jeon, pero alguien podría vernos cariño.
— Estamos enmedio de la nada amor a cientos de millas lejos de la gente, somos solo tu y yo en medio de este paraíso así que disculpe doctor si no puedo parar mi frenesí creo que enfrente de mi tengo el problema y la solución así que pronto estaré aliviado.

Se lanzó de nuevo a mi boca mordiendo mis labios y mientras sus manos sujetaban mi cuello yo trataba de desabrochar su pantalón, mis deseos estaban despiertos y ansiaba estar dentro de él, sus labios húmedos besaban y mordían mi cuello encendiendo mi cuerpo que se estremecía con cada toque, su corazón latía agitado y sabía que él estaba tan excitado como yo. Se comenzó a entregar sin reservas bajo él inmenso cielo azul, gemía y jadeaba mientras pronunciaba mi nombre. Y diablos como me encantaba que lo hiciera lograba llevarme hasta el siguiente nivel con solo escucharlo.

Sus susurros dulces y sus gemidos con cada roce me avisaban que quería ser penetrado con urgencia asi que arquee un poco más sus caderas  y estimule un poco más su entrada, solo lo suficiente para que quedara completamente listo para mi, me encantaba ver como se desesperaba por sentirme dentro y honestamente me excitaba cada vez mas, asi que me acerque a su oído y le susurre con voz ronca

— que quieres?

El me miró y sonrió con esa sonrisa sexy que lo caracteriza, paso su lengua mojando su labio inferior y dijo

— quiero que me hagas el amor,  primero lento tan lento qué parezca que estamos bailando bajo nubes de algodón y luego deprisa tan fuerte y profundo que parezca que las nubes de algodón se volvieron negras y feroces que provocarán junto con el viento un huracán.

Lo que él me pedía lo conocía perfecto así que sin perder más el tiempo lleve sus piernas alrededor de mi cintura y  levante un poco sus caderas, me introduje despacio y él apretó sus labios y sus ojos después empuje un poco más y él me miró fijamente y me dijo "te amo" mientras de una introduje todo mi miembro y comencé a sentirme al borde de la gloria.

Movía mis caderas con suavidad entrando y saliendo lento el suspiraba y yo lo miraba directo a los ojos mientras apoyaba su frente a la mía.

— no dejes de mirarme nunca — musitó y yo tomé sus manos con las mías y las lleve arriba de su cabeza sin apartar mi vista de él y comencé a moverme un poco más rápido, el entrelazo  sus pies a mi cintura y apretó sus muslos mientras besaba mis labios y dio un pequeño mordisco que me llevó directo a la locura. comencé a dar estocadas fuertes y profundas lo único que se podía escuchar en el inmenso lienzo de flores eran sus gemidos y los míos combinándose como una hermosa melodía mientras los dos danzamos en una danza pasional cuerpo contra cuerpo, y mí pelvis chocaba con sus redondos y bien formados glúteos.
Él exigía más y más y se volvía loco conmigo mientras los dos juntos llegábamos a la gloria.