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Día domingo, día de limpieza. Pulsar de Cerati sonaba de mi celular cuando trataba de acomodar las dos torres de libros que tenía tirados al lado de mi cama. Mi departamento era un desorden y peor aún porque era tan estrecho y pequeño, así que no me había dado el tiempo ni había guardado dinero como para comprar alguna estantería o mueble para dejar los libros.

Los domingos siempre hacia esto para ocupar mi cabeza en cosas nuevas, aunque este finde era diferente, no había querido ver mi celular para estar pendiente todo el tiempo y llevarme una decepción de que Esteban no había respondido mi mensaje, pero también existía esa posibilidad que lo hubiera hecho. me senté en la cama desordenada y busqué si me había contestado, y si.

"A mi también me gustó."

No se por que me había ilusionado con un mensaje simple, pero bueno.

Al menos eso dio pie a que siguiéramos hablando por el resto de los días, cuando la conversación acababa después de un 'Como estás?' o un '¿Que haces?' yo le hablaba sobre la entrevista, y cuando fue lunes y la revista salió, lo llamé.

—Siento que igual se ve lindo, yo no decido eso, obvio, pero luce ordenado—le contaba lo que fuera para que la conversación siguiera, al menos así lo sentía yo—¿Lees revistas? Serías como la minoría.

Esteban rió, parecía que caminaba.

—No leo, ¿Y tu? Sería raro si no lo hicieras—Dijo como burlándose de mi.

—Solo leo lo que escribo.

—Si los mismos que trabajan ahí no lo leen no se que esperar de los otros—

Quizá con esas conversaciones cortas habíamos logrado tener un poco mas de confianza, aunque esta era la primera llamada que hacíamos. Esta terminó cuando no supimos que decir, creí escuchar como Esteban quiso decirme algo mas, pero solo un 'gracias por avisarme', fue lo que recibí.

Como los lunes no voy a la oficina, Cami pasó a mi departamento cuando salió, las dos estábamos tomando té, al menos era tarde y tenía toda las ventanas abiertas, porque si tomara algo caliente a las 5 de la tarde me derretiría.

—Estoy segura que la última semana del mes el primer artículo es mío, estoy segurisima.

—¿Y por que no me dijiste nada? ¡Deberíamos haber celebrado!—

—Es lunes—Murmura riendo al mismo tiempo que yo ato mi cabello, que calor que hacía—¿Manuel te dijo algo cuando le entregaste la entrevista?

—Mmh, nada, me dio el bono extra para pagarle a Esteban, y me dijo que me lo agradecía.

—¿Y...?—Cami me miraba expectante.

—Y que...vería si es que otra vez pudiera hacer un artículo.

Cami se quedó callada antes de asentir y decir—Y obvio, la entrevista estaba buena.

No era tan obvio. Y no se si andaba cansada o simplemente la conversación con tan poco sentimiento con Esteban me había cambiado el ánimo, pero por dentro me sentía incómoda conmigo misma.

Según lo que se piensa es que los celos o la envidia no son buenos, y siempre yo los sentía, no era que deseara que a Cami le fuera mal o que yo debiera ocupar su lugar y ella el mío, pero...he estado todo el tiempo dedicando mi vida al trabajo, tratando de ser creativa, de ofrecer cosas, y nunca me ha llegado algo maravilloso en ese ámbito.  La entrevista con Esteban si me había dado un poco de esperanzas, pero después que se publicara la revista de la próxima semana esto no significaría nada.

Cuando terminé la universidad me imaginé que sería un poco más fácil ser reconocida, sabía que no estaría en las grandes cadenas pero al menos esperaba crear e investigar algo que dejara mayor repercusión.

Al momento en que Cami se marchó y me quede sola traté de acelerar todo para acostarme, sentirse miserable cuando hace frío hace la escena completa, ¿pero cuando hace calor? Es aún peor, es como si tu fueras el único que se siente así.

Mi mañana fue igual, como vi que nadie me había hablado me levanté aún más rápido, tomé desayuno y salí. Con sueño me apoyé en el vidrio del bus con los ojos cerrados pero rápidamente me enderecé, ya me había pasado algunas veces. Mi llegada a la oficina fue la misma, me senté en ese escritorio mínimo y me senté frente a la computadora para comenzar a escribir mis maravillosos horóscopos, mis ojos estaban llorosos de tanto que bostezaba, hasta que tomé mi celular y vi como Esteban me había llamado una vez.

Con confusión le mandé un mensaje diciendo: "Pasó algo?"

"Nada, solo quería hablar"

"Llámame si quieres :)"

Me levanté de mi silla cuando el vio mi ultimo mensaje, así que mientras yo caminaba para llegar al patio central del edificio Esteban me llamaba. Al menos me daría tiempo de tomar aire libre.

—Alisa? Hola—

—Hola—Dije mientras me estiraba, y apenas era martes—No sabía que te gustaba..estar en pie tan temprano.

—¿Las diez es muy temprano? ¿Crees que me levanto a las dos de la tarde?—Y ahí estaba ese tono, no sabía si lo hacía intencional.

—Tenés que disfrutar la fama.

—El otro día te había dicho qué estaba en proceso de una obra.

—Pero son en la tarde ¿No?

—Hay que ensayar—Yo sonreí, quizá remarque demasiado el tema de su tono, pero es que le salía tan...natural, ese tono gracioso, que me hacía sentir rara—¿Tu estás trabajando?

—Si, quiero que sea viernes ya—Solté una queja aunque estuviera sonriendo.

—Solo faltan tres días más, aguantá—

—Lo intento—El pareció reír antes que los dos quedáramos en silencio, yo miraba mis pies pensando.

—Oye, estaba pensando en que, no se, podríamos juntarnos un día, como estamos hablando, no se, el viernes quizá, o cuando quieras, como para...comer.

—Uh..si...—No pude decir mucho antes que el riera suavemente.

—No se si pensás que es muy atrevido, solo que quizá como para celebrar la entrevista, ah...no es una excusa—Esteban volvió a reír—¿Te gusta la comida en casa o salimos a comer?

Peperina ;; Esteban Kukuriczka.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora