O12

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PERCY y Venus se encontraban caminando callados. La pelinegra buscaba a Hermes mientras el rubio la miraba atentamente esperando a que hablase.

—¿A quien llamaste? —preguntó Percy de repente, Venus lo miró.

—A nadie —contestó indiferente.

—¿Vas a decirme qué te pasa?

Venus lo ignoró. No tenía ganas de hablar con él en ese momento. Pero el chico parecía realmente interesado en mantener una charla con ella.

—Has estado comportándote rara conmigo otra vez, ni siquiera me llamaste engendro del mar en lo que va del día —observó Percy. Venus rodó los ojos, aún sin dirigirle la palabra—. Venus, contestame.

—¿Para qué quieres que te llame engendro del mar?

—Uh, no lo sé, se me hace... divertido.

—Ya tienes otro apodo —soltó Venus, para luego golpearse mentalmente—. Da igual. No me pasa nada —agregó, Percy paró la caminata.

—¿De qué otro apodo hablas?

—Nada. No importa.

Percy la agarró del mentón, obligándola a mirarlo a los ojos, el corazón de Venus empezó a latir más rápido.

—¿De verdad no pasa nada? —preguntó Percy tratando de ser lo más suave posible.

—Sí. De verdad —la chica apartó la mano de Percy de su cara y siguió caminando más rápido, el chico la seguía.

—¿Qué te pasa? ¡Venus, me preocupo por ti! —hablaba Percy detrás suya en voz alta. Venus paró en seco, frustrada.

—¡Lo sé! Es complicado, ¿okey? Y no es algo que quiera hablar ahora.

—Venus, háblame, por favor. Estoy aquí —suplicó el chico, logrando que la pelinegra suspirara—. Quiero entender este comportamiento repentino tuyo.

—No puedes.

—¡Lo puedo intentar!

—Olvídalo, Percy. No es nada, en serio.

—Venus... —Percy parecía querer decir algo pero se perdía en los ojos de la contraria—. Eres muy linda —soltó de repente, parecía que su boca hablaba por sí sola. Venus no pudo contestar nada, sus mejillas enrojecidas hablaron por sí solas.

—No tenemos mucho tiempo. Sigamos —dijo la chica con cierta molestia.

Caminaron un rato más en silencio hasta que se encontraron a un hombre haciendo apuestas y riendo con otras personas.

—Hola, semidioses. ¡Bienvenidos! —exclamó Hermes al verlos. Percy y Venus se miraron antes de avanzar.

—Nos enviaron a buscarte —le dijo Venus.

𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 ; percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora