En Otra Vida

1.

Charlie Spring| Edad: 16

Hoy era el día del baile que harían los padres del príncipe David por su compromiso, invitaron a los reinos cercanos.

No quería ir, de tan solo pensarlo era tan, pero tan aburrido y no quiero saludar a tanto desconocido con una sonrisa cuando nos presenten.

No quería ir, pero no es lo que yo diga. Así que tengo que ir quiera o no.

—¡Charles!—dice mi hermana entrando en mi habitación—¿Ya estás listo? Te demoras muuucho.

—Ya estoy listo... Pero es que ¡No quiero ir!— me tiro en mi cama.

—¿Y tú crees que yo sí?—se queja igual—No quiero ir, pero no hay de otra, así que apresurate—me toma de la mano y me saca de mi habitación.

[...]

Entramos y veo un montón de gente con vestidos y trajes elegantes.

—Ah, mira ahí está el príncipe—dice Tori—Hay que ir a saludar.

—No, que pereza, ve tú—me quejó.

Ella gira los ojos.

—Tienes qué. Idiota.

—Pero...—quiero seguir hablando pero me mira mal y me callo. —Ash, sí, ya que, vamos.

Nos ponemos en camino.

—¿Y qué tengo que decir?

—"Mis más grandes felicitaciones" o "Felicidades" o algo así.

—¿Felicidades príncipe?—pregunto y ella asiente.

Felicidades.

Felicidades. ¿Solo eso?

¡Ja!. Pan comido.

¿Y si me confundo? No, no, no.

¡AAAH, VÁYANSE NERVIOS, PORFAVOR!

Llegamos y él estaba hablando con otras personas.

—Buenas noches. Felicidades, príncipe—dice mi hermana y yo me quedo en blanco.

—Ah. Buenas noches, princesa, gracias.

Ay. ¿Qué era? Piensa. Tonto.

Tori me mira para que diga algo.

—Ahh, umm, ¡feliz cumpleaños!—digo rápido y Victoria me mira desconcertada.

La cagué.

La re cagué.

Tierra trágame y no escupas jamás.

Él príncipe suelto una risita y yo me empiezo a sonrojar.

¡Noooo, saquenme de aquíiiii!

—No sabía que era mi cumpleaños, pero gracias—dice él con una sonrisa y me da una palmadita en el hombro.

—Con su permiso, príncipe—nos vamos sin antes hacer una reverencia.

Nos alejamos y Victoria me da un golpe en la cabeza.

—¡Auch! ¿Y eso por qué fue?—digo mientras me sobo.

—"Feliz cumpleaños"—dice tratando de imitar mi voz.

Horrible imitación si me lo preguntan.

—¡Oye, yo no sueno así!.

—Cállate, no me importa. ¿Eres tonto? Ay, que vergüenza, ¿Feliz cumpleaños?. Me preguntó si de verdad eres mi hermano.

—¡Oye! Que mala, pero no fue tan malo, hasta se rió, ¿Eso es bueno, no?

Trata de decir algo pero alguien anuncia que la futura esposa del príncipe está llegando.