Un pasado amargo

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—Mmm, no sé porque Konan nunca me dio a probar esta bebida, esta deliciosa. Me gustaría saber algo, cuál es ese tan buscado sueño del que hablas, he visto que pusiste demasiada atención en mi proyecto, como si fuera algo de vida o muerte, y también vi como dejaste todo lo demás por un simple proyecto que te va a generar un poco de dinero.

—Creí que debía ser paciente y esperar más tiempo para contarte. Todo empezó en el último año de preparatoria cuando mi hermana mayor, Andrea Makinami se encontraba trabajando en un invento que revolucionaria el mundo, trabajaba junto con sus colegas en el primer modelo del superautoma B, la fusión entre hombre y máquina, sin embargo algo salió mal, se sobrecargo la electricidad del laboratorio, lo cual causó una explosión, por un lado no murieron demasiadas personas, pero por el otro lado ese día falleció mi hermana y desde ese momento me convertí en la hija mayor de la familia Makinami, mi familia siempre se ha dedicado a la investigación, innovación y la ciencia. Después de ese evento terminé ese año escolar y así concluí mi educación del bachillerato, después de eso fui aceptada en la universidad donde conocí a Rias una persona la cual pronto vas a conocer y a tu hermana, ya que a Shinon la conocí antes. Que de hecho tu hermana me motivo a crear una asociación que fue sabiduría divina, ahí yo sólo me dedique a realizar investigaciones y Konan se dedicó a la creación de inventos, posteriormente un grupo de personas me contacto me dijeron que tendría todos los recursos que yo necesitará para poder realizar mis investigaciones y buscar personas que tuvieran mis mismos ideales. Normalmente les decía como en tu caso que trabajo para la ONU, aunque eso no es cierto, yo soy una agente de la sociedad de las altas esferas o la sociedad secreta, digo lo de la ONU ya que así las personas no se asustan. Todo esto lo hago porque así le rendiré homenaje a mi hermana, por ello debo de crear el proyecto alicization y así podré finalmente cerrar ese ciclo y también podré cumplir su último deseo.

Entonces todo este proyecto es en honor a su hermana, bueno la entiendo no sé qué haría si mi hermana pareciera, es cierto ella nunca me ha mostrado ni siquiera un prototipo de sus inventos, acaso son tan peligrosos. Creo que puedo dar un salto de fe y contarle mi historia de vida, se logra observar que uno puede confiar en ella, nunca le he relatado a nadie esa historia, espero hacerlo bien, supongo que las palabras adecuadas vendrán a mí, después de todo siempre he sido sabia a la hora de dialogar.

—Ahora entiendo demasiadas cosas, aunque diría que fuiste muy general, supongo que deben de existir más detalles de los que me has dado, vamos cuéntame.

—Espera quien dijo que te daré así de fácil la información, nada es gratis en esta vida, si recuerdo bien cuando te vi por primera vez y conversamos, tú me dijiste que no concluiste tu educación universitaria, cuéntame esa historia y yo te contaré más detalles de la mía, no crees que es un trato justo el que te ofrezco.

—Creo que lo más sensato será aceptar tu oferta, espero te encuentres en una posición cómoda hay te va mi historia, que solo te la contaré a ti, ni Konan sabe esto.

—Todo empezó el día que terminaron las clases y me gradué de la preparatoria y tocaba escoger universidad y la carrera que iba a estudiar, mi hermana me dijo que estudiará informática y no se me hizo una idea descabellada, me aceptaron en una universidad y comencé a estudiar, ahí conocí a una chica que deseaba con todo su corazón ser cantante, no obstante, se había inscrito en difusión digital ya que deseaba aparte de ser cantante poder tener su propia web. Me llevaba muy bien con ella hacíamos todo juntas y un día a la hora del almuerzo una chica se sentó en nuestra mesa, esa chica estudiaba administración de empresas. El punto es que nos ofreció ganar un dinero si le ayudábamos a hacer trampa y obtener las respuestas de sus exámenes, tenía conocimientos de programación, así que acepte y hacke el sistema, cosa que fue sencillo, nunca me imaginé que se me haría un hábito, pero paso, transcurrió un tiempo y ya sabía cómo desencriptar documentos, por lo que mis habilidades tecnológicas aumentaron, a la par di inicio a consumir alcohol, me distancie de mi única amiga en la universidad y también mi relación con mi hermana se volvió fatal. En ese lapso de tiempo entre a la deep web donde vendía y compraba toda especie de cosas, adquirí una reputación en esa área, sin embargo me sentía tan sola  ya que nadie quería estar conmigo, creí no merecer la vida, pensé que lo mejor sería quitarme la vida, compre una pistola y un cartucho de balas, cargue el arma estaba a punto de apretar el gatillo, no obstante en ese preciso instante llegó mi amiga risa oribe me arrebato el arma, luego me dio una cachetada y dijo que estaba desperdiciando mi vida, que debía dejar de consumir drogas. En ese tiempo me fui a vivir con ella, dejé la universidad, lo primero que hizo fue confiscar toda la droga que tenía y la quemó, no me dejó tocar ni una sola gota de alcohol durante tres meses, también me dio un celular nuevo y una computadora con la condición de alejarme de la red oscura. Ella vio que tenía madera de escritora por lo que me motivo a escribir un libro, posteriormente hice las paces con mi hermana y otro amigo, pero lo único que dije es que no me había acoplado a la carrera y que me llamó la atención escribir un libro.

—Me alegra que hayas tenido la confianza de relatarme tu historia, yo nunca te juzgaré entiendo que tu pasado fue un poco duro, sin embargo, yo te apoyo, por favor come un poco no me gustaría que el alcohol se te suba rápido, sino ya con quien me voy a divertir.

—Como órdenes mamá.

—¡No me digas así!, solo me preocupa tu salud y además el papel de madre le queda mejor a Konan, más bien veme como tu amiga.

Me da felicidad que haya tenido las ganas de escuchar mi historia y me dio tranquilidad que no me juzgará, creo que no me equivoque en confiar en ella, tal vez debería confiar más en las personas como Namie. Me dio risa cuando le dije que actuaba como mi mamá, aunque tiene razón, yo no la veo como mi figura materna, ella dice que solo es mi amiga, pero las dos ya sabemos la verdad, nada más no la decimos.

—Bueno y que hay de comer.

—Pedí que prepararán un espagueti a la boloñesa, pensé que sería lo mejor considerando la comida de los próximos meses o años.
—Dime algo Liz en algún momento de tu vida tu hermana jugo videojuegos contigo o fue un terreno inexplorado.

Al parecer no he sido la única presa de la adicción de Konan hacia los juegos, mi hermana siempre se queja de ver que yo consuma alcohol, ha pero eso si nunca le podía decir que ella pasaba mucho tiempo en su consola, además dirías eran varios juegos, sin embargo no es el caso, para ella simplemente existe un juego Street Fighter, jamás entendí porque ese juego era tan importante para ella, a lo mejor Namie sabe un poco del tema, pero no lo descubriré si le corto la conversación, sin mencionar que eso sería descortés.

—Solo fue una vez, mi hermana tenía un juego que nunca soltaba, no sé si aún lo juegue era Street fighter, esa ocasión perdí y nunca quiso aceptar una revancha, a lo mejor tú tienes una mayor experiencia en esa área o me equivoco.

—Ja ja, te lo agradezco has desbloqueado unos cuantos recuerdos del pasado, tu hermana adoraba el juego, todo comenzó en el árcade cuando llegó Street fighter al mercado, en ese momento uno debía ir al lugar ponerte frente al dispositivo que tenía tres botones uno para moverte, otro para atacar y otro para defenderte. Una tarde al salir de la universidad íbamos en dirección a nuestro departamento y vimos que anunciaban el juego, lo probó y nunca lo dejó, poco tiempo transcurrió para que saliera una versión portátil del juego, diría que fue el infierno Konan lo jugaba demasiado y un día me reto a jugar, casi le gané, de todas las personas que intentaron la titánica tarea de vencerla yo fui la que más lejos llego.

—Me gustaría jugar Street fighter, deseo ver si mis habilidades han mejorado como para ser capaz de ganarle a Konan.

—En el momento que desees podemos iniciar el duelo, he realizado los preparativos desde antes de llegar al avión.
—Que comience y ten en cuenta que no habrá piedad, te derrotare Namie.

—Eso lo veremos.

El sueño que creía imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora