Amistad y amor

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—Hora de irnos Liz ha sido un día largo y se ve que no descansaste mucho anoche, no te asustes si te da jet lag y te sientas cansada temprano o no logres conciliar el sueño. Por cierto, tenemos que caminar unas cuantas calles para llegar al auto quieres que cargue las bolsas de nuestras compras.

—No te preocupes, yo puedo sola, tu simplemente muéstrame el camino hacia el automóvil, para así poder regresar a mi querido hogar.

—Ven es por aquí.

Ya hemos caminado como por unos quince minutos y puedo observar al final de la calle mi querido vehículo, no seré mala persona y dejaré que Emika conduzca de regreso, se veía muy contenta manejando.

—Mira Emika ahí está el coche, ten las vas a necesitar para regresar a mi casa.

—Bueno si insistes lo haré con mucho gusto.

El regreso estuvo muy tranquilo, como la gente aun no sale de trabajar, por lo tanto no hay demasiado tráfico, a eso debo agregarle que Emika no viene manejando muy rápido tal vez unos treinta kilómetros por hora, de hecho nunca ha rebasado los sesenta kilómetros por hora, también la música ha influido, ya que el nuevo álbum de LiSA está en la radio y sus canciones son tan magníficas. Todo el viaje de regreso estuvo muy callado por mi culpa, ya que solo puedo pensar en como Risa tomará las noticias y si voy a no desatar un conflicto.

—¡¡Liz!!, ¡¡Liz!!, ¡¡¡Lizeth reacciona!!!

—¿Qué sucede Emika?

—Ya hemos llegado a tu casa, pero se ve que estabas en otro mundo, donde lo único que existe son tus pensamientos, no obstante, me preocupe por qué no me hacías caso.

—Perdón Emika, intento no irme tanto a la dimensión de mis pensamientos, pero hay algunas ocasiones en las cuales es imposible, en fin, te daré tus cosas para que las guardes en tu vehículo y así puedas ir a descansar a tu casa.

—Antes que nada te devuelvo las llaves de tu coche, fue un placer manejar esta belleza, también agradezco que hayas pasado y guardado mis cosas en mi automóvil.

—Más bien creo que la persona que debería estar agradecida soy yo me has llevado a lugares hermosos, me mostrastes cosas únicas y finalmente cumpliste tu promesa de aquella noche, nunca olvidaría esas palabras, algún día nos conoceremos en persona y jugaremos hasta cansarnos. Ahora yo te haré una promesa, la cual es que un día tu serás la persona que desarrollé un videojuego conmigo.

—Pero a que se debe esa promesa, no logro entender el motivo de tal oración, además yo no se crear videojuegos.

—Se que hoy en día no lo entenderás, pero espera y lo descubrirás y ese día platicaremos, confía en mi.

—De acuerdo, ya luego lo veremos, te escribo la próxima semana para decirte que día será la reunión con mis amigos, por favor descansa y cuídate.

—Te veo pronto Emika, tú también cuídate.

Después de tales palabras se subió a su coche y se fue, yo entre a la casa un poco cansada y me fui a mi cuarto, al acostarme vi que tenia unas cuantas notificaciones en mi reloj, tengo varios mensajes de Namie.

Namie: Amor me halagan tus palabras, aunque tu también me hiciste muy feliz con tu respuesta. Ha sido un día un poco pesado, ya te contaré los resúmenes de las juntas, pero no quiero agobiarte pues después de todo éstas turisteando en Tokio.
Por cierto, a donde te ha llevado Emika, aun sigues paseando, cuando tengas tiempo contéstame por favor, te amo.

Liz: Acabo de entrar a mi casa, fue un día muy cansado y divertido, pensé que Emika me mostraría toda la ciudad, pero solo fuimos a Akihabara, tal vez mañana vea a Risa y ella haga de mi guía, es lamentable tu caso te perderás tu primera posible oportunidad de conocerla, eso te pasa por tener tantas juntas, te amo y espero mañana sea un día menos complicado.

Hablando de Risa, tengo su teléfono en mis contactos, por qué si no voy a tener que buscarlo en mis notas, no quiero marcar a su oficina, ya que me va a contestar su secretaria y no voy a poder hablar directamente con ella. No puede ser nunca he registrado su número, a ver dentro de mis notas del celular hay un apartado dedicado a todos los números de teléfono y la persona con ese dato, simplemente debo buscar el suyo. Han transcurrido diez minutos y acabó de encontrar su contacto, hasta anoté la fecha de cuando me lo dio, 5 de septiembre de 2139, en mi he aquí su número, lo dígito en el celular y le marco, el teléfono empieza a sonar esperando que conteste su celular y lo hace.

—Bueno, bueno, hay alguien en la línea.

—Esa voz, podrá ser tu Lizeth.

—No has olvidado como suena mi voz Risa, dudé que la reconocieras, después de todo desaparecí un tiempo de tu vida.
—¡Ja ja ja ja!, jamás podría olvidar tu forma de hablar, el tono de tu voz, recuerda que por algo soy tu mejor amiga, de hecho ya estaba muy preocupada exactamente han transcurrido tres meses con catorce días con cinco minutos y tres segundos desde la última vez que conversamos, algo grande debió ocurrir, cuéntame.

—No has perdido tu factor analítico, así es sucedieron varias cosas, pero creo que no sería adecuado discutirlo por teléfono, estás desocupada mañana para desayunar o tu agenda esta repleta como para dedicarme tiempo.

—Tienes mucha suerte mi agenda de mañana esta vacía, aunque también tendrás que explicarme que haces en Japón, por qué no me lo dirías si te encontraras en Alemania.

—Ya se que de preferencia vaya con un resumen detallado de todo, incluyendo hasta el más mínimo detalle, se cuanto amas leer.

—Recuerda que si no leyera tu libro no existiría, hablando de eso no has pensado en la secuela o en otro libro, conozco tu mente y se que ahí están las ideas más curiosas de la existencia, por cierto ya concluí mi último álbum musical te lo enseñaré mañana, antes de que se me olvide quiero ese reporte en un documento de myte, recuerda que es mejor que Word.

—Claro señorita Oribe, algo más para sumarlo a su cuenta de pedidos.

—Hey no eres el profesor, ni estamos en la universidad como para que me digas por mi apellido y ya que mencionaste una lista de cosas recógeme a las 9:30 en punto.

—Ni un minuto antes o después, por qué si no se pierde el orden y eso puede desatar el caos. Tranquila ahí estaré solo dame tu dirección, odiaría perderme.

—En veinte minutos y cinco segundos te la mando, ya que terminando de hablar contigo tengo que revisar mis redes sociales para contestar mensajes de mis fan, eso sucede cuando te conviertes en figura pública, ya sé que podría pagarle a alguien para que gestione eso, pero perdería mi cercanía con mis seguidores.

—Eres modesta, sabes que te conocen como la diosa del jpop, de hecho ya eres una leyenda, la cual aún tiene tiempo para ir a desayunar con su mejor amiga, descansa por favor.

—Has lo mismo, me muero de ganas de verte mañana, adiós.

—Adiós.

Que bueno que solo fue una llamada corta y no kilométrica, algo seguro las dos seguimos siendo bastante unidas como siempre, entonces si voy a usar myte tengo que prender mi tablet, ya que hasta la fecha no han lanzado una versión de escritorio. Todo apunta que en unos años Microsoft se irá a la quiebra, ya que ha bajado el número de usuarios, la mayoría de sus programas han fallado desde el 2145 cuando se libró la guerra cibernética entre Microsoft y Powder, la cual dejó vulnerables los servidores de Microsoft, en fin, antes de trabajar le voy a activar la función de escribir como si fuera letra cursiva y con pluma fuente. Listo ahora si ya se puede trabajar a gusto, además odiaría recibir algún regaño por parte de Risa al revés quiero que este contenta después de todo hace tiempo que no la veo. Han pasado como treinta minutos desde que coloque, ya recibí la dirección de ella y a parte estoy por concluir me escribo así que voy va tener el resto de la tarde libre para descansar, al terminar iré a la cocina y tomare un refresco del refrigerador y me pondré a leer mi última adquisición así es leeré Bloom into you, ahora por culpa de Erika tengo mucho con que divertirme, me encantaría Lugar Kawame Quest pero hay un pequeño detalle me consola necesita configurarse, actualizarse y que realice su mantenimiento de rutina lo cual me llevará un tiempo considerable el cual podría dedicarle mañana en la tarde con más calma.

El sueño que creía imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora