Donde Harry y Draco atraviesan una mala racha y todo es culpa de Nott

8. 14 de Septiembre, sábado: Nuevos compañeros de equipo

"Deberíamos ir a hablar con él", dijo Hermione, con la mirada fija en la cabaña de Hagrid mientras bajaban por los terrenos. "Y disculparnos".

"¿Por no ir a su clase? Hermione, nadie va a ir a su clase". Ron cambió el agarre de su escoba y le dio a la chica un encogimiento de hombros. "Además, ahora tenemos las pruebas".

"Entonces iremos después".

Harry suspiró. "Nos van a llevar toda la mañana". La lista que le dio McGonagall tenía el triple de gente de lo normal. "En serio, ¿por qué de repente el Quidditch se ha vuelto tan popular?" dijo, girando la cabeza cuando Hermione tarareó. "¿Qué pasa?"

"Bueno..." Hermione suspiró. "Creo que es por ti, Harry. Quiero decir, ahora todo el mundo te llama el Elegido, y has crecido un palmo durante el verano..."

Ron frunció el ceño. "Soy más alto".

"Y también está el hecho de que ahora estás soltero... soltero y melancólico." Hermione agitó una mano para cortar a Harry antes de que pudiera protestar. "No son palabras mías, deberías escuchar la mitad de las conversaciones que he oído en el baño de chicas".

"¿Has oído hablar de mí?", dijo Ron.

Hermione lo fulminó con la mirada durante un segundo. "En fin". Se volvió hacia Harry con una sonrisa. "Ahora todo el mundo piensa que no sólo eres poderoso, sino también sensible y tienes el corazón roto."

"Brillante. Así todo el mundo se compadece de mí", dijo Harry. Lo último que necesitaba era que la gente suspirara y rompiera a llorar cada vez que lo veían, como hacía Parvati.

"No es eso". Hermione sacudió la cabeza mientras se reía. "Harry, ¿no lo ves? Tu atractivo nunca ha sido mayor".

"¿Mi atractivo?"

Harry intercambió una mirada con Ron y lo encontró frunciendo el ceño hacia Hermione. Ella sólo volvió a reír.

"Sí, Harry, tu atractivo". Hermione puso los ojos en blanco ante su mirada incrédula. "En serio. Creo que la mitad del castillo quiere ser tu amigo y la otra mitad quiere salir contigo".

"Pero yo no estoy soltero", dijo Harry sin pensar, sintiendo entonces una chispa caliente de irritación cuando sus amigos le lanzaron miradas igualmente compasivas. "Cállate, ya sabes lo que quiero decir".

Hermione asintió.

"Por supuesto, Harry, no quería decir eso. De todas formas es demasiado pronto. Lleva tiempo superar una ruptura".

"Malfoy parece bastante superado", dijo Ron.

"¡Ron!", dijo Hermione.

Harry se limitó a cerrar la boca y mirar hacia otro lado, porque no podía refutar sus palabras. La última semana no había sido más fácil que la primera para él. Concentrarse en clase era imposible con la mirada y la mente errantes, le faltaba el apetito para comer y estaba demasiado inquieto para dormir. A veces incluso se veía obligado a forzar una sonrisa cuando Ron decía algo gracioso.

Pero los ojos de Draco nunca se desviaban. Fijos en la pizarra de clase, en su pupitre o en sus amigos, parecía como si Harry se hubiera vuelto invisible para él. E incluso cuando Harry decidía cruzar la línea y ponerse en su camino, tirar todo el cuidado al viento y pedir hablar con él, no había nada en los ojos plateados cuando se negaba, y entonces se volvían hacia delante, siempre hacia delante.

Le escocía, y le hacía sentir algo parecido a lo que solía sentir por Draco cuando sólo era Malfoy. El resentimiento era feo, pero era difícil no dejarlo crecer cuando para Harry la cuerda que sostenía el mundo se cortó y Draco se embolsó las tijeras y se había alejado, con la espalda erguida y los ojos clavados en el futuro.