Espías

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Natasha era mucho más joven que Sara, pero se habían llevado relativamente bien. Claro que a diferencia de Sara el cuerpo de Natasha era menos natural. Tenía implantes en los senos qué los hacían estar duros y firmes en su lugar, su culo estaba trabajado y era enorme tal vez por algunas inyecciones qué le ayudaron en eso, sus piernas habían sido entrenadas para verse bien con su enorme trasero, su cintura era producto de varias liposucciones qué se realizaba, el único lugar no tocado era su rostro. Pero eso solo la hacía ser algo que cualquiera desearía tener.

Con un cuerpo de ensueño y la ropa tan corta que usaba claro qué levantaba miradas. En todos lados incluso en la casa de su esposo, cuando él no estaba. Pero nunca dijo nada. No podía culpar a Matty por verla cuando a veces lo único que llevaba encima era un pedazo de tela al que ella llamaba camisón pero que en realidad no cubría ni la mitad de lo que debería cubrir.

No, no podía culparlo por ser un joven curioso ni siquiera cuando lo sorprendió olfateando sus bragas recién usadas, era algo que a ella le parecía tierno. De los hijos de su esposo ninguno se parecía a él, tal vez Jason un poco de perfil, pero en todo lo demás eran idénticos a su madre. Pero en ese momento ella no estaba interesada en nada de eso.

Algo más llamaba su atención, actuaba como si no lo escuchará pero si lo hizo, desde que salió del baño con la toalla alrededor del pecho pudo escuchar los cuchicheos de Matty y James a través del closet, se podía ver perfectamente desde adentro, pero desde afuera no, era extraño pero funcionaba así. Ella no hizo nada. Debió reprenderlos, pero eran chicos que habían crecido con muy buena genética. Ambos eran lindos y habían sido muy atentos con ella.

Se merecían un pequeño premio.

Así que se quitó la toalla y dejó al desnudo su deleitante cuerpo, los pudo escuchar removiendose, pero no hizo nada. Nada excepto agacharse a recoger la toalla sin flexionar las rodillas o mover las piernas. Desde el armario ambos chicos pudieron tener una perfecta vista de como sus glúteos se separaban y dejaban al descubierto un coño jugoso y rechoncho y un ano pequeño y cerrado.

Eso fue suficiente para que sus hormonas se dispararan al tope y ambos tuvieran una erección. Claro que no dijeron nada pero en silencio fue James quien comenzó a tocarse sobre el pantalón del pijama qué llevaba puesto. Matty observó su mano por un corto tiempo, suficiente para llamar la atención del contrario quien con el pie le dio un golpe en la pierna, era raro que alguien lo viera tocarse.

Matty no tardo en seguir su ejemplo y comenzar a masajear su erección, pero giro la vista hacia la mayor quien seguía desnuda mientras intentaba decidir que sostén usar, claro que se movia para dejar que vieran su cuerpo de todas las maneras incluso fue un poco obvia y masajeo sus senos en dirección al armario pero los chicos estaban muy perdidos en su propio mundo para darse cuenta de eso.

Claro que los ojos de Matty se desviaban un poco de vez en cuando a la erección de James, porque si, ambos se habían bajado un poco el pantalón para liberar sus miembros y poder masturbarse a gusto. En cuestión de tamaños eran chicos grandes para su edad, tenían casi la misma complexión, tamaño y grosor. Pero mientras Matty pensaba que James no lo observaba recibió otro golpe en la pierna.

—Deja de verme. —Exclamó el chico de piel bronceada al contrario.

—No te estoy viendo. —Contesto Matty.

—Claro que lo haces. —Recriminó el contrario y volvió a patearlo porque lo estaba haciendo de nuevo.

Y su conversación llegó a los oídos de Natasha quien no pudo evitar sentir curiosidad y tener alguna que otra idea muy poco moral, pero ella no era la persona con la moral más alta del mundo, podría hacerlo.

Así que los sorprendió en su pequeña pelea abriendo las puertas de los armarios, de cerca su cuerpo era mucho más espectacular, pero los chicos tuvieron más miedo que ganas de verla por haber sido atrapados qué rápidamente se levantaron del suelo y se acomodaron los pantalón sin atreverse a verla a la cara.

—Vaya, vaya, pero si son dos pequeños espías. —Dijo ella cruzándose de brazos, asegurándose qué sus pechos quedarán sobre estos y se vieran aún más grandes.

—Nat... Natasha puedo explicarlo. —Dijo Matty en respuesta un tanto nervioso, la intentaba ver a la cara pero sus senos se interponian y terminaba viendo hacia otro lado.

—Si, nosotros nos perdimos. —Añadió James.

—¿Te perdiste en tu propia casa? —Preguntó Natasha y se río del chico. —Creo que buscaré a sus padres.

—¡No! —Exclamaron al mismo tiempo.

—Haremos lo que quieras pero no le digas a nadie. —Pidió James.

—No volverá a suceder, te doy mi palabra. —Prometió Matty de forma suplicante. Ninguno quería que sus padres se enteraran.

—Bien, los perdonaré con una condición. —Dijo Natasha con una sonrisa en los labios. Vio como los ojos de los chicos se iluminaron y sonrió.

—¿Cuál? —Preguntó James.

—Quítense los pantalones.

Reunión Familiar [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora