Reunión Familiar [+21]

En El Auto

Matt POV

Lo que fuera que estuviera planeando tenía que hacerlo rápido porque si nos tardabamos alguien podría venir. Y si era Sara y me encontraba ahí, sería algo muy feo para mi familia.

Cuando salimos del restaurante y llegamos a la camioneta. La cual estaba rodeada de autos y una pared, solo se podía ver su se pasaba enfrente y no había nadie paseando por ahí.

Sonreí y abrí la puerta con el control de lejos, dejé que Anya se acercará primero y me acerque justo detrás de ella cuando la vi inclinarse a buscar la pastilla y le restregué todo el bulto en le culo, que si me lo preguntaban. Vaya culo el que tenia.

Ella se sobresalto y se giro.

—Tío Matt... —Hice la señal de silencio con mi dedo sobre mis labios y me acerque a besarla.

Si, un beso que comenzó suave y lento y poco a poco escalo hasta ser un beso baboso y lleno de lujuria donde parecía que nos íbamos a comer el uno al otro. Pero el beso duró mucho así que tuve que separarme de ella antes de que alguien quisiera ir por nosotros.

—Debemos irnos. —Dije intentando alejarme. Pero ella no me dejó.

Me tomó de un brazo y me jalo de nuevo, me estaba besando de nuevo con la misma desesperación en sus movimiento que yo tenia, porque debíamos ser rápidos.

Al carajo todo.

La tome de la cintura y le di la vuelta en el asiento, dejando su torso recostado en este mismo mientras mis manos por fin podían ir a meterse debajo de su croptop, solo para toparme con dos hermosos y muy firmes bultos qué abrace con los dedos con naturalidad. Tomé los pezones entre mis dedos y los apreté un poco ganándome un gemido por parte de la menor, dios si que ella era otra cosa.

Desabroche su short luego de unos momentos de jugueteo y extendí la mano a la guantera, sabía que habría condones ahí y saque uno. Desabroche mi pantalón y mientras su short estaba en el suelo junto a su tanguita, el mio no bajo mucho, lo suficiente para sacar mi erección de aquella prisión, si que se sentía bien tenerla libre. Abrí el condon con los dientes y me lo puse lo más rápido que pude. Ella no decía nada pero tenía una mano en la entrepierna, estaba jugando con su clitoris para quedar más mojada de lo que ya estaba, eso sin duda solo me hizo actuar de forma más salvaje, dios me estaba volviendo loco y la culpa podría carcomerme después pero en ese momento era todo lo que quería, me asegure de que nadie viniera pues si alguien nos encontraba sería todo un escándalo.

Con el condon puesto y la verga bien dura comencé a jugar con su coño, meneando mi glande entre sus labios y moviendo las caderas, simulando penetraciones por un par de segundos antes de alinear bien su entrada con mi polla y de un solo movimiento, introducirme hasta lo más profundo, 23 centímetros de gruesa carne entraron sin problema en el coño de Anya y me pregunte que tan usada debería de estar para que lo único que hiciera ante eso fuera gemir y encorbarse un poco.

Imaginarla montando a otros hombres me hizo enrrabiar. ¿A cuantos hombres casados había seducido con ese escote?

Sujete su hombro y sin mucho problema comencé a mover mis caderas de adelante hacia atrás con más fuerza y velocidad cada vez. Podía sentir el interior caliente y húmedo pese a tener el condon puesto y eso solo me hacía querer correrme dentro de su coñito, pero no podia hacerlo, embarazar a alguien no estaba en mis planes.

Los gemido de Anya eran apenas audibles, estaba conteniendolos, su mano cubría su boca mientras yo comenzaba a tener pequeños espasmos. Me seguí moviendo, entrando y saliendo de su apretado coñito, porque si, me estaba apretando como nunca, y yo me tenia que forzar a entrar ahí porque parecía cada vez que entraba, me intentaba expulsar de su interior.

—Dios... Dios... Voy a... —Di varias estocadas más, mientras mi mano en su cadera apretaba con fuerza.

Podía escuchar mi pelvis chocando con su trasero y desde mi punto de vista sus nalgas rebotaban cada vez que mi cadera se movia. Y me corrí, dios como hubiera deseado hacerlo adentro, pero debía dejarlo para otro día.

Ella gimió y yo salí de forma lenta, quería una vista perfecta de mi polla saliendo de ese pequeño coño que me había recibido con tanta facilidad y al final ver como había quedado de abierto. Me quite el condon y lo iba a tirar pero ella se levantó y me lo arrebato.

Lo tomó de la punta y lo volcó en su boca, vi lentamente como el semen caía desde el plástico  a su boca abierta y luego ella lo trago todo. Abrí los ojos y trague saliva, eso sin duda me paro la verga de nuevo pero no podíamos, me subí los pantalones y arreglé la ropa lo mejor que pude.

—Tenemos que volver. —Dije sin verla a los ojos y ella se río.

Me di la vuelta y comencé a caminar antes de que ella me siguiera. Cuando volvimos a entrar, David ya había vuelto del baño y se veía mucho más alegre que antes, sonreí a Sara y me senté a su lado.

—¿Y Amber? —Pregunte al no ver a mi hija cerca.

—Sigue en el baño, pero esta bien. —Respondió mi esposa y asentí.

Luego mi hija llegó, ella estuvo más callada pero supuse que era por lo mismo de que tenía su periodo así que ya no dije nada solo seguí comiendo con normalidad mientras Matty contaba como había perdido una apuesta y terminó vestido de botarga en un estacionamiento peleando con otra botarga.

—Oigan ¿Donde se quedarán? —Preguntó Amber en dirección a David y su familia.

—Oh, buscaremos un hotel. —Dijo David con una sonrisa.

—De ninguna manera. —Respondí de inmediato. —Tenemos dos habitaciones de invitados, seguro alcanza.