Reunión Familiar [+21]

En El Baño

David's Pov

Estaba sentado en la mesa, la charla había fluido con naturalidad entre Sara y yo. Los demás estaban todos en lo suyo, ella me estaba contando como habían pasado los últimos años y todo eso.

Sentí como un algo tocaba mi tobillo, era un pie, por un momento pensé que era de Sara y lo dejé estar, era la esposa de mi hermano de otra madre pero estaba buena, sus senos eran grandes y naturales, sus caderas anchas y un culo gordo que no podía evitar ver cada vez que nos encontramos. Me moví un poco dejando que el pie subiera por mi pierna e incluso metí un poco más la silla cuando lo sentí en mi entrepierna.

El pie comenzó a jugar ahí, moviéndose lentamente y sobre el pantalón pude sentir los dedos delineando mi polla. La cual ya estaba prácticamente erecta bajo mi pantalón. Sonreía mientras observaba a Sara, ella me sonrió pero no una sonrisa cómplice.

De hecho volteo a ver a Natasha cuando ella le hablo como si nada estuviera pasando bajo la mesa. Claro que rápidamente sentí una presión contra mi erección y mi vista fue a parar a Amber, la hija de Matt.

Ella me sonrió coqueta y volvió a presionar con su pie sobre mi erección, abrí los ojos con sorpresa y me levante de la mesa de golpe, intentando ocultar la enorme polla dura que tenía debajo del pantalón.

—Perdón, debo ir al baño. —Fue lo primero que atiné a decir.

Y salí corriendo al baño, entre las mesas mientras intentaba qué nadie viera la erección qué tenía. Gracias a dios cuando entre el baño estaba vacío, no había nadie y eso fue una alegría. Cerré los ojos y luego prendí el grifo para mojarme la cara. Acababa de disfrutar mientras la hija de mi mejor amigo me masturbaba debajo de la mesa y lo peor es que recordarlo solo hacia que mi verga se pusiera más dura.

Suspire intentando calmarme.

—Parece que necesitas ayuda. —La voz de Amber me sobresalto.

Gire mi cuerpo y la observe entrando al baño y cerrando la puerta.

—Amber ¿Qué haces aquí es el baño de hombres? —Pregunte mientras avanzaba hacia ella para sacarla de ahí pero ella no se dejó. Se acercó a mi y puso una mano sobre mi entrepierna.

Tanteando la dureza de mi polla y eso me sacó un jadeo.

—Solo vine a ayudarte, no creo que quieras salir de aquí con esto visible. —Respondió con voz burlona.

Y eso me enojo, ella veía todo como un juego. Era la hija de mi mejor amigo, yo estaba casado y era mayor que ella. Y aunque todo me gritaba que no lo hiciera, mis ansias pudieron más.

—Bien, me ayudaras. —Gruñi con rudeza y la tome del antebrazo.

La jale hasta que estuvimos frente al lavabo y la hice ponerse de rodillas a la fuerza, ella me observó con una sonrisa y yo desabroche mi pantalón. Cuando baje el cierre y tire de este con todo y la tela de mi ropa interior mi polla salió brincando.

27 cm de verga directo a rebotar en el rostro de la pequeña. Era una polla gruesa y larga aunque no tan gruesa. Iba recta casi toda la longitud hasta que en la cabeza se hacía más angosta. Tenía varias venas sobresaliendo de toda la extensión y una lata de bellos púbicos recortados, justo en la boca de la pequeña salieron dos amigos, mis huevos.

Pesados y cargados con leche, que era lo que había enamorado de mi a Natasha, mi capacidad para correrme a mares cuando cogiamos. Y ahora Amber iba a comprobarlo porque no iba a dejarla ir hasta correrme en esa boquita.

Pero no teníamos tiempo, debíamos irnos de ahí lo antes posible pues nos estaban esperando y no quería que alguien nos viera.

Así que tome la base de mi miembro y lo dirigí a la boquita de Amber, presionando con el glande sus bien pintados labios.

—Vamos pequeña, abre. —Ordené y ella así lo hizo.

No espere mucho para sujetar su cabeza y empujar mi cadera hacia adelante sin dejarle espacio a alejarse. Más de la mitad de mi carne entro en su boca de un solo. Aunque eso no hizo que lo quisiera ir por más. Se sentía cálido y viscoso el interior, como cualquier boca. Comencé a moverme intentando ir más profundo cada vez.

Aunque pronto ella comenzó a golpear mis piernas para que la soltará. Parecía que se estaba quedando sin aire pero en realidad eso a mi no me importo. En ese momento era un animar sediento de placer y la boca de Amber era el objeto con el que iba a conseguirlo.

Así que comence a mover más rápido mis caderas, sabía que no la tomaría toda de un solo a la primera y el tiempo no nos alcanzaría para que lo hiciera.

Así que le metía a la boca una y otra vez, solo hasta donde ella podía. Desde arriba tenía una hermosa vista. Su carita bien maquillada estaba roja, los ojos los tenía llorosos mientras parecía rogarme con la mirada que la dejará respirar.

Pero no lo hice, solo aumente el ritmo en mis movimientos, si ella quería que la soltará tenía que hacer que me corriera. Lo cual pasaría rápido porque el morbo de la situación no me daba más tiempo y lo agradecía.

Sujete con ambas manos su cabeza y comencé a moverla como si de un juguete se tratara. Podía oír los gemidos ahogados junto al sonido viscozo de mi polla entrando y saliendo de su boca. Ella comenzó a golpear mis piernas y muslos pero no la solté, incluso comenzó a arañar me pero eso me excito aún más, saber que estaba indefensa ante mi y debía esperar hasta que yo la liberará me hizo sentir en el cielo no podía soportarlo y finalmente me corrí en su boca.

Claro que espere a que todo saliera para sacarle la polla de forma lenta. Ella finalmente respiró y luego tosió un poco.

—¡Me estaba ahogando! —Me gritó y rápidamente tape su boca.

—Shhh... No se habla con la boca llena. —Le dije con firmeza antes de subirme el pantalón. —Deberías arreglarte el cabello.

Ella no me dijo nada, pero salio del baño mientras se pasaba las manos por el cabello qué yo había desordenado con las mías. Me recosté en el lavabo y cerré los ojos. ¿Qué había hecho? Dios, no entendía porque no me sentía mal.

Solo quería una cosa. Volver a hacerlo.