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𝕾𝖆𝖛𝖆𝖌𝖊.
ೄྀ𝑷𝑶𝑽 𝑩𝑰𝑳𝑳.
— Deja de mirarme el culo. — Tom me llamó la atención con un tono burlón por su parte, vireé mis orbes y procedí a meter mi ropa sucia en la bolsa, aún era temprano y después de la incómoda situación en la que les tuvimos que explicar que lo que habían visto no era nada más que un malentendido.
Del cual claramente no nos creyeron, el tema es que ahora Tom se estaba por ir en su moto y yo me quedaría aquí tirado, así que me planté frente a la carretera y me coloqué delante de él.
No podía ver su cara debido al casco, pero me imaginaba la mueca que estaba haciendo.
— ¿Qué es lo que quieres Toy? — Se burló.
— ¿Podrías llevarme a casa hoy? Es que no quiero molestar tan pronto a mi chófer, hoy tenían que armar una celebración y estarán realmente ocupados.. — Suspiré.
— ¿Y eso a mí qué? No me importa, buscate la vida niño rico, seguro que si te ofreces a hacer autostop algún degenerado te recogerá, con esas pintas que me llevas es totalmente probable. — Sonrió con malicia.
— ¿Qué tiene que ver mi forma de vestir con mi actual situación? — Tomé una bocanada de aire para armarme de paciencia. — Claramente te pagaré el viaje, así podrías conocer como es mi hogar. — Me encogi de hombros.
— ¿Están tus padres? — Preguntó con curiosidad.
— No, ellos casi nunca están, solo cuando quieren obligarme a hacer alguna tontería de la empresa. — Desvié mi mirada, para así adelantarme y colocarme a horcajadas sobre la parte trasera de su moto.
— Tú del permiso a la invasión del espacio y la privacidad personal, no te lo conoces, ¿eh? — Chasqueó su lengua.
— Lo cierto es que no y mi cara bonita ayuda de mucho. — Sonreí colocando mis brazos a sus costados, dejando reposar una de mis manos sobre su chaqueta, rozando su abdomen y la otra la coloqué sobre su muslo.
— Ojito con las manos Kaulitz. — Arrancó la moto y con el rugir del león salió disparado, me dio una vuelta por toda la ciudad antes de llegar a nuestro destino.
Coloqué mi cabeza sobre su hombro disfrutando de la fresca brisa rozando mi cuerpo.
— Ruego al tiempo aquel momento en que mi mundo se paraba, entre tus labios. Solo para revivir, derretirme una vez más, mirando tus ojos negros.~ — Canté la melodía sobre su oído, pues este se había quitado el casco.
