⌗𝟎𝟑.

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𝕯𝖔𝖓’𝖙 𝖙𝖊𝖑𝖑 𝖒𝖊

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𝕯𝖔𝖓’𝖙 𝖙𝖊𝖑𝖑 𝖒𝖊.
 
 

ೄྀ𝑷𝑶𝑽 𝑩𝑰𝑳𝑳.
 
 
 
¿Enserio debía escuchar sus comentarios juiciosos sobre mi comportamiento?

¿Sobre mi forma de vestir, maquillarme o llevar mi cabello?

¡No me digan lo que debo de hacer!

Es mi decisión, es mi vida, mi cuerpo, son mis propias reglas.

Estaba harto de escuchar a mis padres cuchichear sobre la mesa, ¿qué si me daban todo lo que yo quería?
Absolutamente sí, aunque solo para mantenerme callado por un rato.
Hoy era Martes, día libre.
Día donde cada uno estaba con su propio celular, cada uno hablando con sus agentes, sus trabajos ocupaban toda su vida.

La familia no existía en mi vida.

¿Una familia perfecta?

Eso era lo que todos creían de boca para afuera, pero cuando estaban aquí, el silencio era lo único que reinaba en este inmenso caserón.

Me sentía sólo.

El sonido de los cubiertos al repiquetear contra los platos, y suspiré.

— Madre, ¿puedo quedar con mis amigos hoy? — Pregunté con incertidumbre.

— ¿Tienes amigos? — Por primera vez mi padre me observó en toda la velada.

Y eso se sintió como un gran latigazo a mi pequeño ego.

— Sí, tengo amigos. — Dije en un hilo de voz. Ni siquiera se habían preocupado en saber algo sobre mis gustos, solo me daban lo que quería, querían mantenerme como a un títere. Como si fuese un juguete que pudiesen colocar en algún estante y se quedaría ahí por siempre. Callado, quieto, indeciso, sumiso. Uno al que podían olvidar siempre que les estorbase.

Pero yo no era así.

— Bueno, pero irás con tus guardias. — Simone me dedicó una rápida mirada, su tono era serio, si le llevaba la contraria me iría mal.

— Esta bien. — Sonreí, pocas veces me dejaban ir libremente por ahí sin que estuviese dando clases o algún otro tipo de entrenamiento para un futuro provechoso según ellos.

Habíamos acabado la comida, ellos se levantaron y salieron sin dar más explicaciones.
Me quedé contemplando el cuadro sobre la chimenea.
Una foto de la familia, éramos yo, mi padre, mi madre y un borrón.
Apenas era un bebé, apenas era un recién nacido, apenas podía balbucear.

𝐓𝐎𝐘. | 𝑻𝑶𝑳𝑳.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora