Volviendo A Amar | Sasuke Uchiha | Canon × OC

Capítulo 6: Tú no eres mi madre.

Narrador.

Una vista hacia el pasado. Unos años atrás de nuestra actualidad, unos días después de la masacre. La herida era más que reciente, ardía, quemaba y aturdia a sus sentidos.

—Sasuke, buenas tardes —saludó con amabilidad, transmitiendo una calidez con ella que le parecía familiar.

Sasuke observó a la mujer con cierta curiosidad, ¿Quién era ella? Le resultaba familiar, más no sabía exactamente de dónde. Abrió su puerta un poco viéndola con atención, su madre lo habría hecho. Ahora él tenía que hacerlo.

—¿Podemos pasar? —preguntó con amabilidad no queriendo ser invasiva. 

—¿Podemos...? —cuestionó ahora él con curiosidad, solo veía una persona ante sus ojos.

Kahori, quien se ocultaba detrás de la falda de la mujer, se movió un poco deteniéndose a su lado. Su piel estaba pálida, y sus ojitos rojizos sorprendieron a Sasuke. Todo producto del luto reciente que habían iniciado.

Luto. Ambas portaban colores oscuros, ropas negras y rostros entristecidos. ¿Por qué estaban de luto? Sus pensamientos se interrumpieron recordándose que debía ser educado, haciéndose a un lado.

—Adelante —respondió con amabilidad. Una amabilidad un tanto apagada y monótona.

Era la poca que podía brindar, las heridas eran recientes, frescas y dolorosas que nublaban el resto de sus emociones.

—Supongo que no has comido, ¿Te molestaría que usé tu cocina? —exclamó con calma. Aquella mujer lo veía con dulzura.

—No, está bien —respondió con desdén.

"Tu cocina" No la de su madre, no la de su hogar, era suya. La de un niño abandonado en un hogar vacío y frío. Un sabor amargo se postró sobre él, tan doloroso.

Ume, era el nombre de aquella mujer. Quien al dirigirse a la cocina dejó que sus dedos delinearan los muebles, llenos de polvo, llenos de recuerdos.

El fuerte edor a ropa vieja se presenciaba en toda la casa, y la fuerte depresión que había azotado al pequeño Uchiha era la responsable.

La mujer se movió por la casa, abrió puertas y ventanas, buscó escobas y trapos. Limpio muebles, trastes y adornos. Sasuke prácticamente no se inmutaba, Kahori menos aún.

Sasuke caminó por su propia casa sentándose sobre el sillón de su sala de estar, Kahori, quien había entrado a pasos suaves, estaba sentada a su lado, en completo silencio.

Algo extraño en ella. Sasuke la observaba de reojo hasta que se atrevió a preguntar algo que puso tensas ambas chicas.

—¿Dónde está Tomoe?
—Él falleció —murmuró la pequeña a su lado. Una sonrisa amarga estaba en sus labios. El ceño de Sasuke se frunció por la confusión, Kahori acariciaba sus rodillas tratando de tranquilizarse.

—¿Cómo...? —murmuró más para si mismo, pero logró ser escuchado por ella.

—El falleció la semana pasada —respondió Kahori con calma. Trataba de ser cortés, hablaba en automático, no le serviría de mucho llorar, ya lo había hecho cada noche antes de ese día.

—La semana pasada... —susurró Sasuke divagando, la semana pasada había ocurrido la fatídica tragedia.

Ume, quien escuchaba toda está conversación en la cocina, soltó los utensilios con cuidado.

—Ocurrió... —murmuró el pequeño mirando hacia el suelo, recordando una vez más algo que nunca podría ser borrado.

—Si... Ahí paso —agregó Kahori viéndolo con atención. Sentía un vacío en su pecho, nunca creyó que alguien podría quedarse sin lágrimas.