Mi cumpleaños

768 38 7
                                    

¡FELIZ CUMPLEAÑOS! -me gritaban todos al unisono y cuando decía "todos" me refería a Gustabo, mi niño, Horacio, mi segundo niño, Freddy, el corrupto, Volkov, el ruso piripi, Greco, este no tiene apodo, y por último pero no por ello menos importante, Jack Conway, mi viejo favorito.

***

Y es que hoy, cinco de junio, era mi cumpleaños y, en este caso, cumplía veintitrés años. Había llegado a la ubicación que me había mandado Horacio con en el regalo que me había dado mi madre, un Audi TT de color azul marino, no me podía quejar para nada. Cuando llegué, me encontré en una caleta alejada de la mano de dios, no había ni el tato. Caminé un rato contemplando las vistas, pues las olas del mar rompían no muy lejos de mi y el bonito color que proporcionaba el atardecer en este solo hacía más que embobarme y perderme en mis pensamientos.

Este viaje astral no duró mucho, puesto a que desde lejos un chico con cresta me gritaba:

-¡AQUIIIII! -mientras alzaba la mano y la sacudía para llamar mi atención.

Giré mi cabeza y, a una distancia no muy lejana, vi a Horacio con los demás. Sonreí y una felicidad enorme me inundó el pecho, así que decicí acercarme a ellos lo más rápido que pude. Corrí hasta llegar a ellos y me fijé que detras de estos había una enorme mesa con sillas y con todo tipo de comida encima.

-FELIZ CUMPLEAÑOS! -me gritaban todos al unisono y cuando decía "todos" me refería a Gustabo, mi niño, Horacio, mi segundo niño, Freddy, el corrupto, Volkov, el ruso piripi, Greco, este no tiene apodo, y por último pero no por ello menos importante, Jack Conway, mi viejo favorito.

-¡Gracias! -agradecí y saludé a todos. A Horacio le di un abrazo eterno lleno de cariño a la vez que lo hize con Gustabo, a Greco le di otro pero más corto al igual que a Freddy, a Volkov dos besos de respeto seguido de un "felicidades" por su parte y a Conway tan solo le di la mano. Muy decepcionada me siento por aquello.

-Sientate que vamos a comer, cerda -me exigió Gustabo y así hice.

Me senté en una de las esquinas de aquella mesa plegabe, a mi derecha estaba Horacio, a mi izquierda Gustabo y a la otra esquina de la mesa estaba Conway mirandome con su característica mirada impotente y destructiva a pesar de cubrir sus ojos con unas gafas de sol.

-¿Cuanta comida habeis comprado? -pregunté riendome, pues había todo lo que me gustaba, ya sea salado o dulce.

-Lo que me dijeron, neno -me contestó Freddy.

-Pues habeis acertado por completo -sonreí y piqué un poco de todo mientras hablabamos de cualquier tema del que te puedes imaginar.

-¿Hay regalos? -cuestiné intrigada.

-Eres una interesada -dijo entre risas Horacio.

-Mentiroso, solo he preguntado -le contesté siguiendo su risa -¿pero hay?

-Que si Nor, que si -me contestó Greco.

-Pues cuando querais me los dais, eh. Yo no presiono -comenté cruzandome de brazos fingiendo indignación.

-Relaja la raja -dijo Gustabo -todavía queda la tarta.

Volkov se levantño de la silla y abrió una bolsa cerca de donde se sentaba Horacio. De esta bolsa sacó una tarta típica de supermercado y me la puso delante mia.

-¡Que bonita! -me expresé tras contemplar que la tarta tenía una imagen de La Patrulla Canina.

-Sabia que te gustaría -comentó Horacio.

-Vaya mierda de tarta -dijo Conway. Sus primeras palabras durante toda la tarde fueron esas "vaya mierda de tarta".

Simplemente Conway.

Ven a mi - One shots Jack Conway y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora