El lugar era espaciado, demasiado diría, fácilmente podrían entrar más de doscientas personas cómodamente, pero era un evento con pocas invitaciones según tenía entendido, así que no circulábamos más de cien personas, y al lugar al ser tan grande, todos podían ir mirando las obras y hablando tranquilamente. Mientras los futuros compradores miraban, pasaban los y las mozas con charolas con copas de champagne y con pequeños y finos canapés.
No tenía hambre, así que agarre una copa, aunque ya estuve bebiendo en la limusina, me parecía que la situación ameritaba tomar un poquito de más y sobre todo si era de la mejor champagne que alguna vez probé, creo que era de la rosa, las burbujitas eran se sentían deliciosas.
En cuanto a la exposición la verdad que era un poco extraña, por lo que podía ver y podía entender, estaba dividida en dos, por un lado, había desde esculturas trabajadas en barro, figuras extrañas, sin forma diría yo, pero que gente la veía fascinada, también habían muchos cuadros muy abstractos, donde estaban hechas con líneas, figuras geométricas, colores de todo tipo, técnicas de pintar con pincel con mano, con cosas, partes del rostro, cada cual veía cosas diferentes en la misma pintura y debatían de una manera que no lograba entender, era un sector abstracto, de eso era lo único que me quedaba claro.
Estaba caminando siguiendo la otra parte de las obras y solo una pintura llamo mucho mi atención, me hizo parar el andar, estaba en el medio de amabas exposiciones, primero porque era muy real, lo que la diferenciaba ya de todo lo visto anteriormente y porque... se parecía a ¿mi?, no se veía ningún rostro, pero la mujer llevaba un vestido rojo, la espalda estaba al descubierto, llevaba un moño de pelo rubio y parecía bailar con una sombra, pero era claramente un hombre, pero él no era llamativo para nada en la pintura. Era como si me hubieran sacado una foto de espalda antes de llegar, estaba completamente distraída y tratando de pensar que era esta coincidencia tan extraña, estaba tan concentrada en la pintura y mirándola que la copa resbalo de mis manos e hizo un estruendo en el piso que provoco las miradas de los mas cercanos
- Lo siento mucho.- dije torpemente, mientras me di cuenta que tenia un leve corte en un dedo.
- Señorita, ¿se encuentra bien?.- me dijo una moza jovencita, no tendría más de 20 años. Me mantuve en silencio y con el ceño fruncido sin saber que decirle ¿estaba bien?
- Si, lo lamento mucho, ayudo a juntar el desastre permítame.- dije rápido y agachándome.
- No, por favor, levántese, ya viene la chica de limpieza, no tiene que hacer nada, mi pregunta era por su palidez y su dedo herido.- dijo muy amablemente la señorita.
- ¿Cómo te llamas?.- dije suave bajando mi mirada a la herida para volver a subirla a sus ojos.
-Pamela.- dijo casi avergonzada. Le sonreí.
-Gracias por preocuparte por algo tan irrelevante, estoy bien y lo siento nuevamente. si te dicen algo por la copa responsabilízame a mi completamente, vengo con Ethan Durand, mi prometido. Buena noche Pamela.
-Gracias señorita.- y me devolvio la sonrisa para proseguir con su trabajo.
Mientras volví a mirarme la herida provocada por el cristal de la copa, volví a girar la cabeza hacia la pintura y sonreí levemente, seguramente habrá sido Ethan que pidió me pintaran como sorpresa, seguía siendo muy extraño, parecía como que predijeron que iba a estar aquí. Nadie más llevaba vestido de este estilo y rojo. En fin, tome otra copa de champagne y busque con la mirada a mi prometido y lo vi hablando con un hombre muy alto, al que le veía solamente la espalda, de camisa negra y vaya que era fortachón.
En fin seguí recorriendo el lugar y por el otro lado de la exposición no se me hacía tan extraña ya que había fotografías de varias cosas también, por ejemplo; personas sin saber que estaban siendo fotografiadas como parejas besándose, señoras mayores con bastones, riendo, ojos en primer plano, rostros de hombres tristes y niñas saliendo del colegio riendo con sus mamás, también habían muchos gatos de diferentes tamaños y estilos, y parecían posar ante la cámara , muchos bostezaban, otros simplemente disfrutaban el sol y parecían gozar de la compañía del creador de las fotografías, también habían muchas flores, pero predominaba sin duda la rosa blanca, también tenia varios tipos de ventanas y puertas, ¿Qué querría significar eso? ¿Qué habrá atrás de cada puerta?, luego había un sector donde estaban partes del cuerpo que jugaban con la luz y sombra, note también que el artista jugo con los elementos, puso de ejemplo a una sola persona representándolos. En una foto tenía un vestido blanco largo y parecía ser suave que volaba junto con su pelo y cerrando los ojos mientras se abrazaba asimisma; viento. En otra tenía una rosa también blanca ardiendo en llamas y ella agarrándola del tallo, la miraba con un deseo que traspasaba la foto a leguas, el ardor de la flor se reflejaba en sus ojos; fuego. La siguiente estaba nuevamente con el vestido blanco de la primera pero arrodillada en un bosque tocando el piso y apretando con fuerza haciendo que se le ensucien sus manos; tierra. Y la última estaba desnuda, pero solo se veía su rostro reflejado en el mar, la foto fue sacada desde el reflejo, no directamente, ella se cubre su desnudez, pero al mismo tiempo se entrega al arte; agua.
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Adicción
RomanceÁmbar y Charlie se atraen, se desean con una pasión que nunca habían conocido hasta encontrarse. Ambos vienen de mundos diferentes, ella es bailarina profesional, pero debe dejar los escenarios para estar con su prometido Ethan, el cual es un empres...