Capítulo 22: ¿Ignorar?

54 3 0
                                    


NOTICIÓN

¿Matty borracho?

Stephanie:

Algo me apuñala por la espalda. Y no es un puñal subjetivo, y se me está clavando en el culo. Abro los ojos y noto dos brazos rodeándome y apretándome contra él, por un momento disfruto del calor de su proximidad, su olor y de la seguridad que me trasmite. Al otro me doy cuenta de que lo que se me está clavando en el culo es su...eso.

–Matthew.

–Stephanie...–no está despierto cuando le miro, entonces...hostia puta.

Hostia puta.

HOSTIA PUTA.

ESTÁ TENIENDO UN SUEÑO GUARRO CONMIGO.

¿Y qué hago yo ahora? Porque anoche me besó...ahí,pero ahora no se como funciona esto.

Yo: CHICAS, ¿QUÉ SE HACE SI TIENES A UN IDIOTA CAÑÓN DURMIENDO EN TU CAMA Y TENIENDO UN SUEÑO GUARRO CONTIGO MIENTRAS TE APUÑALA POR DETRÁS?

Maia: COMOLLLLLLL

Katie: no se, deja que busco en Google.

Yo: ¡¡no busques eso!!

Maia: Que no cunda el pánico. Steph, te apartas DELICADAMENTE de él y bajas a bajo hasta que se despierte.

Katie: Si si y haces como si no pasara nada.

–O te ofreces a terminar lo del sueño de ese "idiota cañón" –ofrece Matt con voz ronca y yo intento no morir.

–Me estás apuñalando.

–No seas exagerada.

–Es verdad, me va a apuñalar. Siento haberte juzgado, seguro que da para la expectativa lectora.

–Entonces, ¿te ofreces?

–No, voy a preparar café. Además tenemos que hablar de eso.

–¿De qué?

–Espera...¿tú te acuerdas de lo que pasó anoche aquí?

–Me acuerdo hasta lo de "voy a hacerme un tatuaje".

–QUEEEEEEEEEEEEEEE ME ESTÁS MINTIENDO–grito sorprendida.

–Ehhhhh.

–AY DIOS MÍO.

–No grites–gruñe y se acurruca contra mi un poquito más.

Si no se acuerda de esto, ¿se acordará de mis cicatrices y de todo lo que le conté? Porque sinceramente no quiero repetirlo.

–Es que...wow.

–¿Qué pasó?

–No sé, yo tampoco me acuerdo.

–Ajá–noto sus labios sobre mi cuello y estoy segura de que besa su marca–no sabes lo que me gusta esta marca–la besa de nuevo con más ganas–no tienes ni puta idea.

–Según lo que se me clava en el culo si.

–Stephanie–susurra en mi oido.

–¿Qué?

–Estaba intentando tener un momento subido de tono y lo has arruinado con tu comentario.

–Pero es que es verdad.

–Vale pues ahora no vas a salir de aquí.

Sus brazos me aprietan más contra él y noto como me pasa una de sus piernas por encima.

El odio de un falso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora