ONLY (YOONMIN)

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No era fan de los lugares ruidosos ni mucho menos con demasiada gente sin embargo ahí se encontraba junto a Namjoon logrando entrar al lugar después de casi una hora de espera.

—Aquí suele venir gente de todo tipo así que no te preocupes, tú diviértete.

Yoongi no dijo nada así que solo se dejó guiar hasta unos asientos que estaban cerca de la barra.

Todo había transcurrido con tranquilidad, había bebido lo suficiente como para que su cuerpo se relajara y olvidara por un momento el estrés que había acumulado en los últimos días.

Miro a su alrededor viendo las luces parpadear por todo el lugar hasta que su mirada se detuvo en un par de chicas besándose sin alguna preocupación.

No pudo evitar sorprenderse así que volteo hacia donde estaba Namjoon y se percató que este también las miraba solo que no mostraba ninguna reacción.

—Te lo dije.

Yoongi solo volvió a tomar de su bebida  observando de nuevo a su alrededor dándose cuenta que no eran las únicas, al parecer también había una que otra pareja pero ahora de chicos.

—¿Que tan seguido vienes?.

—Ya es la tercera ves que vengo y créeme que el ambiente se pone bueno, he podido conseguir chicas muy hermosas. Incluso un par de ellas como las que viste besándose me han propuesto tríos y créeme cuando te digo que ha sido una experiencia muy buena.

—Así que ese es tu plan, ya era muy raro que no viniera alguien acompañándote o apareciera a última hora.

Namjoon se carcajeó, sin duda lo había descubierto aunque la verdad era demasiado obvio.

—Que te digo, me encantan las chicas y quien soy yo para negarme a ellas. Voy al baño, no te vallas a menos que tarde más de veinte minutos y ten.

Yoongi solo asintió desinteresado tomando la tarjeta de crédito, la mayoría de veces era así con él así que ya estaba acostumbrado, solo se enfocó en relajarse pidiendo más tragos que le resultaban prácticamente gratis.

Como era de esperarse Namjoon ya no regreso así que con su bebida en mano decidió moverse para conocer más el lugar.

Camino un poco por los alrededores dándose el tiempo de disfrutar cuando al girar para regresar donde había estado un chico chocó con el derramándole encima su bebida.

—¡Maldición, no pueden tener mas cuidado!.