"Tenya, ven aquí" la voz de Mei le llegó tan pronto como abrió la puerta de su taller.
Iida se había convertido en la rata de laboratorio de los nuevos y mejorados bebés de Mei, como ella llamaba a sus creaciones, desde la primera vez que fue a buscar mejoras para su traje al comienzo del año escolar.
Fue horrible tener que explicar a sus padres cómo una niña le había roto el brazo con un destornillador. O cómo había sufrido una conmoción cerebral porque el escape de su jetpack era demasiado potente.
Incluso él se sorprendió de por qué seguía aceptando ayudarla, a pesar de que cada una de sus visitas había terminado en la enfermería de la escuela.
Tenya continuó caminando hacia donde escuchó la voz, llegando a la puerta que lo llevaría al almacén. Al abrirlo fue recibido por la imagen de Mei con lencería de gato.
Tenya intentó hablar pero su cerebro no funcionaba bien.
"Por lo que leí en Internet, a los chicos les gustan este tipo de cosas" dijo Mei, poniendo su mano en su cintura. "No entiendo por qué, es incómodo"
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"¿P-por qué llevas eso?" Preguntó Tenya, sin saber dónde poner los ojos.
"Me has ayudado mucho estos meses, así que decidí darte una recompensa" dijo Mei. "Vamos, pasa"
"Gracias, pero eso no será necesario" comenzó a darse la vuelta para irse, pero fue detenido por un par de brazos alrededor de su cuello.
"No seas tan tímido, grandullón" dijo Mei poniéndose de puntillas para poder mantener el agarre sobre su compañero. "Será divertido"
Tenya no pudo decir una palabra más cuando la niña lo tomó de la mano y lo arrastró dentro del almacén.
El lugar estaba lleno de estanterías, con una mesa en medio de la habitación.
"No tengo condones, pero tomo la pastilla, así que puedes hacer lo que quieras" Mei soltó la mano de Tenya, que todavía no se había movido.
La chica caminó hacia la mesa y se inclinó, sacando el trasero.
"Aquí, vamos, Tenya" Mei se bajó las bragas hasta las rodillas, mostrando su coño. "No tengo todo el día" la chica comenzó a menear las caderas.
"No deberíamos hacer esto" dijo Tenya. "Si alguien nos descubre, nos expulsarán. Además, somos demasiado jóvenes y..."
"No pienses, solo hazlo" Mei lo interrumpió. "No es bueno que la cabeza piense demasiado en las cosas. Y si estás demasiado preocupado de que nos encuentren, nadie podrá entrar a esta habitación sin los códigos de acceso" comento.
Tenya caminó unos pasos hacia Mei, que todavía estaba en la misma posición.
Se desabrochó el cinturón y dejó que sus pantalones y boxers cayeran sobre sus rodillas.
