Moon Necklace | Soonhoon

t r e i n t a y c i n c o

Jihoon lo miró a los ojos.

No lo pensó dos veces.

Soonyoung, el hombre que estaba seguro de amar.

Necesita estar con él, al menos una última vez.

Corrió fuera de la línea y pasó junto al guardaespaldas, sin saber que su decisión pronto lo dejaría hecho pedazos.

Jihoon intentó sonreír, Soonyoung parecía herido desde el otro lado. Tanto que parecía como si estuviera llorando.

A lo lejos, pudo ver la sonrisa de Soonyoung. Pero lo que pasó después fue todo borroso.

La gente lo rechaza. Sintió como si el mundo se volviera en su contra.

Sintió que alguien lo golpeaba en la cabeza, haciéndolo sentir somnoliento.

-S-Soonyoung...- susurró Jihoon, tratando de defenderse de las personas que lo bloqueaban. A cada lado, un guardia sostenía cada uno de los brazos de Jihoon. Intentó escapar, pero su cuerpo y su mente estaban fuera de lugar. En cambio, cae al suelo.

No sabía qué hacer, en ese momento conocía la verdadera definición de débil. Estaba sentado allí, tratando de pensar en una salida, pero todos sus planes estaban empezando a fallar.

Volvió a mirar hacia arriba cuando vio que uno de los guardias se miraba entre sí y de repente comenzó a asentir.

-Ese es Kwon Soonyoung, ¿verdad? El que quiere el jefe. Escuché que si lo atrapamos, nos llevaremos un gran premio.- Jihoon escuchó decirse a uno de los guardias.

Quería gritar. Sólo quería verse a sí mismo fuera del mundo.

Jefe...?

Observó cómo cinco hombres llegaban a Soonyoung, todos vestidos de negro, incluso sus rostros no se podían ver.

Uno de los hombres pateó a Soonyoung y lo tiró al suelo. Intentó levantarse pero recibió otra patada en la espalda, pero aún más fuerte.

Un hombre que estaba allí sacó algo de su gran bolso. Un arma.

La gente en el aeropuerto gritaba, intentaban escapar del caos que estaba ocurriendo. El hombre enfrentó el arma detrás de la cabeza de Soonyoung, haciéndolo incapaz de moverse ni un centímetro.

Jihoon miró. Quería ayudar, quería ser un príncipe que salvara a quien ama. Abrió la boca, intentando decir cualquier cosa que se le ocurriera.

-¡¡¡SOONYOUNG!!! ¡LUCHA! ¡¡¡POR FAVOR!!!- Gritó Jihoon a todo pulmón. Sintió que otro guardia lo golpeaba en la cabeza, pero no le importa. Soonyoung estaba justo delante de él, sufriendo aún más dolor. Su corazón latía más rápido que nunca. Soonyoung estaba justo frente a él, a punto de morir.

El hombre tiró del cabello negro de Soonyoung y lo hizo arrodillarse. Jihoon observó mientras el resto de ellos comenzaban a patear a Soonyoung en su rostro una vez perfecto como de porcelana. Pronto salió sangre de un lado de su frente.

Pero lo que más asustó a Jihoon fue que Soonyoung ni siquiera se defendió.

Jihoon miró a los ojos del guardia, ambos ignoraron a Jihoon.

-Por favor, te lo ruego. ¡Dejarle ir! ¡Él no hizo nada malo! Es inocente. Por favor, déjalo ir.- Gritó Jihoon, aún sin seguir sus órdenes.

Volvió a mirar a Soonyoung, que todavía estaba siendo golpeado. Soonyoung miró hacia abajo, avergonzado.

-¡Así es, ratita! Crees que eres perfecto para escaparte y vivir felices para siempre, ¿eh? Bueno, eso es una lástima. ¡No vas a recibir nada!- Le gritó el hombre a Soonyoung, dándole una patada en el estómago. Soonyoung tosió sangre, la vista hizo que Jihoon doliera aún más.

Continuaron haciendo eso, sin importarles si la gente a su alrededor comenzaba a entrar en pánico aún más. No les importaba si la sangre de Soonyoung saldría aún más.

Justo ante sus ojos, un charco de sangre estaba justo delante de Soonyoung. Su ropa estaba empapada de sangre. Haciendo que la vista fuera tan desagradable.

Jihoon ni siquiera podía mirar. Simplemente cayó al suelo mientras escuchaba los gritos de las personas cerca de él. De todos, él fue el que menos ayudó. De todos, él al final se convirtió en el perdedor.

Jihoon miró a Soonyoung nuevamente, vio que tenía la cabeza hacia abajo, aceptando cada golpe y patada que le daban.

¿Por qué?

¿Por qué Soonyoung estaba haciendo esto?

¿Se había rendido ya?

¿Por qué todavía intentaría hacer todo esto?

-Soonyoung, por favor. No hagas esto.- Dijo Jihoon lo suficientemente alto como para que Soonyoung lo escuchara. Jihoon observó cómo la cabeza de Soonyoung se levantaba y gotas de lágrimas comenzaban a caer.

Jihoon miró hacia arriba cuando vio a Chunhua caminando frente a las personas que abusaban de él. Su aura era mala y fría, lo que hacía que la gente quisiera esconderse de ella.

Ella los miró fijamente, fulminando con la mirada.

-Hombres, paren esto. Es insalubre verlo. Lleva a la bestia al escondite. Apurarse. Ahora.- Dijo antes de irse.

Regresó, tomó la mano de Jihoon y lo llevó a la entrada del avión. Jihoon no pudo defenderse. Echó un último vistazo a su amante. Una ultima.

Soonyoung fue golpeado. Observó cada paso mientras Jihoon se alejaba. Había sangre saliendo de su frente y de sus labios una vez rosados.

Soonyoung miró fijamente a Jihoon antes de sonreír. Incluso si estaba así de herido, aun así logró sonreír. Para mostrarle a Jihoon que estaba bien.

Soonyoung terminó la sonrisa pronunciando palabras que ya era demasiado tarde para decir. Palabras que Jihoon nunca quiso escuchar.

-Lo siento.

Jihoon frente al hombre que ama, incapaz de salvarlo.

La última vez que verá su sonrisa.

La última vez que lo verá.

La última vez que dirán "por siempre y para siempre".

❤️❤️❤️