c u a r e n t a y c i n c o

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Jihoon caminó primero. No quería ser un cobarde. No aquí, no ahora. Tenía que ser fuerte.

El olor a sangre por todas partes entró en sus fosas nasales. Fue aterrador.

-¿Estás seguro de que está aquí? Huele a ratas muertas.- se quejó Jian, tapándose la nariz con disgusto. Era un lugar grande. Tan grande que cubre todo el sótano del centro comercial.

Jihoon dejó de caminar. Esto también hizo que Jian se detuviera sorprendido.

-¿Qué? Santo Crajian se tapó la boca.

Fue la cosa más aterradora que jamás haya visto. Un cadáver con el cráneo aplastado.

Jihoon se tapó la boca, tratando de calmarse. Mira a Jian, quien grita de miedo.

-¡¡¡QUÉ MIERDA!!!- Gritó, haciendo que Jihoon se tapara la boca.

En ese momento, escucharon pasos corriendo hacia ellos. Jihoon sintió que su corazón se aceleraba mientras mantenía la boca cerrada.

-Joder.- Susurra entre dientes.

Mira a su alrededor, hasta encontrar los ojos de uno de ellos. Tenía el alfiler.

-¡Intrusos! ¡Y no unos intrusos cualquiera, es el Sr. Lee Jihoon en persona!- Dijo caóticamente el hombre mientras llamaba a las demás personas que los rodeaban en un círculo.

Jihoon se quedó cerca de Jian. El miedo se elevó contra sus cuerpos.

-Mierda, mierda, ¿qué hacemos?- Jihoon entra en pánico cuando todos comenzaron a acercarse a ellos. Jian piensa durante unos segundos, analizando las posibles cosas que pueden hacer para salvarse. Sus ojos se iluminaron, una idea surgió sobre su cabeza.

-Nosotros peleamos.

Observa cómo Jian se libera de Jihoon e inmediatamente corre hacia el hombre más cercano, dándole un puñetazo en la mejilla, haciéndolo sonreír victorioso.

-No creas que hemos terminado todavía.- El hombre le dio un fuerte puñetazo a Jian, lo que le hizo caer al suelo.

Recibió otro golpe que lo hizo caer por completo. El hombre le pisó el pecho, intentando aplastarlo. Agarró una pequeña pistola y le apuntó directamente a la cabeza.

Jian lo miró fijamente y gruñó.

-Mátame entonces.- El hombre le devolvió la sonrisa, sus dientes torcidos le daban un susto de muerte.

-Lo que digas.

De repente, el hombre cae al suelo y la sangre brota de su cabeza.

-¿Fue... golpeado por algo..?- Jian se quedó mirando confundido, tratando de descubrir qué estaba pasando. Levanta la vista y ve a un hombre joven, con una sonrisa irritada en su rostro mientras sostiene un bate de béisbol de metal cuya punta estaba cubierta con un poco de sangre.

-Maldición. Ambos vinieron aquí desarmados. Ustedes tienen agallas. Mi nombre es Xu Minghao. No sabía que llegarías temprano.- Sonrió perezosamente mientras Jian era detenido por él.

Jian sonrió, ambos tenían ojos malvados y planeaban dañar a otros.

-No hay tiempo para presentaciones, vamos a matar a estas perras.- Jian sonrió estrechándole la mano. Miró hacia atrás y vio que los hombres tenían una expresión de sorpresa en sus rostros.

-¡Un traidor!- Gritó uno de los hombres mientras temblaba mientras empuñaba un arma. Ambos chicos comenzaron a atacar a los otros hombres mientras intentaban desesperadamente sobrevivir.

Jihoon abrió los ojos, eran poderosos. Uno por uno derribaron a un hombre, matándolos o hiriéndolos gravemente.

Él aprieta su puño. Durante todo este tiempo, él fue la única persona que no ayudó en absoluto. Ahora un completo desconocido les está ayudando mejor que Jihoon.

Moon Necklace | SoonhoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora