A y treinta y cuatro estoy en la plaza pero Dani aún no ha llegado. Cosa que no me hace gracia ya que odio esperar por encima de cualquier otra cosa.
Gracias a Dios pronto aparece y se acerca a mi sonriente.
Media hora después sigo estando igual de incomoda que al principio y me da la sensación de que él lo nota pero no dice nada.
- ... Y además tampoco entiendo que rollito se trae Sofía con mi hermano.- Dice, y entonces en ese momento le hago caso.
- A mi tampoco me hace mucha gracia.
- ¿Cómo?- Parece que no entiende mi comentario.
- A ver, no conozco mucho a tu hermano.- Miento.- Pero si he podido comprobar que Sofía cambia más de chico que de ropa interior.
Dani me mira y sonríe.
- Podrías ayudarme a hacerle entrar en razón, eres de los pocos que piensan como yo.- Bromea.
Es una de las pocas veces que este chico me transmite confianza y posiblemente no haga falta que intervenga en todo el jueguecito de la lagarta con Jesús si le cuento a su hermano y que se encargue él de ponerle al tanto.
- Oye Dani...
- Dime.
Y le cuento absolutamente todo lo que Nuria escuchó en el baño del colegio.
Una vez lo he soltado todo en parte me arrepiento ya que Dani no parece entender lo que acabo de contarle y me da la sensación de que me hará muchas preguntas a las que no se si encontraré respuesta.
- ¿Por qué Jesús?
- Yo qué se, lo que tienes que hacer es contárselo a él.
Dani asiente y cambia de tema.
Una vez en mi casa, después de que me acompañará a casa, me encuentro a Kelsey y Leila ya en pijama sentadas en el suelo del salón. Miro el reloj, las 8:09, pensaba que era mucho más pronto.
Subo a mi cuarto, me cambio y bajo con mi hermana y Leila.
Les cuento que Dani se encargará de hablar con su hermano y parece que les alegra.
- Vale, pues me subo a mi cuarto. Lizi mañana miramos lo de historia que ya es tarde.- Kelsey se retira pero antes besa mi mejilla y se despide de Leila.
Mi mejor amiga y yo cenamos y horas después, cerca de las seis de la mañana, decidimos dormir.Mala elección, al día siguiente las dos nos dirigíamos al instituto con hora y media de sueño en el cuerpo.
Una vez en clase Joel se acerca a mi y a Leila y esta se va con él, lo que hace que me quede sola. Saco una de mis libretas y me decido por acabar un dibujo que empecé hace unos días.
Dani se sienta a mi lado y observa como doy leves toques en el papel con el lápiz.
- Ayer hable con él.- Dice sin dejar de mirar lo que hago.
- ¿Y que te dijo?- Le contesto mientras dibujo.
- No ha venido.
Aparto la vista del folio y miro a mi alrededor, no está.
- Al parecer le gustaba desde hace tiempo.- Sigue diciendo.- ¿Desde cuando dibujas?
- ¿Cómo le puede gustar esa?- Le digo irritada.
- No sé, se ve que a la gente le gusta enamorarse de imposibles.- Dice fingiendo cierta ironía.
¿Acaso lo sabe?
- ¿A quién más conoces que le pase como a él?- Finjo no estar enterada, pero al ver que no muestra desconcierto, más bien preocupación, me doy cuenta de que mi secreto esta a salvo.
- Elizabeth no hablaba enserio.- Dice frotándose los muslos con las manos, quitándose así el sudor.