Pasó una semana desde la noticia, una semana en conflicto consigo mismo y el universo.
Si alguien le preguntara; ¿extrañabas el sentimiento? Lo negaría una y mil veces.
Era consciente de lo irracional, inmaduro e incluso infantil que era al evitar sus sentimientos, al intentar ahogarlos en el sudor de su ejercicio e ignorar que John MacTavish estaría pisando la misma base que él como en los viejos tiempos. Sabía que gritarle a los nuevos reclutas y castigarlos durante horas no le ayudaría en nada, ni siquiera le ayudaba en forma de desahogo.
Sabía que estaba siendo idiota.
Entonces, ¿qué mierda planeaba hacer? ¿Tratar como la mierda a MacTavish también? No sería ético, aunque evitarlo serviría (por un tiempo), pero de ser necesario lo haría.
"¿Algo más que necesite, teniente?". La voz del sargento que estaba ayudándolo con los reclutas le hizo mirar hacia abajo, directo a los ojos azules del hombre. Asqueroso acento estadounidense.
"No, retírese". Y así lo hizo, su mirada no se movió de aquel hombre hasta que perdió de vista su silueta.
Por donde el sargento se fue, uno nuevo venía corriendo con evidente emoción en su rostro. Gaz. Le fue algo extraño, ya que hace demasiado tiempo no veía corriendo de felicidad al sargento del capitán.
"¡LT, LT!". Ghost ayudó a acortar la distancia entre ambos dando cuatro zancadas grandes. Si bien el rostro ajeno era portador de una sonrisa inmensa, igualmente lo era de preocupación y angustia. Repulsivamente sentimental como siempre, pensó Riley. "¡Llegó, llegó ya!".
¿Llegó? ¿Quién llegó?
Oh.
De eso se trataba.
Un escalofrío le heló la sangre e hizo que se detuviera abruptamente al darse cuenta, su estómago se revolvió y sus oídos solo pudieron centrarse en la respiración irregular del sargento Kyle "Gaz" Garrick frente a él.
No esperaba que fuera tan pronto.
Movió el peso de su cuerpo de una pierna a otra. No mostrarse afectado por eso era lo que deseaba hacer.
"Excelente, ¿es obligatorio recibir al capitán?". Sorprendentemente su voz salió dura y fría, profesional, tal y como esperaba que fuera.
Garrick se tensó frente a él y su rostro demostró la creciente decepción dentro suyo. La sonrisa se borró de forma inmediata.
"¿Estás hablando en serio?". Ladeó su cabeza aparentando no entender de qué se trataba. "Creí que recapacitarías e irías a arreglar las cosas". Suspiró. "Como sea, el cap te llama en la sala de reuniones". Y sin esperar respuesta alguna salió huyendo por donde llegó.
¿Cómo repararía algo que él no dañó?
No juzgaba a Garrick, nadie le contó lo que sucedió realmente.
Él mismo huyó de sus propios sentimientos al darse la vuelta en la dirección contraria.
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