Años en guerra: Parte 3: La guerra de los magos -COMPLETO-

Capítulo 66- Comienza

A/N

Mi más sincero agradecimiento y gratitud a Nachtrae por tomarse el tiempo para leer, editar y comentar sobre este Capítulo. Ella hace un trabajo increíble y tengo la suerte de tenerla como mi beta.

También me gusta extender gracias al segundo lector beta en este proyecto: XxHecatexX. Ella ha estado allí para corregir errores, señalar lagunas y, en general, patear mi culo a la escritura según sea necesario.

Capítulo 66

Comienza.

Es cierto que los anillos usados por cada miembro de la Legión no fueron diseñados para transmitir mensajes en todo un país, sino como Harry esperaba, había legionarios más que suficientes a su alcance para recibir su llamado a las armas.

Alice Tolipan estaba descansando en su patio trasero en una hamaca con un libro cuando sintió que el anillo se calentaba. El mensaje le llevó solo un momento descifrarlo. Sintió un destello de miedo cuando lo leyó y no dudó por primera vez en su vida. Esta fue, en muchos sentidos, la decisión más importante en su vida: la segunda a la decisión de asistir a Hogwarts. Sus padres habían apoyado su elección, pero a veces, se preguntaba si se arrepintieron. Ella no se arrepintió, pero ahora. Ella se puso de pie, "¡Mamá! ¡Papá!" ella gritó: "¡Tengo que irme! ¡Volveré tan pronto como pueda!"

"A dónde vas Alice?" su madre le gritó de vuelta.

Por primera vez, dudó, preguntándose si debería mentir o decir la verdad. Decir la verdad significaba que no había forma de que la dejaran ir, especialmente si era para pelear una guerra. "YO... Solo me tengo que ir."

Ella ya estaba de pie y corriendo por la casa cuando su padre la bloqueó, por la puerta principal, "¡Alice! No irá a ningún lado, a menos que responda la pregunta." Miró a su padre y no necesitaba mirar detrás de ella para saber que su madre estaba bloqueando su salida de la sala de estar.

"Yo ... solo ..." ella sacudió la cabeza, "¡Por favor, me tengo que ir!"

"Puedes ir, tan pronto como nos digas dónde", dijo su madre razonablemente. Se necesitan nervios de acero para ser padres. Pero se necesitan nervios de otro tipo para ser padre de una bruja muggleborn, que desaparece en una escuela que nunca se puede visitar, ni siquiera se puede ver. Se necesita otro conjunto de nervios para aceptar que su hijo pasará su vida, literalmente, en otro mundo, y de muchas maneras se convertirá en la oveja negra de la familia.

Alice, por supuesto, no le había dicho nada a sus padres sobre la Legión, o sobre Voldemort, sus Mortífagos y el caos que habían causado en el pasado, y había comenzado a causar una vez más. "Ayudar a algunos amigos", dijo finalmente. "Mamá, papá, por favor. Déjame ir!"

"Quiénes son estos amigos?" desafió a su padre.

"Desde la escuela", dijo, "Mira que no tengo tiempo.." dejó que su varita se le rompiera la mano desde su funda de muñeca, algo que todo legionario tenía. Sus padres habían estado agradecidos al saber que ella era una bruja, y las explicaciones de tantos sucesos extraños. Pero ahora tenía su varita en la mano, y sus padres, que habían visto a su hija, crecer y madurar a pasos agigantados, se preguntaban, ¿hasta dónde llegaría para salir? Más importante aún, ¿hasta dónde empujarían sus padres? "Por favor muévete", suplicó.

Los padres pueden ser peores que los del diablo cuando se trata de cosas que no tienen una forma real de entender, o incluso comenzar a comprender, su negativa la dejó sin otra opción, en absoluto, "Yo solo... Los amo a los dos, ¿lo sabes? Bien?" Sus padres la miraron fijamente, ambos bloqueando la puerta principal.

"Por supuesto que lo sabemos, pero qué es..."

Ella los abrazó a ambos brevemente, "Entonces por favor, no pienses menos en mí por desobedecerte. Estoy haciendo lo correcto, en lugar de lo que es fácil." Besó a su madre en la mejilla y dio tres pasos atrás. Torció el anillo en su meñique izquierdo en un círculo completo, y desapareció, dejando a sus padres mirando en estado de shock el espacio vacío donde su hija había estado parada momentos antes.