Años en guerra: Parte 3: La guerra de los magos -COMPLETO-

Capítulo 81 - La Falta de Calma antes de la

A/N

Mi más sincero agradecimiento y gratitud a XxHecatexX por tomarse el tiempo para leer, editar y comentar sobre este Capítulo. Ella hace un trabajo increíble y tengo la suerte de tenerla como mi beta. También ha estado allí para corregir errores, señalar lagunas y, en general, patearme el culo para escribir según sea necesario.

Capítulo 81

La Falta de Calma antes de la Tormenta

Desde la caída del Ministerio, había tomado entonces seis semanas. Seis semanas para destruir una comunidad mágica y reemplazarla con. Que otra cosa sería un régimen totalitario que era una unión casi perfecta del Estado de la Policía Comunista y el Fascismo Nazi. Sus políticas e ideales solo intensificaron el éxodo ya en curso. De hecho, muchas razas mágicas como los Vampyres y los Werewolves habían abandonado el país por completo. Los mestizos y el muggle nacidos habían sido rápidos en hacer lo mismo, pero Voldemort estaba decidido a hacer todo lo que estuviera a su alcance para garantizar la pureza de su imperio eliminando todo rastro de los "elementos indeseables que han plagado durante mucho tiempo a la sociedad mágica."

La definición del Señor Oscuro de "indeseable" excluía prácticamente a todas las razas de seres mágicos no humanos sin pruebas verificadas de al menos cuatro generaciones de ascendencia de sangre pura. La ironía era que fueron los Goblins quienes recibieron la prueba de las líneas de sangre paternas y maternas a un costo exorbitante para el gobierno a cambio de que se los dejara lo suficientemente bien solos, algo que todos saben que nunca duraría.

Los Goblins eran oficialmente neutrales en lo que esencialmente se llamó un "Conflicto Mágico." Sin embargo, para su propia seguridad, los Goblins habían eliminado gran parte de su propia riqueza e inmigrado a casi toda su población a "territorios más tranquilos." Gringotts solo estaba tripulado por una fuerza de voluntarios de Goblins que consideraba que el peligro pagaba una remuneración suficiente por tener que mantener el equilibrio de la navaja de afeitar entre las dos facciones mágicas en guerra. Los Goblins tenían que mantener la capa de neutralidad al menos, incluso si estaban proporcionando una gran cantidad de suministros a Hogwarts a precios más altos, algo que Harry había aceptado para que los duendes no perdieran al aceptar NO vender al Ministerio.

En un movimiento sin precedentes, se habían levantado las Salas de Guerra de los 100 Años. Esto efectivamente cerró las fronteras de la nación a todas las formas de transporte mágico. El efecto de tales salas también lo sintieron los muggles, que no habían podido explicar las inclemencias del tiempo, las impredecibles aguas oceánicas y desconcertantes "fenómeno eléctrico o magnético que hace que los viajes aéreos sean una empresa extremadamente insegura en este momento." Las salas eran una fuente de diversión sarcástica: "No quieres que nos quedemos, ¡pero tampoco nos dejarás ir! "

Por supuesto, la bruja o mago común, atrapado en el medio tenía solo un bastión al que recurrir: Hogwarts. Voldemort había dejado a todos los llamados indeseables y no deseados reunidos en Hogwarts, jurando lealtad a la Luz, a la Legión y más de una vez a Harry Potter. La Legión era plenamente consciente de la simple brutalidad de la estrategia de Voldemort: Obligar a los enemigos de su régimen a congregarse, y aplastarlos en una sola batalla campal. Así Hogwarts era el yunque. La única pregunta que aún no se había respondido: ¿Cuándo caería el martillo?

Ese diciembre, la nieve yacía espesa sobre los terrenos de Hogwarts, y la Navidad todavía estaba a tres semanas de distancia. Harry suspiró mientras estudiaba el Gran Salón desde su punto de vista en la Mesa de Gryffindor. Esta había sido una vez una escuela que pensó, y se convertirá en el sitio de nuestro último stand para unos pocos miles, incluyendo lo que queda de los Aurores, La Orden del Fénix, mi Legión y los refugiados.