Años en guerra: Parte 3: La guerra de los magos -COMPLETO-

Capítulo 75 - Caída de la Casa de la comadreja

A/N

Mi más sincero agradecimiento y gratitud a XxHecatexX por tomarse el tiempo para leer, editar y comentar sobre este Capítulo. Ella hace un trabajo increíble y tengo la suerte de tenerla como mi beta. También ha estado allí para corregir errores, señalar lagunas y, en general, patearme el culo para escribir según sea necesario.

Encuentra la lengua en Cheek referencia de armas de ciencia ficción/fantasía. Aquí hay una pista: La primera película salió en la década de 1970, y ha habido dos trilogías desde entonces, comenzando con los episodios 4-6, y luego los episodios 1-3...

Capítulo 75

Caída de la Casa de Weasely

Halloween estaba a sólo unos días de distancia, y Fred Weasely silbó sin sintonía bajo su aliento mientras salía de la trastienda de Weasely Wizarding Wheezes, ubicada en el número 93 de Diagon Alley. En lo que respecta a los negocios, todavía estaban en negro, aunque apenas. El negocio de bromas y bromas estaba sufriendo dada la situación actual. De hecho, la retrospectiva fue perfecta ya que los Mellizos se dieron cuenta de que abrir la rama de Hogsmeade nunca había sido la idea más brillante. Cerrarlo era similar a rendirse, y si había una cosa que Weaselys nunca haría, era rendirse. Rendirse, era tan "un-Weasley", que la palabra era ajena a su vocabulario.

Pasó los ojos sobre los estantes abastecidos, haciendo una rápida verificación de inventario. Todo estaba donde debería estar y miró su reloj. Todavía tenía un cuarto de hora antes de la apertura de las diez en punto. Se mudó al frente de la tienda y verificó las medidas de seguridad – en caso de que alguien hubiera estado husmeando durante la noche. Ninguna de las salas perimetrales había sido tropezada, las trampas Stunner habían anotado la bolsa habitual de cucarachas y ratas. Volteó el letrero de "CERRADO" a "ABIERTO", tenía la mano en la cerradura manual cuando captó un parpadeo de movimiento afuera, justo al otro lado de la calle.

Miró hacia arriba y sus ojos se abrieron en estado de shock cuando aparecieron veinte hombres, quitándose capas de invisibilidad o terminando cualquier encanto de ocultamiento que estuvieran usando. Con los ojos anchos y horrorizados los mira, casi tres docenas de ellos con túnicas negras y máscaras plateadas nivelan sus varitas en dirección a la tienda. Weasley Wizarding Wheezes era una tienda, no un puesto fortificado. Llamó a las salas y se dio cuenta de que había más de ellos, de pie en el callejón detrás del edificio, varitas levantadas y niveladas. Más de ellos continuaron desenmascarándose ante sus ojos.

Fred corrió y se arrojó detrás del mostrador cuando el primero de los hechizos de voladura se estrelló contra las salas. Todo el edificio tembló cuando una segunda ola los rompió, y la tercera ola de hechizos rompió las salas por completo.

Torció el anillo de la legión y lo tocó dos veces y varó en mano, se puso de pie y comenzó a lanzar. La cadena de hechizos fue una mezcla de magia maga y Goblin que destruyó casi una docena de Death Eaters en tantos segundos. La puerta trasera se astilló y la mitad de los Mellizos se agacharon y giraron, sobresaliendo cuando el primero de los Mortífagos irrumpió por la puerta.

Con un gruñido "¡Bienvenido a Weasely's Wizarding Wheezes!" los encontró de frente, cargando a la distancia de escupir mientras volaba y cortaba sus filas, cortando encantos, perforando maleficios, encantos de bombardeo que parpadeaban de su varita en una cadena casi interminable de destructivos que rompieron, cortaron y perforaron hueso y carne con la misma facilidad.

Frente a la parte posterior de la tienda, escuchó la ventana de la tienda romperse, sintió el calor de como la llama se abrió paso a través del piso de la tienda, y, devorar las existencias de mercancías con apetito demoníaco. Volvió alrededor del mostrador para cubrir. Alguien había explorado las defensas. Pensó sombríamente. De lo contrario, no habrían sido tan particularmente acerca de quemar las ventanas y puertas, destruyendo los marcos de madera y piedra que mantenían los encantamientos en su lugar. ¿De qué otra manera habrían sabido cuántos se necesitarían para derribar las salas defensivas lanzadas por los Goblins?