Hola

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Al día siguiente llegue temprano de nuevo y detrás de mí venía Camila, en cuanto me senté ella se sentó frente mío 

-Hola - Me dijo mientras sonreía

-Hola - Le contesté

-¿Cómo estas?

- Bien y ¿tú?

-Ah! también bien - Dijo un tanto dudosa, esa mirada suya decía todo lo contrario, todo lo que ella quería ocultar para mí era fácil de ver

-¿De verdad? - Pregunté, no pude simplemente ignorarlo 

-¿Qué cosa? - Me miro confundida

-¿De verdad estas bien?

-¿Por qué lo dices?

-¿Por qué lo evades?

-No evado nada, no te entiendo

-Umm bien, pues... -¿Sería buena idea hablar con tanta confianza? decirle lo que yo pensaba, ¿acaso era buena idea? - Nada

Me miraba fijamente como si intentara ver mi interior, leer mi mente y descifrar lo que no le quise decir

-Dime - Al final pareció decidirse a preguntar, con un tono de voz suplicante y firme. Yo por alguna razón no podía negarme

-Es que... - Suspire intentando encontrar las palabras adecuadas para poder explicar lo que pasaba por mi mente - Digamos que no lo pareces, sonríes, te ríes, sales y para todo el mundo es normal, pero... tus ojos no dicen lo mismo, te ves tan triste cada que veo tus ojos - Ella se me quedo mirando sorprendida, al parecer lo que le dije la había tomado desprevenida, no dijo nada, simplemente se paro y se fue.

¿Habré dicho algo que no? ¿Se habrá molestado por lo que le dije? bueno creo que al final si fue mala idea, yo no tenía derecho a meterme en su vida privada y sin embargo lo hice sin saber si ella quería o no dejarme entrar. Camila no regreso al salón, supuse que se había ido a su casa, yo necesitaba aire, necesitaba poder entender el por que de su reacción, todo parecía tan obvio pero a la vez tan confuso que me daba vueltas la cabeza de tanto pensarlo.

Salí de la escuela y me dirigí a la tienda, compre un cigarro de sabor y mientras me disponía a prenderlo me tope con una escena un poco... ¿Normal? supongo, claro que era normal, pero lo que sentí no... frente a mí estaba Camila besando a un tipo, era alto, cabello corto y por lo oscuro no pude distinguir el color de su cabello, la tenía tomada de las caderas acercándola  a su propio cuerpo y aquel beso parecía... desesperado... casual... tan normal, incluso me atrevería a decir que sin sentimientos, pero ¿quién era yo para decir si un beso tenía o no sentimientos? y más si no eran los míos. Todo me volvió a dar vueltas, un enojo repentino creció en mi pecho, no sabía que era ese sentimiento, pero no me gustaba, estaba molesta y no sabía la razón, tome una calada de mi cigarro e intente tranquilizarme, aquella escena me había hecho en mí tan confuso, mi corazón latía a mil por hora y dolía, no entendía la razón y preferí hacer caso omiso a lo que estaba sintiendo en esos momentos, di media vuelta y tome un camino distinto al de siempre.

En el momento en el que decidí cambiar mi rumbo me teléfono comenzó a sonar, miré el identificador de llamadas y sonreí.

-Hola

¿Dónde esta el amor? Fic CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora