Una actriz de teatro, una oportunidad, interpretar a la mujer más histórica de latinoamérica y un chico que le ilumina la vida. Cumplirá con su promesa de no enamorarse en el trabajo?..
!! La historia está basada completamente en el cast, es un fanf...
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LLEGAMOS A ESPAÑA eso de las 1 de la madrugada, desperté con Santi avisándome que ya habíamos aterrizado, me di vuelta a ver a Esteban y este estaba sacando mi mochila de donde la habíamos guardado, me levanté para recibirla y le dejé un beso en la mejilla dándole las gracias.
Bajamos todos del avión para esperar en el aeropuerto el transfer que llegaba a las 2 de la madrugada más o menos. En eso Simón me invitó a tomar café a una cafetería que había en el aeropuerto, mientras los chicos iban a comprar souvenirs y cosas así, accedí y fuimos a tomar el café con medialunas.
— ¿Estás nerviosa? Me preguntó Simón mientras le ponía azúcar a su café.
— Más que nerviosa yo creo que ansiosa, ha sido mi sueño desde chiquita boludo, lo siento todo demasiado irreal.
— A parte el papel que interpretas vos es tremendo. Tenes que hacer de pareja con Esteban no? Como se llevan? Vi por ahí que mucha buena onda no había che.
— Y al principio no me cayó bien el chico la verdad, pero eh, lo he ido conociendo más se podría decir y ahora siento qué hay más buena onda.
No quería que los demás supieran aún lo que había entre Esteban y yo, porque a decir verdad ni yo sabía que había aún, solo nos besamos una vez y el único que sabe es Fran y Santi, a quien le conté en el viaje y me prometió guardar el secreto. El resto si tiene la idea de que nos llevábamos mal.
— Es muy buen pibe Kuku, lo conocía de antes por el teatro, hice una obra con él y es un sol.
— Ah, mira vos.
Estaba nerviosa de qué tal vez notara que me atraía un poco Esteban, cual de todos los chicos es más chusma, si sabe uno saben los otros 20.
Charlamos un rato más terminando nuestra comida.
En eso llegaron los chicos haciendo un montón de ruido.
— Bueno y ustedes hijos de puta? Dijo Matías acercándose a nosotros y levantando una ceja, de forma interrogante. Con el venían Enzo, Fran y Esteban.
— ¡Matías! Habla bien qué hay más gente. Le contesté pegándole en la pierna para que bajara un poco el volumen de su voz.
— Ay perdóname reina, o como te dice el Kuku? Princess? Se dió vuelta a ver a Esteban quien se estaba comiendo las uñas y no lo veía para nada alegre.
— Que pesado que sos boludo. Nosotros ya terminamos. Simón se levantó y yo le di la plata correspondiente a mi parte para que fuera a pagar.
Mientras esperaba a Simón seguí hablando con los chicos y mirando de reojo a Esteban, quien no soltó una palabra en ningún momento.