O5. Lobo estúpido

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Taeyong satisfecho tras haberse salido con la suya, pasó su brazo por detrás de los hombros de Jaehyun y lo acercó a su cuerpo. Su nariz picó: la esencia de Minho se había pegado en sus telas, por lo que decidió cubrirlo en la propia. Tomó el rostro del menor y le plantó un beso corto en los labios. Su Alfa pidió más, convirtiendo el gesto inicial en varios. Posó su mano en la rodilla ajena y la acarició. Descendió con su boca hasta el cuello de Jaehyun; succionó el punto donde se supone, estaba su glándula. No obtuvo ningún aroma, pero al menos sentiría el suyo. Cuando la piel se tornó morada, se apartó. Contempló a su acompañante, quien mantenía sus ojos cerrados y labios estirados.

—Te ves hermoso así. —Acarició su mejilla y Jeong ladeó su cabeza hacia su extremidad.

—¿Cómo?

—Siendo complacido por mí.

—Alfa, te quiero —soltó repentinamente.
Taeyong se apartó irritado. ¿Por qué diría eso tan de repente? Las ganas de regañarlo por decir tonterías no faltaron, así como la emoción de su Alfa. No sabía qué responder. —Disculpa, no quise espantarte.

—Bueno, ya lo hiciste. —Se giró hacia la ventana.

—Perdona.

—No lo vuelvas a repetir. Los adultos no se dicen cursilerías porque sí.

—No eres un adulto, Taeyong.

—Claro que sí, tengo veinte.

—Tienes diecinueve.

—No me corrijas, niño.

—Dame otro beso y lo pensaré.

Lee depositó un corto beso.

—Con ese basta. Ahora cállate.

Unos cuantos kilómetros lejos de las tierras de los Jeong y Jaehyun no podía apartar su mirada de la ventana. Todo le maravillaba. Taeyong divertido, lo veía de reojo; su mente estaba ocupada en su celular que por fin tenía señal. Le era difícil comprender el por qué la familia de su prometido era tan conservadora y anticuada. No había nada de tecnología en su mansión, a excepción de los electrodomésticos. Ni un mísero ordenador o televisión. Eso explicaría el aislamiento del rubio y también por qué el jefe Jeong no estaba nunca en casa, de seguro vivía en la ciudad.

El aparato se saturó de notificaciones, captando la atención del menor

—¿Qué es eso?

—Un celular.

—¿Para qué sirve?

—Para comunicarse con otras personas.

—¿Con quienes?

—Amigos, familia, trabajo.

—¿Puedo verlo? —Extendió sus brazos.

—Ves con los ojos, no con las manos. —Lo alejó.

Revisó sus mensajes importantes. Uno de su hermano, dos de sus amigos y otros cuantos de sus ligues sin concretar y que probablemente tendría que cortar.

Xiaojun 🐾

Cómo es la familia Jeong?
Te están tratando bien?
Mark dice que te extraña
Yo también ♡

El pecho de Taeyong se apretujó. A pesar de que no se los demostrara, añoraba a sus hermanos y a su madre. Eran lo mejor que poseía, trascendiendo lo material.

—¿Quién es zaojun? —preguntó intruso Jaehyun.

—No seas maleducado. Las conversaciones ajenas no te incumben... —dijo molesto— mi hermano.

Road to heaven ࣪𓏲ּ ᥫ᭡ JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora