Armarios De Cristal E Invernaderos

Capítulo 10

A la mañana siguiente, la entrevista de Louis es noticia de portada y la foto de ellos juntos en Holmes Chapel no aparece por ninguna parte.

No es que ninguno de los dos preste atención a los medios mientras Harry está desnudo encima de Louis, uniendo sus resbaladizas pollas duras, cada vez más rápido, hasta que Louis es el primero en correrse y disparar una descarga caliente sobre su vientre desnudo, y Harry le sigue unos segundos después, aumentando el desorden.

—Mmm, ¿Qué he hecho para merecer este tipo de despertar? —pregunta Louis sin aliento, apartando los rizos sudorosos de Harry de su frente para ver mejor a su chico.

Harry muerde el lóbulo de su oreja. —Tengo que ir a un evento de trabajo esta noche, y quería algo en lo que pensar cuando esté aburrido y te eche de menos.

—¿Oh? ¿Qué evento?

—Una fiesta previa a la Semana de la Moda de Londres. —Harry hace una mueca.

—¿Con Alex?

Harry tararea en señal de acuerdo. Louis intenta que su cara no muestre una expresión demasiado agria.

—Lou, —Harry hace una mueca pero Louis se limita a sacudir la cabeza.

—Nueva regla. En esta habitación, solo nosotros. —Louis decide. —Y si mi bebé quiere algo sucio en lo que pensar más tarde, eso es lo que tendrá. Es una pena que no pueda mandarte así de desarreglado, ¿no?

Pasando el dedo índice por el desorden de su pecho, Louis lo lleva a los labios de Harry, que chupa la yema del dedo de Louis con avidez.

—¿Vas a soñar despierto con mi sabor mientras estás ahí delante de toda esa gente? —Louis ronronea. —¿Crees que serás capaz de aguantar?

A Harry se le dilatan las pupilas y se le cierran los ojos. —Siempre estoy pensando en ti.

—Quiero que pienses en lo bien que te voy a cuidar cuando llegues a casa después. Voy a desnudarte muy despacio, y voy a tocarte por todas partes. Para recordarte por qué vuelves a casa conmigo. —Su palma se desliza hasta el culo de Harry y luego más allá hasta que su dedo corazón se posa en su agujero.

—¡Joder, Lou, estoy sensible! —Harry jadea, con el cuerpo tenso, aún fresco por el orgasmo.

—Lo sé. —Louis acaricia con sumo cuidado, sin ejercer apenas presión sobre el músculo, y Harry se estremece entre sus brazos. —Pero prepárate para esta noche, ¿Okey?

—Sí, ahh... —Harry sisea de placer, arqueando la espalda ante el toque burlón de Louis. —Sí, papi.

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Harry se desliza en el asiento trasero junto a Alex, que apenas lo mira. —Harry. —Le ofrece un miserable intento de saludo.

Harry se limita a gruñir.

—Muy educado. —Se burla Alex. —Y yo que pensaba que esta noche podrías ser mi mejor amigo, considerando todo.

—¿Qué te daría esa idea?

—Oh, ¿no te has enterado? —La expresión de Alex sólo puede describirse como intensamente petulante. —Hoy he firmado el acuerdo del contrato con Prada. Decidieron adelantarlo ya que no se puede confiar en que no te vean paseando con tu noviecito ni cinco minutos.

—Nadie me lo dijo. —Harry resopla con altanería. —Aunque no puedo decir que los culpe. No he dado precisamente la impresión de querer que nadie me hable de ti. Como has dicho, lo único que tengo que hacer es presentarme y cobrar. No necesito saber los detalles.