Las crónicas de Neela

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Al día siguiente de aquel extraño sueño que la bruja prefirió guardárselo para sí misma el día transcurrió con total normalidad hasta después del desayuno, donde aprovecharon a hablar con los dos jóvenes de la casa sobre sus aspiraciones para el futuro, siendo el deseo de Draco continuar con la red de influencias e inversiones que su padre tenía en el ministerio y el de Delphini apoyar los planes de sus padres (de lo cual Neela no la vio muy convencida).

Fue cuando los Riddle se quedaron a solas en la mansión Malfoy mientras sus demás habitantes iban al callejón knocturn a encontrar algunos elfos domésticos sin familia o muggles o squibs que pudieran servir de sirvientes que decidieron proseguir con su usual tema...

---No confío en esta profecía de la que Severus Snape tanto nos habla, parece creer que he olvidado que fue esa misma cosa la que condujo a la noche más trágica de mi vida--- se quejó mientras daba vueltas en la sala con su puño encerrado en su mano, su entrecejo completamente fruncido.

---Su excusa es que no la escuchó toda completamente, es astuto porque se sabe que una profecía a medias puede causar catástrofes--- argumentó Neela quien se encontraba sentada en el sofá con las puntas de sus dedos juntas frente a su mentón y la mirada fija en la chimenea apagada.

---Sí claro, muy oportuno para él decir hasta ahora que se dieron cuenta que estaba escuchando la entrevista y que lo echaron antes de poder escuchar el final, lo que debería hacer es asesinarlo y acabar de una vez por todas con su jueguito--- soltó Tom apoyando una mano contra la pared, mirando al piso fijamente con su mente ocupada en las ideas en las que se vengaría de Snape.

---Bueno, siendo mentira o no debemos seguir el mismo camino que él nos señala--- el pelinegro volteó a verla con curiosidad de lo que sus palabras significaban, encontrándose con su esposa ya levantada del sillón ---Hay algo además de la profecía en el departamento de misterios que los dos queremos.

---¿Cómo es eso posible si hasta hace unos días desconocíamos su existencia?... Simplemente estás de lado de la idea de Snape ¿No es cierto? Tú sigues confiando en el porque a ti no te reducieron a un espíritu por su culpa--- le restregó el mago, ella con una sonrisa empática negó y caminó hacia él.

---Mi corazón, creo que ya es tiempo de que te cuente qué fue lo que me tomó tanto tiempo en despertarte--- Tom la miró fijamente haciéndole saber que esa duda siempre había estado en su mente pero por algún motivo no se había atrevido a preguntar.

Neela suspiró tomándolo de las manos y llevándolo al sillón para que se sentara en el lugar que ella se había parado, una vez estuvo a la altura de su abdomen colocó sus manos a unos centímetros por encima de sus orejas sosteniendo su cabeza firmemente.

Sabiendo lo que venía a continuación Tom cerró los ojos e inhaló y exhaló suavemente, Neela imitó su acción y comenzó a mostrarle sus memorias de aquellos años, comenzando después del momento en el que se alió con Barty.

Esta forma era más sencilla de hacerle entender lo sucedido, pues no hacían falta palabras para explicarle y que él entendiera sus acciones.

Una vez que regresó de Londres con Barty decidió dejar de lado el intento de traer a Tom de regreso usando los horrocruxes, pues era un camino cuyos pasos desconocía y lo último que quería perder era tiempo.

Fue por eso que con el apoyo finalmente de su leal mortífago  retomó la leyenda de las Veelas que había escuchado hace tantos años y se la explicó a Barty, la cual consistía en las Veelas siendo criaturas creadas por la naturaleza para proteger la única puerta directa al mundo de los muertos.

Pero hasta entonces esta no era más que una simple leyenda, pues la puerta no había sido visto nunca por más que magos, muggles, centauros, duendes y elfos la buscaran.

Enamorada de Lord Voldemort [Tom Riddle y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora