Amigo de la infancia de un Señor Oscuro

Capitulo 5

Capítulo 5

Nueva York estaba más sucia de lo que imaginaba. Tom no sabía qué esperaba exactamente de la "ciudad que nunca duerme", pero ciertamente era algo diferente. Sin embargo, mirando hacia atrás, se dio cuenta de que Tanya nunca había ensalzado las virtudes de Estados Unidos de la manera tan brillante como las pintó en su propia cabeza, sin embargo, no pudo evitar comparar la realidad que tenía ante él con sus propias elevadas fantasías.

Sin embargo, una cosa era segura... sin duda era una gran ciudad. Había edificios que eclipsaban incluso a Hogwarts, a pesar de lo enorme que había sido ese castillo. Las calles eran tan anchas que cinco automóviles podían circular uno al lado del otro. Los carteles y vallas publicitarias se alzaban tan alto sobre las concurridas calles que parecía como si los hubieran colocado gigantes. Todo era mucho más imponente de lo que Londres había sido nunca. Esa parte al menos coincidía con sus sueños del paraíso.

¿El olor por otro lado? Fue algo asqueroso...

"Tom, creo que tenemos que ir por ese camino".

Su hermana señaló en la dirección opuesta a donde iban y él suspiró. ¿¡Cómo se habían perdido tantas veces en una ciudad con un diseño basado en cuadrículas !? Supuso que podría haber tenido algo que ver con el hecho de que aquí la gente conducía por el lado equivocado de la carretera...

"Perdónenme, queridos, pero ¿es-t-perdidos?"

Giró levemente la cabeza para mirar a la joven que se había acercado sigilosamente a ellos y sonreía de una manera ligeramente vacía. Su corto cabello rojo enmarcaba un rostro bronceado con grandes ojos verdes que parecían aún más grandes por las gruesas gafas que llevaba.

"En realidad sí, señorita. Verá, se suponía que nos encontraríamos con nuestros padres en el edificio Woolworth, pero debe haber habido un malentendido, porque la dirección que verificamos no era la correcta. ¿Acaso hay dos edificios Woolworth?" respondió dulcemente, rascándose el cuello fingiendo vergüenza.

"¿Woolworth dices?" reflexionó la dama antes de acercarse repentinamente. "No estarías buscando el Congreso Mágico, ¿verdad?"

Su expresión era oscura y su tono decididamente siniestro. Tom se tensó y preparó una silenciosa maldición de desorientación, mientras Tanya dio un paso adelante con un gesto apaciguador.

"¿Eso sería un problema, señorita?"

La mujer rápidamente retrocedió y comenzó a reírse entre dientes: "¡Jaja, sólo estoy bromeando con ustedes, queridos! Perdónenme. Ustedes son británicos, ¿verdad? Probablemente nunca hayan estado en el Congreso entonces. Oh, cómo ¡Emocionante! Vamos, yo mismo me dirigía allí".

"¿Y su nombre, señorita?" Preguntó Tom bruscamente, sin confiar en absoluto en este completo extraño.

"¡Ah, estoy tan olvidadiza hoy! ¡Emily Willis, encantada de conocerte!" Declaró con un acento inglés ofensivamente pobre antes de reírse de nuevo. "¿Y ustedes dos, lindas? ¿Cuáles son sus n-nombres?"

"Me llamo Tanya, señorita. Y este es mi hermano Tom".

Incluso si fuera solo un acto, escucharla llamarlo hermano hizo que su corazón latiera más rápido.