Shut Down - JENLISA g!p

Capítulo 17

LISA

Decir que me sorprendió que su película favorita fuera 'Mi villano favorito', era quedarse corto. Nos sentamos en la sala de estar, fumando sus porros especiales, lo que no había hecho desde la secundaria y que se hizo evidente cuando tosí una tormenta.

Ella se rio a carcajadas en respuesta, lo que le valió otro golpe en su culo. Ella se acurrucó más cerca de mí, y compartimos el tazón de palomitas dulces y saladas mientras veíamos la película animada. La sala de estar olía como a palomitas y hierba.

Todos han visto esta película, pero nunca sería mi película favorita. No la cuestioné o dije una broma; en cambio, me quedé justo en su cadera mientras la mirábamos juntas. Jennie era un libro abierto cuando estaba drogada, y me pregunto si recordaría decirme por qué amaba tanto esta película.

Me pregunto si recordaría cómo lloró hacia el final cuando Margo se negó a saltar a los brazos de Gru porque él las devolvió. No estaba sollozando ruidosamente, pero las lágrimas brotaron de ella, interminablemente manchando sus mejillas en el proceso. Su mano estaba aferrada sobre su corazón mientras la niña saltaba a sus brazos, y Jennie hipó un sollozo mientras se cubría su cara. Mierda. Era evidente por qué amaba esta película, y por qué esa escena le afectaba tanto.

Dolió estar lo suficientemente cerca para presenciarlo porque sabía que estaría usando esto contra ella en un futuro cercano. Dejé el tazón de palomitas y la alcé en mis brazos. Ella subió el resto del camino a mis brazos y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello con firmeza.

Froté su espalda e intenté arduamente consolarla, pero no era una persona reconfortante. No sabía cómo asegurarle a alguien que estaban bien. No sabía si había algo que tenía que decir o algunas palabras que tenía que evitar. No recuerdo la última vez que una chica lloró en mis brazos. Tragando nerviosamente, abrí la boca para decir algo, pero en lugar de eso elegí mantener la boca cerrada. Continué frotando su espalda y consolándola en silencio y esperé que fuera suficiente.

"Extraño a mi mamá y a mi papá." Ella olfateó. Se apartó de mi cuello y me miró. Su barbilla temblaba, y con una mano temblorosa, sequé sus lágrimas y acaricié sus mejillas. "A veces, desearía morir con ellos esa noche."

Mierda. Maldita sea. Mi corazón se rompió ante su confesión. "No digas eso, cariño."

"¿Tus padres están vivos?" Ella susurró.

"Sí."

Ella acunó mi mejilla. "Cuídalos, Lisa. Valóralos. Diles que los amas cada vez que tienes la oportunidad."

Sentí un nudo en mi garganta. "Lo haré." Apoyó su cabeza en mi pecho, y tiré de la manta para cubrir su cuerpo. "Descansa, Jennie." Dejó escapar un suspiro tembloroso, y le di unas palmaditas en la parte superior de su cabeza y besé la parte superior de su frente. "Duerme."

Una vez que sus suaves ronquidos llenaron la habitación, la cargué escaleras arriba. La dejé en su cama y le quité sus zapatos antes de taparla. Besé su frente y apagué las luces antes de cerrar su puerta. Bajé las escaleras y fui recibida por sus hombres y perros. Ellos gruñeron con resentimiento, y los hombres me estrecharon sus ojos. Mino se acercó a mí y empujó su dedo en mi pecho.

"No me gustas, joder."

"Bien. No deberías y el sentimiento es mutuo."

Los perros empezaron a ladrar fuertemente, y Mino les dio una mirada dura. Detuvieron sus ladridos, pero seguían mirándome con los dientes al descubierto. En lugar de intentar provocar una pelea con él y darle otra razón para odiarme, le pregunté.

"¿Puedo conseguir que me lleven de regreso a mi auto? Está de regreso en el hotel."

Habló en un idioma diferente a uno de sus hombres, y el hombre detrás de él asintió bruscamente.