Shut Down - JENLISA g!p

Capítulo 27

LISA

El vestido que llevaba puesto debería ser jodidamente ilegal. Probablemente sea la cosa más sexy que le he visto usar, y la he visto en lencería y desnuda. Sin embargo, había algo en el vestido azul medianoche hasta el suelo que llevaba.

Llegó al suelo y cubrió esos sexys muslos y piernas, pero eso no fue lo que me tuvo parada allí con la baba goteando por mi barbilla. Fue todo lo demás. Fue el aspecto sin espalda y cómo mostraba esas pequeñas sexy alas.

Las correas eran de una pulgada, tal vez, pero eso tampoco jodidamente me importaba. Todo lo que me importaba era el escote pronunciado que mostraba su suave pecho y el valle de sus senos. No era una caída tan profunda, sino un tipo de cuello de burla más elegante. Y no solo me provocaron, sino que estaba jodidamente dura como una roca.

Sé que eligió este color porque me dijo que ama mis ojos, y por más sentimental que fuera, todavía estaba dura. Su maquillaje se mantuvo un poco ardiente, un labio rojo oscuro intenso mate, y su cabello estaba peinado, recogido, y cepillado hacia atrás en un elegante moño.

Estaba tan peinado hacia atrás, ni un solo pelo fuera de lugar, y tan sexy que fuera Jennie así, me encantaba ver su cabello todo ondulado y salvaje. Tenía aretes de diamantes como su única joya, y agarraba un bolso blanco perla fabricado en Italia en su mano.

Nos trajo a Milán hace dos días porque quería llevarme al Teatro de Ópera, y aunque nunca había estado, estaba emocionada de experimentarlo con ella. Incluso me compró un traje nuevo, y cuando traté de pelear con ella por los gastos, ella solo pestañeó y me dijo que fuera un buen bebé y le diera las gracias.

Lo cual hice, pero tuve mi venganza más tarde esa noche cuando marqué su trasero con mi mano. La vi parada allí con una mirada molesta en su rostro. Me di cuenta de que la había estado mirando y no había dicho una sola palabra todavía.

"Mierda."

Ella se rio entre dientes. "Has estado mirándome por veinte minutos, y eso es todo lo que tienes que decir."

"Fóllame." Modifiqué.

Ella se rio más fuerte. "Eres un idiota, y vamos a llegar tarde."

"¿Qué tan tarde llegaríamos si te inclinara ahora mismo y te follara?"

"Muy tarde."

"Cariño, ¿cómo se supone que preste atención a algo cuando te ves tan jodidamente bien?"

Sus ojos brillaron. "Te ves muy, muy caliente con tu traje nuevo, pero creo que podemos controlarnos por unas horas."

"¿Son los asientos que reservaste privados?" Pregunté. Ella asintió. "Bien. Si estás usando bragas ahora mismo, quítatelas."

"No lo haré."

"Entonces las romperé. ¿Son costosas?"

"Por supuesto que lo son. Solo compro las mejores."

Lamí mis labios. "Costosas o no, no puedes mantenerme alejada. Es mío. Me pertenece."

"Te dejaré aquí e iré sola al Teatro de Ópera." Ella resopló.

"¿Y dejarle saber a la gente que no estás tomada?" Me burlé. "Oh, joder no. Carajo no."

Ella cerró la distancia entre nosotras, y sostuve mi respiración mientras agarraba mis manos y las colocaba en su cintura. Las suyas se extendieron sobre mi pecho, y me miró a través de sus gruesas pestañas.

"Estás loca si crees que alguna vez dejaría que alguien que no seas tú me toque. Los mataría antes de que tuvieran la oportunidad."

"Ahí está mi chica." Le di una palmada a su trasero, y ella se tiró hacia adelante. Robé la oportunidad para besarla castamente.