One Shots - Radioapple || Appleradio

«Propiedades curativas»

–¡Charlieee! Princesita el desayuno está listo - Gritaba Lucifer al mismo tiempo que de un fuerte portazo entraba a la habitación de su hija y su novia.

—¿Papá? —Una adormilada y despeinada Charlie se despertaba, mientras que se frotaba los ojos –¿Qué hora es? —Pregunto.

—Hora de despertar corazón —Dijo mientras abría las cortinas de la habitación, dio un rápido vistazo a la cama otra vez—Buenos días para ti tambien, Vaggie —Hizo especial énfasis en el nombre de la novia de su hija, al parecer había confundido su nombre todo este tiempo ¿Raro verdad?

—Buenos días también señor —Dijo Vaggie mientras se levantaba de la cama, al mismo tiempo que le dedicaba una dulce sonrisa a su novia.

—Papá, por mucho que ame que estés aquí tal vez seria bueno tocar la puerta próxima vez —Hablo Charlie con una sonrisa sincera hacia su padre, después de todo ella y su pareja necesitaban su propia privacidad.

—¿Eh? Ohh claro hija discúlpenme, es solo la falta de costumbre, creo—Hablo algo abochornado Lucifer — ¡Mejoraré a la proxima!

—¡Asi se habla papá! Ahora Vaggie y yo iremos a despertar al resto y bajamos en diez para desayunar todos juntos ¡Será genial! — Exclamó con ánimo mientras se levantaba de la cama, le daba un fuerte abrazo a su padre y se dirigia a alistarse

—Te espero amor—Dijo a su hija —A ambas —Corrigió, antes de salir de la habitación

Lucifer posó su mirada en la mesa la cual estaba perfectamente arreglada con tres platos de panqueques cubiertos con miel.

—Bien, pensé que solo seriamos nosotros tres— suspiró —Bueno, ¡Eso se puede solucionar en un instante! — Dijo mientras que con un rápido chasquido de dedos aparecía cuatro platos mas de panqueques.

Siete platos para su familia y huéspedes del hotel, bueno, casi todos, no había visto a ese maldito demonio desde la reconstrucción del hotel, según su pequeña este se había encerrado en su nueva habitación, la que estaba justamente en la torre opuesta a la suya, para su buena suerte, ya que mientras mas lejos estuviera de él, mejor.

Sin embargo, sabía que Charlie se molestaría con él si no era amable con ese maldito botones.

—¡Ugh! ¡Que fastidio! —Dijo y apareció un plato extra de panqueques, —Al menos si se lo dejo en su habitación no tendré que verle la cara mientras desayuno con mi hija ¡Eso es! ¡Que maravillosa idea! — celebró.

—¿Eh, papá? ¿De que maravillosa idea hablas?

—Charlieee, que rápido bajaste —Dijo con sorpresa.

—Si, Vaggie fue a avisarles a Husk, Angel, Cherry y Niffty ya que sus habitaciones están cerca y yo iba a avisarle a Alastor—Dijo

—¡NO! Digo no te preocupes por él princesita.