«Hermoso»

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—¡Despierta querido!¡Es hora de levantarse! — exclamó Alastor en voz alta mientras que movía a su pareja, la cual yacía en la cama.

—Al solo cinco minutos más, es muy temprano aún amor—Murmuró el gobernante.

—Querido son las once de la mañana, todos despertaron hace horas menos tú—Le respondió Alastor a su pareja.

Lucifer Morningstar.

Ese era el nombre de la pareja de aquel demonio de la radio, padre de su socia, amiga y ahora hija adoptiva Charlie Morningstar.

Su relación con el gobernante había comenzado... mal, a decir verdad, se odiaron desde el primer segundo en el cual se vieron, sin embargo, eso no duro mucho tiempo.

El día que lo cambio todo fue el día de la batalla contra Adam, la batalla del cielo contra el infierno, batalla en la que el demonio radio creía iba a ganar, pero su egocentrismo fue su perdición y termino siendo humillado por el enemigo, teniendo que huir de la escena antes de realmente morir a manos de aquel ángel.

Escondido entre las sombras, vigilante de todo lo que pasaba en el lugar, esperando que Charlie fuera lo suficientemente fuerte vencer a aquél ser. Sin embargo, no fue así, Charlie perdió, después de una corta pelea quedo a merced de Adam quien la tomo del cuello dispuesto a matarla.

Pero no sucedió.

Lucifer había aparecido, Alastor no sabía de donde o como había logrado llegar tan rápido, ni siquiera había sido capaz de captar su presencia hasta que el rey estuvo ahí, rescatando a su hija de las manos de Adam y empezando entonces la que sería la pelea final.

Alastor no daba crédito a lo que pasaba, ver como el primer humano que llego al cielo y líder de los exterminadores era brutalmente humillado por el rey del inframundo, el cual ni siquiera parecía atemorizado por su contrincante, cambiando de forma a voluntad a varios animales, divirtiéndose y burlándose del ángel en el proceso, la facilidad con la cuál lograba esquivar los ataques del otro, fue ahí donde lo vio la diferencia tan abismal de sus poderes aun siendo un overlord poderoso, tenía mucho camino por recorrer para tan siquiera igualar los niveles de Lucifer, una rabia inmensa fue lo que sintió en esos momentos.

Sin embargo, ese sentimiento no duro mucho tiempo, al ver a Lucifer volando, extendiendo tan majestuosamente sus alas con Charlie en brazos mostrando su verdadera forma y amenazando a Adam, para después propinarle golpes a diestra y siniestra sin posibilidad alguna de esquive, en ese momento Alastor no pudo más que verlo... hermoso, el más hermoso y perfecto ser de toda la creación.

Fuerte, poderoso y hermoso.

Su corazón empezó a latir a una velocidad impresionante, una que nunca había sentido antes, ni siquiera estando vivo, fue entonces que recordó las palabras de su madre «Cuando te enamores, al ver a esa persona, tu corazón latirá muy fuerte, tanto que sentirás que se te saldrá del pecho»

Era así como se sentía estar enamorado entonces.

Desde ese momento Alastor se propuso a si mismo el enamorar al rey, mostrándose ante él como todo un caballero, tal y como su madre siempre le había enseñado, y aunque al principio Lucifer se había mostrado extrañado ante el repentino cambio de actitud del demonio poco a poco fue aceptando que el contrario no era tan malo como parecía, cayendo al poco tiempo irremediablemente enamorado del demonio de la radio.

Y así comenzó su relación siendo aprobada con gran emoción por Charlie, la cual estaba feliz de que su padre se haya dado otra oportunidad en el amor, y con nada más y nada menos que con su socio hotelero Alastor, ahora entendía mejor porque su insistencia en llamarlo padre. «Si te gustaba mi papá me lo hubieras dicho en un principio, ¡Te habría ayudado!» Le dijo la princesa del infierno al demonio de la radio cuando este le confeso acerca de su relación con su padre.

One Shots - Radioapple || AppleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora