30| Monte Tamalpais

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Luke Castellan suspiró mientras veía a la chica dormida en el sofá a su lado. Movió su mano, tratando de tocarle el brazo pero simplemente no podía.

Charity era hermosa pero no era ella.

Por mucho tiempo, antes de llegar al campamento mestizo sólo habían dos personas que le importaban. Thalia y Annabeth.

A una la consideraba su hermana pequeña pero a Thalia, era apenas un chiquillo de doce años. A esa edad aún no descubres por completo tus sentimientos pero sabía que le gustaba tener a esa chica cerca de él.

Algunas veces, cuando se escondían de monstruos solían tomarse fuertemente de las manos. Sólo para saber que estaban juntos y que nada iba a separarlos.

Pero entonces a unos cuantos metros del límite del campamento, Thalia murió y lo dejó solo.

Luego, como si de un rayo de sol se tratase una niña no más alta que él, con el cabello oscuro y la cara llena de pecas doradas lo ayudó.

Y supo que no tenía ni idea de lo que era el amor hasta que la conoció. Clio, su dulce y bella musa.

Pero el amor no era la respuesta a todo.

Ni siquiera la chica de la que estaba enamorado iba a interponerse en su plan.

Luke Castellan iba a destruir a los olímpicos.

Su vida no había sido fácil, nunca lo era para un mestizo pero su madre se había vuelto loca y por años trato de ayudarla hasta que simplemente ya no pudo soportar.

Por noches enteras le imploró a su padre por ayuda y nunca obtuvo respuesta.

No lo necesito en aquel entonces y mucho menos ahora.

No ahora que lo tenía todo.

-¿Luke?-. El chico giro su cara hacia abajo y sonrió un poco cuando vió a Charity despertar.

-Hola-. Le dijo simplemente.

La hija de Hipnos extendió su mano y le miró preocupada -Puedo ayudarte a dormir-.

Luke estaba desesperado... Desesperado por sentir algo, lo que fuera pero aquella bella chica no hacía más que incomodarle.

-Esta bien-. Murmuró.

Tal vez podía darse el lujo de dormir sin tener pesadillas.

(...)

Luke Castellan despertó por un jaloneo en el brazo, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que se había quedado dormido pero supo que las cosas no iban bien cuando vió a la persona que tenía enfrente.

Victoria Carpenter.

-Estan aquí-. Le dijo mientras se levantaba con gracia y elegancia -Clío viene con ellos-.

Luke trató de esconder su disgusto. Se arrepentía de haber encontrado a la madre de Clío, la mujer era peligrosa. La había visto deshacerse de unos mortales simplemente porque habían traído su café sin azúcar.

El chico sabía que Victoria no quería a Clío para formar una familia, había algo detrás pero aún no podía descubrirlo.

-Es su última oportunidad, muchacho-. Le dijo a Luke -Su lugar es aquí, junto a nosotros-.

-Clío no va a dejar a Jackson-. Respondió con amargura.

Victoria le sonrió -Lo dices porque aún no utilizamos una motivación lo suficientemente fuerte-.

Ambos subieron hasta el Monte Orthrys donde se reunieron con Atlas, el general de Cronos. A Luke se le encogió un poco el corazón cuando vió a Annabeth amordazada y atada en el suelo.

Daughter Of The Sun (Luke Castellan)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora