49| La bendición

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Clío's POV;

La señorita O'Leary nos llevó de regreso a New York, creo que no debimos de ser tan específicos pues cuando Percy le dijo "Departamento de Sally Jackson, Manhattan" no esperabamos terminar en el centro de la sala de estar.

-¿Niños?-. Paul nos miraba con asombro mientras la Señorita O'Leary golpeaba la pared con su cola.

-Hola...-

Nuestro padrastro no daba crédito a lo que veía, él sabía lo que éramos sin embargo nunca había sido participé de algo tan raro y extravagante como que un perro del infierno se apareciera de la nada en tu pequeño departamento.

-¿Paul? ¿Qué sucede?-. La voz de mamá me hizo sentir mejor inmediatamente, ella sonrió inmediatamente en cuanto nos vió. Ni siquiera le importo que la Señorita O'Leary hubiera destrozado el sofá.

-¡Me tenían tan preocupada!-. Exclamó mientras nos atrapaba en un abrazo, poco después Paul también se unió al abrazo.

-¿Estan bien?-. Nos preguntó.

-Si, tuvimos que salir del campamento pero todo esta bien-. Le aseguró mi hermano.

-Percy...- la voz de Nico me hizo recordar que el había venido también -Recuerda porque estamos aquí-. Le dijo.

Mamá pudo ver como cambió el semblante de mi hermano -Iré por limonada-. Dijo simplemente, tratando de sonar calmada.

Los cinco nos sentamos en la mesa de la cocina y Nico le contó el plan a mamá.

Un baño en el río estigio, Percy se haría casi invencible; Lo que necesitaba para derrotar a Cronos.

-Así que necesitas mi bendición-. Dijo una vez que Nico terminó de hablar -¿Es peligroso?-.

Los tres nos quedamos en silencio.

-¿Clío?-. Me llamó -Sé sincera por favor...¿Es peligroso?-.

Sí había algo que odiaba en este mundo era lastimar a mamá y sabía que si respondía a esa pregunta le iba a romper su corazón.

Tragué en seco antes de contestar.

-Si-.

Ella miró a Paul, tratando de decidir que hacer -No pueden pedirme que haga eso, Percy... No quiero hacerlo-.

-Mamá, es la única opción que tengo-.

Paul nos miró a ambos y sonrió, me sorprendía lo bien que estaba manejando la situación, después de todo les habíamos confesado el plan de Percy y que muy probablemente New York estaría en guerra en los próximos días.

-Sally, se que yo no tengo ni idea de todo por lo que han tenido que pasar pero... Suena como que Percy esta haciendo algo muy noble, desearía tener tanto valor-.

Mamá tomó de su limonada, tratando de ocultar sus lágrimas y entonces tomó la mano de mi hermano -Percy... Yo-. Su voz temblaba mucho -Yo te doy mi bendición-.

Mamá insistió que comieramos un poco y que tomaramos una ducha antes de irnos, entre a mi habitación y comencé a buscar un cambio de ropa.

Del bolsillo de mi pantalón cayó la cadenita que me había entregado la señora Castellan, ni siquiera sabía como era que Luke la había conseguido.

Yo la había dejado en uno de mis cajones en mi cabaña, en el campamento.

La examiné, estaba exactamente igual que como la recordaba la llave a la respuesta, no entendía que podía significar.

Una parte de mí me decía que debía deshacerme de ella mientras que otra me decía que debía mantenerla cerca.

Suspiré antes de ponerla en mi cuello

Entonces miré la fotografía junto a mi ordenador.

Wes.

El pánico comenzó a subir por mi garganta cuando recordé que me había ido del campamento sin avisar a nadie.

Busqué rápidamente entre mis cajones un dracma, necesitaba hacerle saber que estaba bien.

Utilicé un pequeño espejo para hacer un arcoiris y entonces lancé el dracma.

-Oh, Diosa Iris, acepta mi ofrenda-. La moneda desapareció inmediatamente -Wes Bellerose, campamento mestizo-.

Su imagen se materializó frente a mí, tenía el cabello revuelto y la armadura puesta.

-¿Clío?-. Su voz me hizo sonreír inmediatamente.

-Hola...-

-¿Estás bien? Todos estamos preocupados por ti y por Percy ¿Esta contigo?-.

Asentí -Estamos bien, siento mucho no haberte avisado antes, todo paso muy rápido. Yo no queria...-

-Oye...- me llamó -Esta bien-.

-¿Tú estas bien?-. Le pregunté.

-Si, estoy ayudando en la patrulla fronteriza. Tus hermanos y Clarisse aún pelean pero por ahora todos aquí estamos seguros-.

-Me alegra escuchar eso-.

-¡Oye, Clío!-. Percy entró a mi habitación de imprevisto.

-Hola, Percy- saludó Wes.

Mi hermano se acercó y sonrió un poco -¿Que hay?-. Se aclaró la garganta -Oye Wes, sobre el otro día... Yo no quería... Quiero decir, que en verdad lo siento-.

Wes sonrió ante las disculpas de Percy -Esta en el pasado-. Aseguró

La señal comenzó a debilitarse.

-¿Puedes decirle a Annabeth que estamos bien?-. Le dijo Percy rápidamente.

-Cuenta con ello, cuídense... Te quiero, Clío-.

Y antes de que pudiera responder la señal se perdió.

-¿El acaba de...-

Mis mejillas estaban rojas y el corazón me latía a mil por hora.

-Clío-. Me llamó mi hermano -¿Qué haces con eso puesto?-. Señaló mi cuello. -Es peligroso-.

-La llave a la respuesta ¿Recuerdas? Mientras no sepamos a que se refiere lo mejor será que lo mantenga seguro-.

Percy me miró indeciso por unos segundos antes de acceder.

-Es hora de irnos-. Le dije tomando una mochila.

-Sobre eso..- me dijo -Nico creé que es una mejor idea que sólo vayamos el y yo-.

-De ninguna manera-. Respondí inmediatamente.

-Clío...-

-Es demasiado peligroso-.

-Es por eso mismo, Clío-. Dijo Nico quién estaba en el marco de mi puerta -Es un proceso delicado y doloroso, no puedes interrumpirlo a la mitad sólo porque Percy esta sufriendo¿Entiendes?-.

-Clío, tu serías capaz de saltar al río y sacarme. No resistirías verme ahí-.

Tenía razón.

-¿Y qué quieren que haga?-. Les pregunté.

-Regresaras al campamento y comenzarás a juntar al ejército-.

Mamá nos acompaño hasta la puerta y nos abrazó con cariño.

-Avisenme cuando terminen con Cronos-.

-Mamá, no podemos usar teléfonos-. Le recordó Percy.

-Tal vez un mensaje Iris-. Propusé yo.

-¿Y si no tengo dracmas?-.

-Una señal-. Dijo mamá -Algo que se pueda ver desde toda la cuidad-.

Los tres nos miramos -Algo azul-. Dijimos al unísono.

Daughter Of The Sun (Luke Castellan)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora