sunset

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Una semana más tarde, mientras observa el mar a la orilla del muelle de Mónaco siente el mismo apretón en su hombro y reconoce a su lado el mismo rostro, lo cual le produce una gran sensación de deja vú, de la que tarda unos segundos en reaccionar.

"Bonjour, Maxie. No esperaba encontrarte aquí." Charles sonríe de tal manera que lograría embobar a la mismísima Afrodita, y a pesar de ello, para Max es fácil descubrir todo el dolor que se oculta bajo la falsedad de su felicidad, le recuerda un poco a sí mismo.

"Charles." Saluda, "Yo, en cambio, tenía la esperanza de encontrarte en este diminuto país."

"Oh, ¿y eso por?" El monegasco parece genuinamente sorprendido.

"Bueno, tengo un yate, un precioso atardecer, montones de champaña y cuándo pensé en alguien con quién disfrutar, solo tu nombre iluminó mi mente. Así que me preguntaba, ¿te gustaría navegar un rato conmigo, Leclerc?"

Los ojos azules de Max caen en las mejillas del hombre frente a él pues estas se tintan de una sombra rosada antes de asentir con emoción tal niño pequeño, el corazón del neerlandés se derrite por completo y debe seguir con la conversación para evitar saltar sobre el monegasco y besarlo allí mismo.

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Les recomiendo leer lo siguiente con "The Adults Are Talking - The Strokes" de fondo <3

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Como prometió, el atardecer se ve increíble y el vaivén de las olas es demasiado relajante incluso para Charles que está acostumbrado a tal vista desde su infancia, es un escenario imposible de no admirar. La música, un rock lento que combina a la perfección con el morado del cielo y los gustos de ambos pilotos, logra hacerlos tararear la letra entre sorbos de champán, cuando finalmente Charles decide romper el silencio entre ambos es porque ya su mente se ve un poco nublada por el alcohol.

"Me alegra estar aquí contigo, Max. No sabes lo mucho que mejoraste mi día, gracias." La sinceridad reluciente en el brillo de sus ojos, ¿o eran esas tan solo lagrimas buscando una salida?

"Gracias a ti, Charlie, por encontrarme hoy..." Tal vez los agradecimientos deberían parar allí, pero no lo hacen, y el neerlandés comienza a depositar su corazón en resumidas palabras. "Gracias por preocuparte por mí todos estos años, no sé si lo sabes, pero fuiste el único que lo hizo. Incluso cuando éramos solo niños y yo te veía como mi mayor rival, tú solo te acercaste más y más a mí mientras el resto se alejaba."

"Max...No sé qué decir..." 

Pero Max no esperaba una respuesta pues se ve satisfecho con la forma en que los ojos verdes y adormilados se posan en él, curiosos y entretenidos esperando por la próxima tontería que saldría de la alcoholizada boca del mayor.

Allí, sentados en los asientos acolchonados de un barco flotando tranquilamente sobre el mar de un país hermoso, a tan solo centímetros del otro y siendo separados por sus manos que sostienen copas de champán ya por la mitad, Max y Charles finalmente entienden la comodidad de estar con aquella persona que se siente como un hogar, y mentiría si dijera que ambos no piensan en lo tentador que suena un beso bajo la luz de la luna que ahora hace presencia en el Este.

"No tienes que responder, solo que hay cosas como esas que me gustaría que supieras..."

"Okay, ¿algo mas que debería saber?" Charles dice en casi un susurro con su sonrisa perezosa pero su mente atenta.

Max lo piensa por un segundo, bueno, no lo piensa solo encuentra las palabras correctas para intentar no asustar al menor.

"Eres hermoso, Charles. No lo entenderías porque no puedes verte con mis ojos, pero, todo sobre ti es tan brillante que me desespera, tu rostro es perfecto, tus pequeñas pecas y tus lunares están ubicados tan bien, tus ojos son hipnotizantes, la forma en que tu cabello se acomoda a la perfección sin importar la dirección del viento, y ah, tu maldita sonrisa que hace que mi corazón de mil vueltas. No solo es el físico, eres tan bueno que convivir contigo se siente como un pecado, eres alegre, considerado y siempre priorizas a los demás, lo cual es devastador teniendo en cuenta tu trabajo. " Max se frena un segundo para esperar una reacción de Charles pero este ha fijado su mirada en el mar y las lágrimas han recorrido ya sus mejillas, pero el rubio sabe que él aún lo está escuchando. Entonces, le da conclusión a su discurso con un par de líneas más. 

"Y, si he de culpar al alcohol mañana, quiero que sepas que en lo profundo de mi corazón nunca me arrepentiré de estas palabras... Me encantas, Leclerc, me vuelves loco como nunca nadie lo ha hecho, y puedes considerarte el primero pero también el último. Sin embargo, espero que los años te traigan nuevas personas que te enseñen lo amado que puedes llegar a ser, porque si todo el amor del mundo debiera pertenecer a alguien, entonces ese serías tú y nadie más que tú, Charlie." De pronto, una mano acarició la mejilla de Max con tanto cariño que no pudo evitar tensarse, justo aquel lugar que nunca ha recibido una caricia en lugar de un golpe. 

Oh no, está llorando, y Max no piensa que se ve lindo llorando pero por alguna razón al ver la forma en que Charles lo mira con una combinación de ternura y preocupación hace que no pueda parar las lagrimas que resbalan por sus mejillas hasta caer por su cuello o chocarse con la mano ajena.

"No necesito a nadie más." El monegasco pronuncia con calma.

"Huh?"

"No necesito que nadie más me haga sentir amado porque nadie nunca logrará hacerme sentir como tú lo haces, Max. Y con tu amor me siento más que satisfecho."

Es indescriptible el remolino de pensamientos que casi colapsan la mente de Max tras esas palabras, y tal colapso solo pudo ser evitado por los labios de Charles conectándose con los suyos con tal suavidad que su mente se pintó en blanco y solo pudo acatar a posar su mano desocupada sobre la mano ajena en su mejilla y profundizar el beso.

Bajo un bello atardecer, con el alcohol y la luna de su lado, Max Verstappen se declaró a su rival de la infancia...

Bajo el mismo atardecer, estando más sobrio de lo que aparentaba, Charles Leclerc le correspondió a su amor de la infancia...

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Loyal Moon. - LestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora