Capítulo 09

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"Cuándo llegue el momento"

El fin de semana por fin había llegado. Esos únicos dos días dónde podían ir a la ciudad y comprar provisiones para toda la semana, distraerse y quejarse del terrible dolor que les traía el entrenamiento de los últimos cinco días.
No es que tuvieran dinero a montones, pero habían trabajado desde que eran unos niños y ahorrado hasta dónde podían.

La única diferencia de este fin de semana, es que no lo pasaría con Reiner, sino con Jean.
Se miró en el único espejo que había en la cabaña, llevaba una camisa blanca y una falda rosa pastel tableada. Odiaba cómo se veía, muy Christa, según ella.
Volvió a su cajón a buscar más ropa, encontró una falda a la rodilla negra y un cinturón café, con eso bastaba.
Cuando terminó de arreglarse, salió de la cabaña, esperando en los árboles estaban sus compañeros.

— Tardaste mucho. —gruñó Reiner— Vámonos.

— No voy a ir contigo a ningún lado. —y es que las cosas entre ellas no se habían solucionado.

— ¡Ela! —Jean caminaba hacia ella con una mano en el bolsillo y con la otra la saludaba— ¿Nos vamos? —preguntó cuándo llegó hasta ellos, Annie y Bertholdt miraban el espectáculo cómo si fuera la continuación de su libro favorito— Oye, te ves muy guapa.

— ¿Imbécil? —miró a Jean— ¿Quién demonios te crees para hacerle esos cumplidos a mi Ela?

— ¿Tu Ela? —finalmente habló ella— Ahora soy tuya, ¿ah? Yo no soy de nadie, estoy harta de ti, de tus inseguridades, de tu forma de liderar y tu forma de quererme. Yo ya no soy tuya. Así que hoy me voy a ir a divertir con mi buen amigo Jean, me voy a olvidar de tus problemas y de todo.

— No nos puedes dejar. —la sostuvo por la muñeca, se miraron a los ojos, esas miradas siempre estaban llenas de tristeza o amor, pero esta vez Reiner estaba preocupado y ella estaba más furiosa que nunca.

— No los estoy dejando. Simplemente quiero irme con Jean. —se soltó del agarre con fuerza— Te lo he repetido hasta el cansancio: aún estamos a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.

Reiner suspiró y se enderezó, acomodó su camisa y le dió la espalda.

— Ve con cuidado.

Ela y Jean se fueron en completo silencio, subieron a una carreta que los dejaba en la ciudad con otros compañeros pero no emitieron una sola palabra.
Mientras que Annie explotó a carcajadas.

— ¿Y tú de qué mierda te ríes?

— De ti, te lo buscaste. —comenzó a caminar, buscando otra carreta— Este era el primer fin de semana dónde dejaríamos de buscar la coordenada y todo eso, y mira, Ela prefirió irse de cita con Jean.

— Ela no se fue de cita con nadie.

Los tres subieron a la carreta junto a otros cadetes con los que no hablaban mucho.

— ¿Ah no?, ¿entonces de qué? Tendríamos que ser estúpidos para no ver qué a él le gusta.

— Pero a ella no le gusta. —opinó Bertholdt.

— Por Dios. —rodó los ojos— Claro que le gusta, tanto cómo le gusta Reiner. Así cómo a Reiner le gusta Ela e Christa, o cómo a Jean, Mikasa y Ela.

— Deja de decir eso. —la señaló bruscamente Reiner a lo que Annie le dió un manotazo.

— Y tú deja de ser un idiota. —lo señaló— Te lo he repetido hasta el cansancio, tu relación con Ela no me importa, de hecho, de estar en otras condiciones me daría mucho gusto por ella que se quedara con el tarado de Jean, pero en las que estamos que desarrolle emociones por alguien más nos pone en desventaja.

Invisibles ||Reiner Braun|| ||Jean|| xOC femDonde viven las historias. Descúbrelo ahora