Iris

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Suspiró, por quinta vez en tan solo un par de minutos. Se encontraba sentado en aquella banca desde hace una hora, observando las rosas que se encontraban en aquel jardín, estás se encontraban muy bien cuidadas, el color rojo resaltaba en aquel pequeño jardín; era algo hermoso de admirar.

—Son lindas.

Sorprendido, miro hacia su derecha y se encontró con la adorable sonrisa de Jimin.

—Oh, profesor Park.

—Llamame Jimin, por favor. Me haces sentir viejo.

—Lo siento –susurro, apenado–.

—Tranquilo. Pero bueno, ¿Cómo estás?.

—¿Yo?, bien...creo.

—¿Crees?.

—Hum, bueno...–¿Debía ser sincero?–. Bueno, haber algo que molesta.

—Entiendo –observo las rosas, al igual que Taehyung–. ¿Que es lo que te molesta?.

—Que él me ignore –bufo–. Es tan molesto.

—Oh, vaya, bueno...¿Pelearon?.

—No, recién nos conocimos –mordio su labio inferior–, es solo que...no sé, hyung...abuelo Kim decir que él no ser para mí. Que él es alguien especial.

—Especial...¿En qué sentido?.

—A él no gustarle alguien como yo, tener una forma diferente de pensar y ser...ser de aquellos que repudian a los de mi especie.

—¿Especie?.

Taehyung se dió un golpe mental, había pasado por completo el que Jimin no sabía nada sobre él, hablo sin pensarlo, había decidido desahogarse pero sin pensar en lo que diría. Pensó en alguna mentira, algo que calmara la curiosidad de Jimin.

—Ah...a los de mi ¿nacionalidad?, si, eso –le sonrió–. Lo siento, yo aún confundir palabras.

—Oh, casi lo olvido. Hablé con Yoongi, y me dijo que estará más que encantado con darte clases de lenguaje.

—¿En serio?.

—Asi es, mañana vendrá conmigo.

—Gracias, Jimin Hyung.

—No hay de que, Taehyung.

Ambos se dedicaron una diminuta sonrisa, y continuaron con su observación hacia las rosas de aquel jardín.

Por otro lado, Jungkook los observaba desde el balcón del segundo piso de aquella universidad. Se le hacía conocido el rostro de aquella persona, pero no recuerda del todo, suspiró; en otro momento se acercaría a Taehyung.

[•••]

Las clases habían terminado aquel día, había sido un día agotador; muchas cosas que aprender. Suspiró y guardo su cuaderno de notas, debía de leerás antes de dormir. Colgó la correa de su bolsón en su hombro y se dispuso a salir del aula, siendo el último en hacerlo, pero algo llamo su atención; la ventana del aula se encontraba abierta.
Despacio se acercó a esta y la cerró, y a través de esta pudo observar el cielo azulado.

—Es hermoso, ¿Verdad?.

Brinco en su lugar, dió media vuelta y vio la entrada de aquel aula. Era el director Kim.

—Si, lo es.

—¿Ibas de salida?.

—Si, lo siento, se me hizo un poco tarde.

Extraterrestrial |K.V|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora