sixteen

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"Wonwoo... estamos encerrados". dijo Mingyu.

"Estás bromeando, ¿verdad?" preguntó Wonwoo, esperando que sólo lo estuviera engañando. Caminó hasta la puerta donde estaba el menor y trató de abrirla, tirando y empujando la manija, suspiró de frustración y caminó de regreso a la habitación, sentándose en el taburete nuevamente. "¿Qué se supone que haremos?"

Mingyu se encogió de hombros. "No sé, le enviaré un mensaje a Minghao o Hansol para ver si pueden sacarnos. Es posible que nos quedemos aquí por un rato".

Pasaron 30 minutos y ambos estaban muriendo de aburrimiento. Wonwoo se quedó dormido en uno de los escritorios mientras Mingyu se sentó al piano y aprendió una pieza al azar. Podría aprender algo mientras estaban atrapados allí.

Se tomó un descanso de 5 minutos, estirando los brazos después de estar en una posición fija durante bastante tiempo. Nunca supo que hacer y tocar el piano fue tan calmado y relajado. Quizás es por eso que a Jihoon le encantaba tanto componer música.

Miró a un Wonwoo dormido. Se veía tan pacifico y se atrevió a decir, hermoso incluso más que antes. Mingyu se agachó junto a él, admirando los delicados rasgos del chico.

Su piel pálida reflejaba la luz del sol en su rostro, sus labios brillantes se veían besarles para Mingyu, queriendo probarlos una y otra vez, pero sabe que no puede. Sus ojos afilados de gato lo hacen parecer una persona tan fría cuando es todo lo contrario si alguna vez se permitieran el conocerlo.

Había tantas cosas sobre Wonwoo que le llamaban la atención, haciéndolo más adorable a sus ojos. La mano del mayor colgaba al costado de la mesa, pequeña y bastante delgada, en comparación con Mingyu.
Él sabe que no debería, pero su mente sigue diciendo lo contrario, traicionando sus propias palabras, entrelazó su mano con la de Wonwoo.

Algo en ellos tomados de la mano se sentía tan bien, como si estuvieran hechos para encajar perfectamente el uno en el otro. La mano de Wonwoo se sentía tan cálida que la trajo hasta la de Mingyu.

Mingyu notó una pequeña sonrisa en los labios de Wonwoo e hizo que se sintiera sensible. Quiere que el mayor siempre tenga esa sonrisa, ser la causa de su felicidad, protegiéndolo de cualquier daño que pueda surgir en el camino. Si alguna vez me amaras tanto...

Mingyu sacó su mano del agarre y apartó los mechones de cabello frente los ojos de Wonwoo.

Pasaron 15 minutos más, Mingyu escuchó el clic de la cerradura, levantó la vista y vio a Minghao en la puerta, luchando por arreglarla y abrirla. Al fin lo hizo y Mingyu le agradecido, volviéndose hacia Wonwoo dormido.

Se agachó de nuevo y golpeó ligeramente el brazo del mayor. "Wonwoo... despierta". Wonwoo gimió y murmuró: "Noo~ dame 5 minutos más". Mingyu se rió entre dientes ante el lindo puchero que estaba en los labios del mayor, haciéndolo lucir tan adorable que el menor pudo haberse derretido en ese momento.

"Hyung..." dijo Mingyu, pero Wonwoo no se movió de su posición; estaba demasiado cómodo y se negaba a que lo despertaran. Mingyu lo empujó ligeramente y recibió otro empujón perezoso de parte de Wonwoo. Suspiró ante la terquedad del mayor y sacó su teléfono del bolsillo trasero, enviando un mensaje al grupo con sus amigos diciéndoles que podían irse a la cafetería.

Bloqueo su teléfono y pensó en formas de despertarlo o al menos llevarlo a casa. Intentó despertarlo nuevamente, esta vez poniendo en alto canciones que le gustaban al mayor: nada. ¿Por qué este tipo tiene el sueño tan pesado?

Despertarlo, ahora parecía estar fuera de discusión así que, ¿cómo iba a llevarlo a casa? Dejó su auto en casa porque fue caminando a la escuela, no tenía dinero para el autobús y ya les dijo a los chicos que se fueran a la cafetería.

Social | Meanie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora