Las vacaciones soñadas de Hanna por fin se harían realidad, una semana sola en Noruega . Pero nada saldrá como espera.
Durante sus vacaciones se convertirá en la obsesión de lo que parece ser un hombre, un hombre totalmente desconocido que hará lo...
El camino fue demasiado largo, estoy realmente agotada, pero por fin logro divisar el lugar que tanto busco.
Es muy bonito, no son muchas cabañas. Pero se ven muy bien cuidadas y tienen un enorme patio con el pasto corto y una fuente muy bonita en el centro, sigo caminando hasta llegar a la entrada del lugar donde se me acerca un señor que perece trabajar en el lugar.
—Hola, señorita. ¿Viene a visitar las cabañas? —Gracias a dios habla inglés.
—Hola, si, la verdad vi un video sobre este lugar y me gusto demasiado así que quise visitarlo.
—Claro que sí, pase por aquí.
Sigo al señor mientras nos adentramos al lugar hasta quedar frente a una cabaña más grande que las otras.
—Ahí dentro mi esposa la ayudara con todo lo necesario.
—Muchas gracias.
Me adentro a la cabaña sintiendo un calor reconfortante, afuera en frio esta horrible.
—Hola, buenas tarde. —Saludo a la señora frente a mí.
—Hola, linda ¿Vienes a hospedarte en una cabaña?
Asiento ante su pregunta.
—Bueno mi hija te llevara a la que está lista para usarse. —¿Tan rápido?
—Pero el pago de la caba... —La señora me interrumpe para proceder a gritar el nombre de una chica.
—Eso ya luego lo vemos, ahora ve a hospedarte.
Antes de poder decir algo veo a una chica salir de una de las habitaciones dentro de la cabaña.
—Cariño, lleva a la señorita a la cabaña que tenemos preparada.
La chica asiente para después tomar mi antebrazo y salir de la cabaña principal.
—Hace poco condicionamos la cabaña donde te quedarás, es hermosa.
Sus actitudes son realmente extrañas, como pueden pasar de alto el pago del hospedaje.
—Listo, es esta.
La chica me deja frente a la cabaña, se ve muy acogedora, le agradezco el gesto y cuando estoy por entrar ella me detiene.
—¿Te gustaría ir a dar una vuelta por el bosque?
Diablos, realmente quiero descansar y calentarme un rato en la cabaña, el frío de este lugar es otro nivel, pero no quiero parecer grosera.
—Claro.
La chica sonríe ante mi respuesta.
—Bien, vendré por ti en 30 minutos.
La chica se aleja y por fin puedo entrar al lugar, es muy lindo y parece que cuenta con calefacción, mi ropa y cabello están húmedos por la nieve. Un buen baño con agua caliente me ayudara.
Entro a la habitación y dejo mis cosas sobre la cama para adentrarme al baño y despojarme de mi ropa, observo los típicos objetos de aseo personal que contiene en baño y decido por usarlos, primero destapo el shampoo y lo acerco a mi nariz para poder conocer su aroma, pero sorpresivamente no tiene olor, hago lo mismo con el jabón y acondicionador y nada tiene olor.
Bueno una razón deberá de haber, pero como olvide mis productos en el hotel tendré que usar los de aquí.
.
.
.
.
Después de casi 30 minutos estoy lista para salir, me puse demasiadas capas de ropa, no pienso arriesgarme a pasar frío. A los segundos escucho un toque en la puerta, debe ser la chica. Me acerco para abrirla y me la encuentro bien abrigada con una mochila en su espalda.
—¿Lista?
Asiento para cerrar la cabaña y caminar con ella.
—¿Es tu primera vez en Noruega?
—Si, siempre había querido venir a este país, sus paisajes son únicos.
Después de un tiempo de platica me entere que su nombre es Alda tiene 17 años y que siempre ha vivido aquí con sus padres por lo que conoce a la perfección el bosque.
—Estoy muy cansada. —Trato de parar para tomar un descanso, pero Alda parece no querer parar.
—Vamos hay un río hermoso cerca de aquí.
Su voz cada vez se aleja más, pero no puedo seguirla, la presión, el frío y el cansancio no me ayudan, después de descansar unos minutos me doy cuenta de que Alda ya no está.
Mierda, la perdí. Por un segundo creí que se detendría.
Con miedo trato de ver por donde se fue para ver si puedo encontrarla, pero después de un tiempo de caminar parece ser que solo me perdí más.
No puede ser, la oscuridad se está haciendo presente y no sé qué hacer, el frío está aumentando, no tengo comida, no tengo agua, nada.
Me siento en una roca gigante por un momento pensando en que puedo hacer, espero que Alda me esté buscando.
Tengo miedo, el ruido de alguien caminando se hace presente, rápidamente me levanto para caminar en la dirección del ruido esperando sea Alda, pero cuando llego me arrepiento de haber seguido el ruido.
Un hombre desnudo del torso con solo un pantalón deportivo cubriéndolo esta frente a mí, no parece tener frío al contario parece estar sudando, su mirada esta fija en mí, puedo apreciar sus ojos de un color dorado brillante observando mi cuerpo cubierto por la ropa.
Con miedo me doy la vuelta rápidamente para empezar a correr y alejarme de aquel hombre, pero a los segundos escucho sus pasos detrás míos y cuando menos lo siento, caigo duramente al suelo, el hombre esta sobre mi espalda aplastando mi cuerpo entre el suelo y su pecho.
Que no me haga nada por favor.
Alda Olsen
Después de perder a Hanna en el bosque, regreso a casa con mis padres, me recibieron en la entrada para ayudarme a dejar todo lo que llevaba.
—¿La dejaste cerca de él? —Mi madre pregunta con miedo y ansias en su voz.
—Si, lo más cerca que pude, ya la debió haber encontrado.
Mis padres asienten para seguir con lo suyo, lo lamento Hanna, pero es algo que tenía que hacer, solo así podemos calmar a la bestia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.