"Aquello que no puede ser borrado ni olvidado"
Alora Kim viaja a Corea del Sur para el funeral de su abuela materna, allí descubre el diario de ésta donde describe la existencia de un ser nocturno que debe vivir de la sangre, pero que aún así su bel...
Alora despertó en una posición poco cómoda. Se había quedado dormida sentada en el sofá con el diario de su abuela abierto en el pecho, su cabeza había quedado inclinada hacia atrás causándole un terrible dolor en el cuello, se quejó acomodándose tocando esa área, el diario cayó al suelo en el instante que notó su cuello muy libre, ¿Y el collar de mariposa?, tocó su cuello de nuevo decidiéndose por encender la luz de la lámpara junto al sofá, levantó el diario del suelo dejándolo sobre la mesa de café.
—Estoy segura que tenía puesto ese collar—se levantó del mueble revisando a profundidad. Miró debajo del sofá con la esperanza de encontrarlo allí—¿Cómo se va a perder algo así?—al incorporarse encontró el collar sobre la mesa justo al lado del diario.
"¿Qué demonios...?"
Sin dudarlo lo tomó colocándolo en su cuello, frunció el ceño estando muy segura que no había nada cuando miró, ¿Por qué iba a quitárselo?, echó un vistazo alrededor sintiéndose observada, todo estaba en silencio al ser poco más de la medianoche, solamente la lámpara de la sala era lo que iluminaba su alrededor. Alora tragó con dificultad pensando en lo que había leído de su abuela hasta el momento, ¿Y si había un vampiro allí?, caminó despacio agudizando el oído, sus pies descalzos sobre la madera pisaban con cuidado sin hacer ruido, extendió su brazo hacia el interruptor de la luz para iluminar el pasillo y parte de la cocina. Al encenderlo no había nadie, estaba sola.
—Halmeoni me volverá loca con su diario—restregó sus ojos con un bostezo—Será mejor intentar dormir.
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Aquella situación le estaba hartando un poco, por un lado entendía el dolor que su amigo estaba experimentando, todos los de su especie debían vivir con la condena de ver a sus seres queridos o amigos morir con el tiempo, por esa razón los vampiros no debían interactuar con los humanos a menos que decidieran alimentarse de ellos, era algo que todos sabían. El chico de ojos pequeños se acercó situándose a su lado mientras veían la ciudad desde la azotea.
—Ve a conocerla.
—Ya la conocí—respondió con voz neutra—Estuve en el funeral de Enora, cuando todos se retiraron me acerqué a su tumba y fue más doloroso que visitar la tumba de mi hermana.
—No debiste encariñarte de ella.
—Pero lo hice—inhaló profundo mirando el cielo oscuro—Vi a su hija allí, recordé cuando era solo una bebé—sonrió con amargura—Ahora está casada y tiene dos hijas. Una de ellas en específico me recordó mucho a Enora cuando joven.
YoonGi se cruzó de brazos escuchándolo.
—YooRim dice que la viste usar el collar.
—Sí.
—¿Estás pensativo por la muerte de Enora o hay algo más, JungKook?, te sentimos extraño desde hace días. ¿Te arrepientes de no haberla convertido?
JungKook tensó su mandíbula negando con la cabeza.
—Nunca me arrepentí de eso, Enora debía vivir una vida normal—respondió sin dudar—Si la hubiera mordido jamás habría tenido la familia que tiene ahora.
—Entonces, ¿Qué ocurre?
—Había algo inusual en su nieta.
—¿Qué?
—Su sangre, el olor de su sangre era más fuerte que la de los demás—lo miró—Tuve que alejarme por un rato, me sentía aturdido—JungKook giró hacia él—YooRim no sabe de esto, sé que comenzará a hacerse ideas locas.
—Cuando un humano posee una sangre así puede ser peligroso, llamará la atención de cualquier vampiro—explicó—Es poco usual, ¿Estás seguro de eso?
—¿Crees que mi olfato está mal?
—No digo eso, es que...humanos así no son muy comunes. No suelen tener una vida larga.
A JungKook no le hizo sentir mejor.
—Pensé que todos los humanos atraían vampiros.
—No del modo que crees, la sangre humana nos atrae, pero pocos humanos pueden aturdirte con su olor, te hace caer rendido a ellos—indicó—Ahora entiendo porque estás pensando en ella, es un efecto secundario.
JungKook hizo una mueca. Era perfecto (nótese el sarcasmo), justo cuando pensaba que podía seguir adelante aparecía la nieta de la humana que fue más que una amiga para él y terminaba apoderándose de sus pensamientos. La conversación se vio interrumpida cuando la puerta de la azotea se abrió dejando ver una sonriente YooRim.
—¿Dónde estabas?—YoonGi no dudó en interrogarla, muchas veces él parecía ser el mayor.
—Fui a visitar a la nieta de Enora.
Ambos hombres se quedaron como piedras, la miraron sorprendidos por su atrevimiento.
—¿Qué?—JungKook era el más atónito.
—¿Qué carajos estás hablando, YooRim?
—Quería recuperar el collar de JungKook.
—¿De qué estás hablando?
—Enora le dejó su collar, me parecía más justo que JungKook lo tuviera consigo—se encogió de hombros—Luego me arrepentí, ¿Sabían que Enora le dejó un diario hablándole sobre ti?—YoonGi miró a su amigo—Sobre todos nosotros, realmente.
—¿Cómo sabes eso?
—Yo lo vi. Cuando entré a la casa la chica estaba dormida, le quité el collar y pude ver el diario, leí algunas partes, cuenta como me conoció, estaba el día que almorcé con ella, ese donde me dijiste que consiguiera el collar.
—¿Esa chica te vio?—YoonGi intervino mirando a su gemela.
—No.
—Debiste deshacerte del diario.
—La chica no creerá esas cosas, YoonGi.
—Hyung tiene razón—JungKook llamó su atención—Los humanos no deben saber sobre nuestra existencia, debiste deshacerte de ese diario en vez de ocuparte del collar.
—Pero, oppa...
—JungKook, no quiero que te acerques a ella—YoonGi le advirtió con la mirada haciendo énfasis en la conversación—Deja que YooRim y yo nos hagamos cargo.
¿Enserio lo haría?
—¿Van a lastimarla?
—Claro que no. Sólo tomaremos ese diario, es mejor que la historia no se repita.
"Creí que Enora ya no recordaba el pasado, admito que ahora siento un poco de curiosidad...y estoy seguro que su nieta siente lo mismo".
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