Indeleble • JJK (COMPLETA)

𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖊𝖎𝖘

Hace tres días Alora había conversado con YooRim dejándole en claro que no se iría. Todavía no entendía del todo lo que estaba insinuando con eso de que JungKook ya pasó por esa experiencia, ¿Acaso creía que estaba coqueteándole al vampiro?, no, podía ser atractivo, pero saber que era o fue el amor de su abuela...lo hacía un tanto incómodo además de diferente. No había visto de nuevo a JungKook, ¿Quizás mantendría distancia porque no quería "caer en lo mismo"?, esa tarde el tema de los vampiros quedaría a un lado. Su tío MinJae estaba en Seúl desde la mañana con su esposa, sus dos hijos no habían viajado con ellos y gracias a Dios, la joven de veinte años no quería enfrentarse a sus primos también.

El almuerzo era en una reserva de un restaurante un poco lujoso. Su tío MinJae siempre quería destacar en todo, siempre prefería lo lujoso o costoso, era el hermano mayor de su madre, pero entre ambos, el hombre tenía menos empatía de la familia. Alora llegó con su hermana reuniéndose con sus padres fuera del local, al entrar al restaurante miró los diseños curiosos de las lámparas en el lugar, las personas vestían muy formal, su padre le había avisado por mensaje que debían vestir de esa manera, Alora sólo acabó usando un vestido blanco que había guardado en la maleta, el otro era el vestido del funeral, no le pareció buena idea usarlo.

Su vestido blanco tenía un cinturón delgado abrazando su cintura, la falda caía por encima de sus tobillos dejando ver sus zapatillas negras. El escote en V de dicho vestido dejaba ver mucho mejor el collar de mariposa en su cuello, en pocas ocasiones usaba vestido, ahora con sólo pensar en ello terminaba recordando a su abuela. Cómo luego del suceso en el callejón Enora sencillamente no pudo usarlos de nuevo, era su pequeño trauma el cual nadie supo, sólo JungKook. Esos tres días había estado leyendo a profundidad llegando más allá de la mitad del diario.

—La familia ha llegado—MinJae sonrió al ver a los cuatro. Su hermana lo saludó con un abrazo cuando estuvo de pie, Alora esperó su turno al final. Su tío estaba más gordo desde la última vez que lo vio, apenas se le notaba el cuello, su esposa también parecía haber aumentado de peso, sabía lo mucho que ambos disfrutaban devorar la comida—Aquí está la sobrina que ha dado tantos problemas—Alora se tensó cuando la abrazó. Se mantuvo de piedra sintiendo ese abrazo demasiado falso—Aigoo, tu cabello está más largo desde la última vez que te vi, te queda mejor corto, cariño.

"Y a ti te quedaría mejor dejar de comer tanto, tío"

—¿Cómo están los chicos?—preguntó la madre de Alora tomando asiento junto a su esposo, sus dos hijas se acomodaron a los extremos de ellos. Alora junto a su padre y Jennie junto a su madre.

—Más que bien. Lamentan la muerte de su abuela, pero ya sabes, la vida sigue.

"Se nota que le afecta mucho la muerte de su madre. Parece hasta contento cuando lo dice"

—¿Cómo están ustedes, chicas?—la mujer de su tío, SeRi, sonrió mirándolas—Jennie, estás más esbelta que antes, eres hermosa.

—Gracias, tía SeRi—asintió con educación.

—Y Alora, pareces más cansada, cielo—en la mesa comenzó a ser acomodados los platos y cubiertos por el mesero.

—Perdí a mi abuela, es de esperarse que no estaré radiante—forzó una sonrisa.

—A todos nos ha afectado la muerte de Enora—su padre rápidamente intervino al notar el sarcasmo de su hija—Pero MinJae tiene razón, la vida sigue, nos guste o no.

La comida llegó a la mesa a los minutos después, Alora se dedicó a comer en silencio mientras sus padres conversaban con su tío sobre trivialidades, claro está que la paz no duró mucho tiempo.

—Entonces, Alora, ¿Qué se siente ser la nieta favorita de mi madre?—aquella sonrisita en el hombre significaba peligro.

—No soy la nieta favorita—se limitó a decir.

—Bueno, mamá te dejó la casa y una cuenta en el banco con el dinero suficiente para vivir bien un tiempo—llevó una cucharada de arroz a su boca. Mientras masticaba seguía hablando causándole asco—¿No has pensado en dejarle esas cosas a quienes sabemos cómo es la vida realmente?

—Creo que Alora se defenderá bien—DonCheol, el padre de las chicas intervino defendiendo a su hija—Será una buena oportunidad para que se independice y experimente la vida de adulta.

Alora sonrió de lado encontrando cierta tranquilidad en esas palabras.

—Creo que deberías dejarle esas cosas a tu madre.

—¿Viajó desde lejos para defender a su hermana, tío?—la chica usó cierto sarcasmo en su voz.

—No, nada de eso. Viajé desde lejos porque considero injusto ese testamento de mamá—no le sorprendía. Era obvio—Estamos teniendo algunos problemas económicos en casa, además de eso, estoy pensando en someterme a una operación, bajar de peso no es sencillo.

"Descaro en su máximo esplendor"

—¿Quiere bajar de peso con una cirugía?—incluso para Jennie fue mucho descaro.

—Bueno, MinJae ha estado conversando con algunos doctores—su esposa habló mirando a la familia—La situación en su trabajo ha ido empeorando, ya saben que la economía va de mal en peor...

—¿Por qué no pides ayudas a tus hijos?—Alora se dirigió a su tío—¿También están en una situación difícil?

—No seas tonta. Mis hijos tienen sus propias familias, pedirles dinero sería desconsiderado de mi parte.

—¿No crees que estás siendo desconsiderado con Alora?—JiAe había estado callada mucho rato escuchando y pensando en la conversación que tuvo con su hija. MinJae vio a su hermano un poco sorprendido por su interrupción.

—Alora no tiene familia a quien responderle, es ella sola. No necesita tanto dinero.

—Alora necesitará el dinero de mamá para iniciar desde cero—aclaró. Su esposo sonrió orgulloso de ver que su mujer estaba defendiendo lo que debía, Jennie sorprendida veía a su madre y Alora estaba atónita por otro lado, era la primera vez que su madre se colocaba a su favor—La vida de soltero también tiene sus gastos, oppa.

—JiAe, no seas exagerada. Sólo le estoy pidiendo una colaboración, somos familia, soy su tío...

—Y no tiene la obligación de ayudarte—volvió a callarlo—¿Sabes quién tiene ese deber?, tus hijos. Si tus hijos no quieren hacerlo entonces pregúntate si haz hecho un buen trabajo como padre.

MinJae estaba rojo de rabia.

—¿Estás loca?, ¿Por qué hablas de mi familia de ese modo?

—Porque tú comenzaste a tocar el tema de mi hija—las voces fueron elevándose atrayendo la atención de la clientela—Quiero comer, cierra la boca o cambia el tema, Alora no ayudará a nadie y si lo hace que sea por su decisión.

El silencio se hizo en la mesa. JiAe se encontró con la mirada de la castaña quien sonrió apenas agradeciéndole con la vista, con un pequeño asentimiento de cabeza volvió a comer.

¿Por qué muchas familias actúan así?, nunca lo he entendido.