CAPITULO 1 - TRÁFICO DE LA ISLA

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Un círculo de luz parpadeaba rítmicamente, antes de desaparecer, volviéndose todo oscuridad, como cuando brillan los fuegos artificiales en la noche, antes de apagarse por última vez. La atmósfera que lo rodeaba se volvía totalmente oscuro por un momento, con el sonido de un suspiro y la respiración pesada. Entonces, todo volvió a ser brillante y borroso.

La escena alrededor del joven era familiar, aunque solamente podía verla vagamente. La atmósfera era incómoda y él no quería hacerlo notar. Estaba en la sala donde se realizan los exámenes de la vista, en la oficina del oftalmólogo con el que había iniciado tratamiento desde el principio, pero a medida que los días pasaban y su vista disminuía, se dijo que no había cura, y su vista parecía estar cada vez peor.

"El nombre del paciente es Danainat Kopranoppakun, ¿Verdad?"

Una voz familiar verificaba los datos y él respondió.

"Después de realizarlas pruebas de la vista en general, mi opinión es que la condición no parece mejorar. La función de la córnea decreció desde la última vez, pero no quiero que se preocupen, manténganse calmados."

Dijo el viejo oftalmólogo. Day apenas recordaba su cara, la imagen que veía de él era completamente borrosa. Era como si estuviera rodeado por una gruesa cortina de agua que bloqueaba todo, si quería ver mejor, debía acercar su rostro lo más cerca posible, pero el joven no quería hacer eso. No sería diferente si un extraño le gritara que estaba equivocado, aunque estuviera en lo correcto. Sus ojos no eran normales, la inflamación crónica de su córnea había dañado su vista, desde ya hace un año y cada día todo era peor y peor.

"¿Cuánto tiempo me queda?"

La habitación quedó en silencio y él fue el único quien decidió romperlo.

"La verdad es que no quisiera decir nada negativo, pero si me lo pregunta, creo que la familia debe ser consciente de que, si esta enfermedad continúa, la córnea seguirá empeorando hasta que un día, su visión se reducirá a cero."

La voz tenía un toque de inquietud.

"¿Cuánto tiempo?"

Day intentaba mantener sus modales, pero ese tono escondía algo y no le gustaba adivinar.

"No puedo responderle con números concretos. Hay muchas posibilidades, pero si tuviera que decirle un estimado burdo, estimado de otras experiencias..." La voz se detuvo por un momento... "Pienso que no más de seis meses."

El médico respondió y se puso de pie, sin demostrar ninguna duda en sus palabras. Entonces el joven sintió una pesada mano sobre su hombro, no necesitaba girarse para saber que era su hermano, el leve aroma de la colonia se lo indicó, él sostuvo su cuerpo mientras salían de la sala de exámenes, porque sus piernas se sentían débiles: "Espera aquí, iré por la medicación y pagaré primero."

Dijo su hermano mayor luego de sentarlo en uno de los banquillos del hospital; él recordaba el ambiente del área de la farmacia del hospital. El joven asintió con la cabeza y su hermano se marchó, lo escuchó murmurar algo antes de oír sus pasos alejándose. Esperó hasta ver su espalda borrosa alejarse y cuando desapareció del campo de visión, se levantó sobre sus piernas, y sin saber por qué, para qué, o a dónde, con el sonido de las palabras "seis meses" resonando en su cabeza, Day sintió que necesitaba escapar de allí, muy lejos y si era posible, lo más rápido posible, para no volver.

El joven caminó siguiendo el pasillo sosteniéndose por el pasamanos hasta salir del edificio. Su intención era salir de allí primero, tal vez conseguir un taxi y pedirle al conductor que lo llevara lo más lejos posible. Entonces pensaba que desde allí empezaría su aventura. Day chocó con las imágenes borrosas como si fuera un bebé gateando, sin un objetivo claro, pero hambriento de libertad. Finalmente llegó a ver una claridad al final del túnel, el camino lo llevó al exterior del edificio, pero sin un soporte del cual aferrarse, ambas piernas dieron un paso hacia adelante, sin nada que perder, aún sin saber que le deparaba por delante.

Last TwilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora