CAPITULO 6 - SALA DE ESTAR

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"Phi Mhok..."

El joven trató de gritar alto por encima del caos. Las personas a su alrededor se volvieron sombras grises. Rogó a muchos por ayuda, pero ellos caminaban lejos suyo como si fuera un fenómeno, cómo si se tratara de un criminal que se les acercaba. Day gritó nuevamente,  una y otra, otra vez, ambas piernas se desviaron, incapaz de alcanzar el final. Se estaba volviendo loco. En medio de una multitud de gente extraña y descuidada, el miedo se reflejaba en su corazón, se sentía invisible, sin poder ir a casa, ¿Qué puede hacer?

"Day..."

Escuchó el sonido de su propio nombre en el viento, proveniente de una voz rasposa y familiar, pero no sabía de qué dirección venía. El sonido alrededor bloqueaba sus sentidos y venía de todas las direcciones, el joven intentó responder y ambas piernas comenzaron a moverse en lo que pensó era la dirección correcta, pero se equivocó. Se detuvo cuando cayó el silencio, entonces intentó regresar hacia el lado contrario, buscando al joven de cabello negro, pero todos pasaban sin prestarle atención, era como si no lo vieran corriendo entre ellos sin salida. Sólo escuchaba esporádicamente esa voz que lo seguía llamando, pero al final, no podía encontrarlo.

"¡Day!"

El sonido salía de algún lado, el joven miró alrededor confundido, sin esperanzas porque no tenía la capacidad visual, pero esta vez fue diferente, podía ver luces brillantes de color verde y naranja balanceándose alrededor del área del pasillo lateral. Ambas piernas se apresuraron, la voz se hizo cada vez más clara hasta que casi llegó al dueño de la figura que vestía una camisa verde reflectante y naranja brillante. Cuando lo encontró, sus brazos lo rodearon, abrazándolo fuertemente, firmemente, más firmemente que cualquier otra cosa.

"Lo siento... Day... Lo siento."

La alegría y el miedo hicieron que las lágrimas del joven comenzaran a fluir en el abrazo. Eso hizo que Day se escondiera más profundamente en su grueso pecho para ocultar sus sentimientos. Todas las debilidades escondidas en la voz de su madre dieron vueltas en su cabeza. ¿Cómo podría una persona como él sobrevivir sin alguien que lo ayude? Day no se quejó, no podía culpar a la otra parte por dejarlo escapar. Con esa disculpa se sintió un poco mejor, aunque algo inquieto, sabía que Mhok también había pasado un mal momento, su rostro no mostraba una expresión diferente.

 Con esa disculpa se sintió un poco mejor, aunque algo inquieto, sabía que Mhok también había pasado un mal momento, su rostro no mostraba una expresión diferente

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"Vamos a casa."

"Oh, sí, vamos a casa."

Se dijeron esas simples palabras y ambos comenzaron a caminar por un atajo a un lado del camino, el joven tomó un largo respiro, al menos hoy había conseguido su objetivo, había conseguido el libro que quería y pensó que cuando llegara a la casa le pedirá a Mhok que le leyera el libro, para así olvidar el mal trago que pasaron.

La pareja pronto llegó al auto que habían pedido por la app, cuando el teléfono de Mhok sonó fuerte y él respondió. Debido al silencio en el auto no fue difícil escuchar la voz del otro lado de la línea.

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