Un lugar distinto

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La casa de Lizzy era de madera, con grandes ventanas,un lugar tranquilo y acogedor

-Bienvenida,espero que te sientas cómoda-Dijo Lizzy con una sonrisa mientras abría la puerta, Nicole estaba muy emocionada por estar en un lugar diferente sin sus padres gritando ni las mucamas quejándose de lo poco que le pagaban,la casa de Lizzy era un lugar distinto. Nicole solo podía mirar y emocionarse por cada cosa nueva que veía.

-Wow....Que linda casa-Murmuro Nicole con una sonrisa, Lizzy le mostro donde tendría que dormir,era una habitación en el ático, pero eso no era problema para Nicole, solo con tener un lugar donde dormir estaba bien-Gracias Lizzy-Dijo Nicole con una sonrisa de oreja a oreja, Nicole dejo su mochila sobre la vieja cama y empezó a ver a su alrededor. Era una paraíso ya que estaba lleno de libros, y en un mueble habían mas de catorce botes de tinta china-¡¿Todo esto es tuyo?!-Pregunto Nicole muy sorprendida -No linda,estas cosas son de mi esposo,pero hace años no las usa, porque ahora es instructor de Violín-Respondió Lizzy, esas palabras dejaron pálida a Nicole ¿Que tal si Alessandro era el esposo de es dama tan amable?

"No, no creo que un hombre como Alessandro este con una dama como Lizzy" Pensó Nicole, ella solo sonrío y siguió ordenando sus cosas,pero otra duda la carcomía era saber si su madre estaría preocupada por ella.

"Probablemente este con su amante...Pero ¿Y si esta preocupada por mi?" Esa duda recorría la mente de Nicole, pero decidió no darle mas vueltas al asunto, ahora estaba en un lugar mas tranquilo y sin tantos problemas,allí con Lizzy podía ser ella,hablar de libros y no de las notas del violín,podía pasar horas escribiendo y nadie le diría nada. -Eli, voy a preparar el almuerzo ¿Si?-Dijo Lizzy con una sonrisa, toda la casa tenia un estilo tranquilo, el olor a ravioles inundo la casa,pero eso no le desagrado a Nicole, más bien le gusto, ya que en su casa solo había olor a el caro perfume de rosas de su madre.

Entre cuerdas y tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora