"Nunca tuve un diario. Me causa tristeza saber que este es el primero, pero, también el último"
Nishimura Riki, un chico de 19 años, vive una de las pérdidas más grandes que puede vivir una persona, la de su gran amor. Su única salida es acabar con...
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Desperté sintiendo como me movían despacio.
--¿Hola? Disculpa... --escuche a lo lejos una voz dulce y como unas pequeñas manos me movían suavemente.
Abrí los ojos con cuidado arrugando un poco mis cejas debido a la luz directa, busqué torpemente a la persona que me estaba hablando. Mire a un costado y vi a un chico, no era muy alto, por lo menos no más que yo, su tez era muy pálida, se veía delgado pero su ropa ancha no me dejaba ver bien, tenía unos cachetes muy lindos y tiernos, tanto que me dieron ganas de apretarlos. Su cabello era café claro, casi rubio y en algunas partes se veían mechas rosadas, no tenía el cabello corto pero tampoco largo. Me quedé mirándolo sin decir nada hasta que él me sonrió y habló.
--Tu debes ser Riki, ¿no? --me miró atento y yo asentí de inmediato sin dejar de mirarlo--. Minnie me habló de ti --sonriente dejó su bolso en una esquina de la mesa.
--¿Minnie? --dije para mí confundido, no pensé que fueran tan amigos como para tener un apodo.
--¿Dijiste algo? --me sorprendí un poco, su cara hablaba más que él, pude descifrar curiosidad, atención y felicidad con solo mirarlo a los ojos.
--No... --dije despacio sin apartar mi mirada de él.
--Esta bien, cualquier cosa que necesites dime --se acercó a mí mientras sacaba un poco su lengua concentrado en colocarse su chapita con el nombre, está era distinta a la de Seungmin, era rosa y tenía muchos brillitos, decía Kim Sunwoo en un morado fosforescente, los bordes eran celestes más fuerte que el morado. Al ver su nombre supuse que "Sunoo" era un apodo o algo así--. Minnie me dijo que querías trabajar aquí, ¿es verdad? --levantó sus cejas.
--Ehh... si, si --asentí un poco torpe haciendo que el riera.
--Tranquilo, no te haré nada --apoyó una de sus manos en mi hombro y abrí un poco los ojos sorprendido--. Hoy nuestro jefe vendrá en la tarde y ahí te puede ver --sonrió más, si lo seguía mirando me daría diabetes.
--¿Dónde está Min? --dije un poco cortante y seco, no quería que sonara así. Después de escucharme sacó rápidamente su mano de mi hombro y me miró triste, su sonrisa era algo débil y sus ojos ya no brillaban, me sentí mal.
--Minnie está afuera, hoy le toca atender ahí --dijo sin mirarme y pude ver como con sus demás dedos se comenzaba a rascar el pulgar, era totalmente otro Sunoo, no era el mismo que literalmente segundos antes.
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Esa vez... fue la primera vez que vi a Sunoo y la primera vez que lo hice sentir mal por estupideces mías, a veces no me doy cuenta y trato mal a los demás. Soy un estupido.
