MY DIARY (SunKi)

CAP 21

Escuchaba atento a cada cosa que decía Seungmin, no entendía mucho pero hacía el intento.

--Y así fue como la conocí --sonrió mostrando los dientes.

--¿Y es tu pareja? --dije después de asentir.

--Todavía no he llegado a ese punto... me da vergüenza decirle lo que siento --suspiro y Hyein río.

--Le he dicho muchas veces que se declare y nada --negó entretenida.

--Creo que ya es tarde, me tengo que ir --sonreí formando una línea con los labios.

--Pero llegaste hace poquito --hablo Seungmin mirando como me levantaba formando un puchero en los labios.

--Me tengo que ir, de verdad --lo mire a los ojos y él asintió.

--Esta bien... --se levantó y me acompañó a la salida. Una vez que abrió la puerta me abrazó--. Ven a verme, me quedaré un tiempo aquí antes de volver donde mi tía he iniciar mis estudios --se alejó con una sonrisa--. Y trae a Sunoo --río--. Quiero ver a mi amigo

Asentí sin mirarlo. Sin decir nada más me fui, si me quedaba más tiempo mi plan de irme para siempre se iba a quedar en el olvido, y no podía fallarle a Sunoo, no ahora.

Entré a mi casa rápido, estaba empapado, las gotas corrían por mi cabello y cara. Cerré la puerta detrás de mí y me saque los zapatos, vi la hora, eran las 00:36, tal vez Konon seguía despierta. Busque su contacto y le marque, sonó dos veces y me contestó con voz de cansancio.

--Hermano --suspiro agitada--. ¿Sucede algo?

--¿Estás bien?

--Si... estoy bien --volvió a suspirar.

--¿Por qué estás tan agitada?

--Estaba corriendo, me fui tarde de la universidad e iba a perder el último bus, pero estoy bien, tranquilo --río bajito.

--Ven a mi casa --dije rápido asintiendo.

--¿Ahora? No creo que...

--No ahora, un día de estos --suspire--. Tal vez mañana... en la noche

--Esta bien... Lo intentaré --pausó unos segundos--. Debo cortar Riki, ya tengo que bajar y no quiero arriesgarme a que me roben --volvió a reír.

--Okey, te veo mañana --colgué.

Ya estaba en mi cama, no estaba haciendo nada, solo miraba el techo en silencio. Me giré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas, me dolía todo, me dolía mucho. Sin darme cuenta me quedé dormido.

--Ni-ki despierta llegaremos tarde --escuchaba la voz de Sunoo a lo lejos mientras me movía--. Ni-ki --me movió más fuerte.

Abrí los ojos lentamente viendo la cara de Sunoo quien me sonreía.

--No me quiero levantar... --escondí mi cabeza en su pecho--. Quedémonos así...

--Vamos Ni-ki, es nuestra primera cita, ya compre los boletos --me corrió separándome de él.

--Podemos pasar el día juntos... así disfrutamos más

--No, quiero salir, gaste mi dinero para poder comprar entradas a ese museo, solo para que pasemos una tarde agradable los dos juntos --se levantó y tomó aire--. Ahora te levantarás y saldremos a nuestra ¡estúpida primera cita! --se fue dando pasos fuertes gritando.

Suspire y me limité a hacer lo que me dijo.

Baje corriendo las escaleras buscando a Sunoo con la mirada encontrándolo sentado en la mesa con el teléfono.

--Sun --se giró y me miró--. Estoy listo, salgamos --sonreí y corrí a él tomándolo de la mano pero él se soltó ni siquiera al segundo.

--Sigo enojado contigo --me corrió la cara.

--Lo siento, se que te esforzaste para conseguir el dinero y poder tener una linda cita... --me acerque despacio y lo abrace--. En serio, perdón, dije eso por el cansancio, nada más --me separé sin perder el contacto físico--. Salgamos y tengamos la mejor cita que existe, ¿está bien?

Sonrió y asintió dejando un fugaz beso en la comisura de mis labios antes de tomar mi mano y salir.

Desperté desorientado. No entraba luz por la ventana. Vi la hora, eran las 04:45 a.m. Me lleve una mano a la cabeza, me dolía demasiado. Como pude me levanté y busqué algo para aliviar el dolor. Apenas encontré las pastillas me las tome. Me quedé sentado unos minutos agarrándome la cabeza. Solté un quejido, me ardía.

--Mierda... --me volví a levantar pero caí de rodillas--. ¿Qué me está pasando? --solté un grito, todo me daba vueltas, el aire me faltaba y cada vez el pecho se me cerraba más. Sin darme cuenta todo se volvió negro, no sentía ni escuchaba nada. De un momento a otro deje de respirar.