Cartas [Gaminet]

~4~

Era la hora del almuerzo, como siempre Freminet se encontraba con sus hermanos en la terraza de la escuela. Sí, ya podía decir que Gaming se había vuelto un gran amigo suyo y podía empezar a compartir comidas con él, pero al parecer el chico tenía un horario de sobre con cual amigo pasar el tiempo, Freminet por más que fuera la prioridad actualmente, la hora del almuerzo estaba ocupada por su grupo de amigos alfas lobos solitarios.

—Entonces... nuestro hermanito tiene un admirador secreto y un amigo ahora? —pregunto Lyney emocionado por todo lo que se estaba contando Freminet en los últimos días.

—S-Sí... Las cartas siguieron llegando de la misma forma que la primera... —dijo Freminet sonriendoles tímidamente a sus hermanos, estaba feliz de que no haya sido ningún intento de bullying o algo parecido.

—Al final no es ninguna broma... —habló Lynette apoyando su barbilla en su mano, adoptando una pose pensativa—. Freminet, ¿te gustan los chicos?

Los dos hermanos voltearon a ver a Lynette con los ojos bien abiertos y con una expresión de shock en sus rostros por la repentina pregunta de la chica.

Lyney tosió falsamente para romper el pequeño silencio que se había armado—Lynette... no puedes preguntar eso direc-

—¿Por qué no? —Lynette interrumpió abruptamente a Lyney—. Tú eres bisexual, ¿no? y no te juzgamos ni decimos nada, no veo el por qué Freminet debería de ocultar algo como su sexualidad a nosotros.

—S-Sí, eso puede ser verdad... ¡pero estas comparando a dos personas completamente distintas! —respondió rápidamente Lyney, a veces se le olvidaba lo directa que podía ser su hermana con algunos temas—. ¡No podemos decirle a Freminet que nos hable sobre su sexualidad! él tiene que salir del closet cuando quiera...

—¿Piensan que soy gay? —preguntó repentinamente Freminet viendo a sus dos hermanos con curiosidad.

Lyney y Lynette se quedaron en silencio y solo se limitaron a desviar su mirada hacia otro lado.

—Emm... ¿esta rico tu arroz, Lynette? —dijo Lyney con la voz nerviosa, Freminet se dio cuenta rapidamente que habían empezado a hacerse los tontos.

—Sí, muy delicioso —dijo Lynette sacando un sándwich de huevo y dandole un pequeño mordisco.

Freminet solo se quedó en silencio y bajó su mirada hacia sus manos que habían comenzado a moverse de forma inquieta.

—Yo... realmente no sé como se debe sentir el amor —confesó Freminet—. No puedo decir si me gustan las personas si ni siquiera sé como me debo de sentir con alguien que me gusta...

Lyney le sonrió dulcemente a Freminet y se acercó de forma lenta al chico, no queriendo alterarlo más.

—Sabes Freminet, no todas las personas sentimos el amor de la misma forma... —habló Lyney mientras ponía su mano en el hombro de Freminet, buscando tranquilizarlo con su toque—. Pero sí puedo jurarte que cuando uno está enamorado lo sabe instantáneamente... solo es cuestión de tiempo.

—¿Todo para ti es cuestión de tiempo? —preguntó Lynette matando el momento tierno que había entre ellos.

—Lynette... —dijo Lyney entre dientes mientras volteaba lentamente su cabeza a la dirección de la chica con una sonrisa falsa.

De ahí los dos hermanos de Freminet habían comenzado a tener otra discusión tonta, el muchacho de cabellos rubios se quedó pensando sobre eso... todo lo que sabía es que tenía un chico detrás suyo y tenía que averiguar sobre su propia sexualidad lo más antes posible, no le gustaría que su admirador secreto perdiera el tiempo en una persona que no sabía lo que era amar.

Tal vez podría preguntarle algo a Gaming...